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domingo, 21 de abril de 2024

BOSQUEJO HISTÓRICO // Rafael Urista de Hoyos


 CONCLUSIONES Y BIBLIOGRAFÍA.

  Con la semblanza del presidente de México número 67 damos por terminada la secuencia general de todos los gobernantes que ha tenido la nación mexicana entendiéndose como “nación” al conjunto de habitantes que configuraron lo que históricamente se ha llamado “Anáhuac” o “Mesoamérica” (época prehispánica),  Nueva España (época colonial) y finalmente el México independiente.

  La época Anáhuac o Mesoamérica comprende 12 gobernantes Mexicas o Aztecas y tiene una duración del año 1325 al 1521 (196 años),  la época colonial o Nueva España comprende 63 virreyes con una duración del año 1521 al 1821 (300 años) y finalmente la época independiente que comprende 65 presidentes y 2 emperadores  con una duración del año 1821 al  2024 (203 años ).

  Como podemos ver, nuestro país con una edad de 203 años ha tenido 67 gobernantes a diferencia de nuestros vecinos, los Estados Unidos, que en 241 años de vida independiente (de 1783 a 2024) aparecen 47 gobernantes.  Esas diferencias un tanto incongruentes respecto de las cantidades tanto de años de independencia con la cantidad de gobernantes de uno y otro país, es el resultado de dos países exponentes de dos sistemas de colonización muy diferentes.  Los Estados Unidos son el producto de un sistema de colonización que bien podemos llamar “capitalista mercantil o premanufacturero”, frente al sistema feudal que caracterizó la colonización española de los actuales países latinoamericanos. 

  Los fundadores de Virginia, de Maryland, de Pensilvania y Nueva Inglaterra típicamente representativos de los pobladores de todo el territorio que ocupa en la actualidad la nación angloamericana, cultivaron el suelo e hicieron el comercio sobre la base de su propio esfuerzo personal, y limitaron los confines de la soberanía de la metrópoli y del Estado independiente que sucedió a aquella, sobre el territorio donde efectivamente ejercían su acción económica y que, por lo mismo, intervenían de modo efectivo.

  Los colonizadores españoles, por el contrario--- encomenderos, hacendados y empresarios de minas y propietarios de ingenio--- establecieron las bases económicas de las actuales naciones iberoamericanas sobre la explotación de la mano de obra indígena y negro-africana, en empresas genuinamente feudales.  Y en este caso la soberanía de la potencia colonizadora, a la que arrancaron su autoridad los Estados independientes que nacieron de aquella, abarcaba, en el caso de México, grandes extensiones territoriales sobre la que la soberanía era poco más que un título de valor nominal no respaldado por la acción de una obra colonizadora auténtica.

  Las consecuencias de ambos sistemas de colonización cristalizaron en dos tipos de nacionalidad de fisionomía y poderío bien definidamente distintos.  Porque en tanto que la nación angloamericana gobernó efectivamente su territorio desde el momento mismo de su independencia, los países de América Latina, principalmente México, heredaron de la metrópoli dilatadas extensiones territoriales que fueron del dominio teórico de aquella, pero que nunca fueron efectivamente poseídos, ni siquiera deslindados por la misma.

  Y sin duda que la estructura económica que heredaron de España  los países de América que ella colonizó, debe ser definida como la causa inmediata de las dificultades de todo orden--- económicas, políticas y sociales ---, que todos ellos, sin excepción, han encontrado en el curso de su desarrollo, en la misma medida que la prodigiosa velocidad del desarrollo del capitalismo angloamericano, ha sido posible, sin duda, gracias a la ausencia inicial  en el proceso de su colonización, de retardataria fuerza de tipo feudal.

  Así definidos los supuestos genéricos que caracterizan el poderío de México y de angloamérica (Estados Unidos) hacia la mitad del siglo XIX (1847), el choque que tuvo su expresión en la guerra motivada por la anexión de Texas, estuvo determinado, en cuanto se refiere a los Estados Unidos, por la dinámica del proceso expansionista de la nacionalidad angloamericana, entonces en el clímax de su propia integración económica. En lo que a México se refiere, los factores que  hicieron posible la victoria de los Estados Unidos en aquella guerra pueden resumirse en su propia debilidad económica, ya apuntada, de una parte, y de otra, la imprecisión de los límites de lo que fuera el virreinato de la Nueva España.

Ahora bien, el objetivo de este bosquejo es analizar a grandes rasgos todos y cada uno de los gobernantes que ha tenido México tratando de cubrir lo más importante de sus actuaciones en el ejercicio de sus mandatos, como lugar y fecha de su nacimiento y las actividades de su vida pública hasta llegar a ocupar el cargo de Presidente de la República y la forma y circunstancias que se combinaron para tal logro.

  No contiene biografías exhaustivas, sino un balance de sus éxitos y fracasos como gobernantes, de los problemas que tuvieron que enfrentar y de las soluciones u omisiones que caracterizaron sus períodos al frente del país.  No es tampoco una reseña detallada de la obra de gobierno de cada uno de ellos sino, más bien, el recuento de lo más representativo, el saldo final de su responsabilidad ejecutiva, de aquello por lo que la historia los recuerda.

  Alguna vez un historiador dijo que “México es un país en constante estado de guerra  con algunas aisladas explosiones de paz”.  Y efectivamente, desde que nuestra patria se conformó en una nación independiente los mexicanos nos hemos confrontado unos contra otros por diferentes razones, pero principalmente por detentar el poder de la nación y no por motivos patrióticos y pensando en el bienestar del pueblo mexicano, sino, tristemente, por razones perversamente personales y partidistas.

  Estos bosquejos históricos contienen la triste historia de esas perversiones políticas y militares a través de la actuación de los hombres que en México han ejercido el poder público de la nación.  Los mexicanos somos producto del mestizaje que llevaron a cabo los llamados “conquistadores” --- que por lo regular eran individuos de la más baja ralea de la sociedad española--- al fundirse con la noble sangre de los nativos de las tierras conquistadas.  Podemos decir que el mexicano heredó la barbarie de los depredadores españoles mezclada con la pureza de la sangre mexica y que por desgracia aquella ha predominado en la mayoría de los mexicanos actuales: la clase política mexicana.

  Comienza con los gobernantes de México-Tenochtitlan ya que fue esta civilización mexica la que tuvo el encuentro con los invasores extranjeros y precisamente de esa fusión surgió la Nueva España.  Sigue después el turno de los gobernantes del México independiente y es con estos que se inicia la triste historia de la nación mexicana, presa de los más bajos instintos de estos maquiavélicos personajes, que, con algunas honrosas excepciones, conforman el zoológico político nacional.

  La mayor parte ostentaron el cargo de presidente, aunque figuran dos emperadores y unas cuantas categorías más como juntas gubernativas, regencias, un triunvirato y un supremo poder ejecutivo. No obstante, los presidentes tienen a su vez otra clasificación, atendiendo al origen de su mandato, considerando la siguiente clasificación:

=”Presidente Constitucional”.  Es el que ha sido electo para el cargo según los mecanismos dispuestos por la Constitución en vigor.

=”Vicepresidente”.  Es aquel que cuando la ley establecía la existencia del cargo, suplía las ausencias temporales del presidente constitucional.

= “Presidente Interino”.  Es el designado, mediante el mecanismo constitucional correspondiente, para ocupar temporalmente la presidencia en ausencia del presidente constitucional.

= “Presidente Substituto”.  Es el designado para concluir el período constitucional inconcluso por renuncia, incapacidad o muerte del presidente de la República.

=”Presidente Provisional”.  Es el que transitoria y brevemente ocupa la presidencia en tanto la instancia legal facultada elige un presidente constitucional, o bien designa un interino o un substituto. 

BIBLIOGRAFÍA:

Ayala Anguiano, Armando.

“Historia esencial de México” 6 tomos.

Editorial Contenido, S.A: de C.V:

México, D. F.    2003

 

Arredondo Muñoz Ledo, Benjamín.

“Historia de la Revolución Mexicana”.

Editorial Porrúa Hnos. y Cia., S.A.

 

Casasola, Gustavo.

“Historia Gráfica de la Revolución Mexicana”

4 tomos

Editorial Trillas, S.A.

México, D.F.    1967

 

Consejo Nacional de Fomento Educativo

“Así fue la Revolución Mexicana”

Tomo 8 y 9 “Los Protagonistas”

México, D. F.        1985

 

Diccionario de Biografías

Océano Grupo Editorial

Madrid, España.

 

Enciclopedia Biográfica Universal

“Los doce mil Grandes” Volumen XII

Hombres de México

México, D. F.     1982

 

“Memorias de Don Adolfo de la Huerta”

Roberto Guzmán Esparza

Ediciones Guzmán

México, D. F.     1958

 

Mares, Roberto.

“Personajes de la Revolución”

Grupo Editorial Tomo, S.A. de C.V.

México, D. F.     2009

 

Moreno, Daniel.

“Los hombres de la Revolución”

Libro-Mex Editores

México, D. F.   1960

 

Portes Gil, Emilio.

“Quince años de política mexicana”

Ediciones Botas

México, D. F.   1954

 

Quirarte, Martín.

“Visión panorámica de la Historia de México”

Porrúa Hnos. y Cia. S. A.

México, D. F.    1967

 

Rosas, Alejandro. / Villalpando, José Manuel.

“Historia de México a través de sus gobernantes”

Editorial Planeta Mexicana, S. A. de C. V.

México, D. F.  2010

 

Rojas Avendaño. Mario.

“50 años de historia en Excélsior”

Excelsior Compañía Editorial, S. C. L.

México, D. F.   1969

 

Relatos e historias en México.

Revistas de publicación mensual

Editorial Raíces, S. A. de C. V.

México, D. F.   2016

 

Taracena, Alfonso.

“La verdadera Revolución mexicana”

13 etapas.

Editorial Jus

México, D. F.  1960

 

Biblioteca enciclopédica popular”

“La cuestión de Texas y los antiesclavistas norteamericanos”

Secretaría de Educación Pública.

Tomo 47

México, D. F.      1945.

BOSQUEJO HISTÓRICO // Rafael Urista de Hoyos


SEXAGESIMO SEPTIMO PRESIDENTE DE MÉXICO

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

Presidente Constitucional de Dic. 1º de 2018 a sept. 30 de 2024.

  Andrés Manuel López Obrador nació el 13 de noviembre de 1953 en la Villa de Tepetitán, municipio de Macuspana, Tabasco.  El mayor de los siete hijos de los comerciantes Andrés Manuel López Román y Manuela Obrador González, hija de un español originario de Santander y exiliado en México a causa de la guerra civil española

  A los 13 años encontró un arma de fuego que su padre había recibido como pago de una deuda.  Comenzó a jugar con ella, y la pistola resbaló de sus manos y al caer disparó una bala que se le incrustó en la cabeza a su hermano Ramón que observaba la escena muriendo instantáneamente. Se maneja otra versión donde es Ramón el que manejaba el arma que le quitó la vida, sin embargo, como haya sido, muy posiblemente eso le haya impactado a Andrés Manuel  en su formación interior para toda su vida.

  Los estudios básicos los cursó en su estado natal. Inició sus estudios profesionales en la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde cursó clases impartidas por el Carlos Pellicer, quien lo inició en la política.  Concluyó su carrera en 1976 y se tituló 10 años después.  El título de su tesis es: Proceso de Formación del Estado Nacional en México, 1821 – 1867.

  En el año 1976 dio comienzo su carrera política cuando apoyó la candidatura del poeta y antiguo maestro Carlos Pellicer, para senador por el Estado de Tabasco.  Desde que entró en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1976, poco después de finalizar sus estudios de ciencias políticas en la capital de país, López Obrador protagonizó una ascensión fulgurante.

En 1977, fue director del Instituto Indigenista de Tabasco, su primer cargo político, donde incluyó la edición de libros en lengua indígena y el proyecto de los camellones chontales.  Obrador llegó a presidir al PRI en Tabasco en 1983 y en 1984 la Dirección de Promoción del Instituto Nacional del Consumidor.  De esta época son sus primeros libros “Los Primeros Pasos” y “Del Esplendor a la Sombra”.  En 1988, salió del PRI para apoyar un año después a los licenciados Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, También disidentes del PRI, en la formación de un nuevo partido político de oposición: Partido de la Revolución Democrática (PRD).

  Encabezó un éxodo a la ciudad de México por las irregularidades cometidas por el PRI en las elecciones municipales de 1991.  En 1994, sus partidarios lanzaron nuevamente su candidatura ahora para la gobernatura del Estado de Tabasco.  En ese tiempo se hizo famoso por la toma de pozos petroleros junto a simpatizantes suyos como protesta por lo que consideraba un fraude electoral en su perjuicio, siendo esta su bandera personal en todas las elecciones donde el era derrotado.

  En 1995 se inició una segunda marcha por la democracia antecedida por una proclama nacional que planteaba como ejes la defensa de la soberanía nacional, la democracia, el desarrollo económico con sentido social, impedirla privatización de PEMEX.  El 9 de mayo del mismo año, participó en la iniciativa de creación de una Alianza Nacional Democrática para lograr un México más democrático y más justo según lo aseguraban; sin embargo, tanto esta alianza como la proclama anterior no tuvieron eco en el pueblo “bueno y sabio” y prácticamente nacieron muertas y muy probablemente todos estos fracasos políticos fueron incubando en su interior un resentimiento y un odio tan acendrados y que ahora los está resintiendo toda la nación mexicana.

  El 17 de abril de 1996 fue electo para la presidencia del Comité Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cargo que ocupó hasta abril de 1999.  En septiembre presenta el libro: “FOBAPROA, expediente abierto”.  El 29 de marzo del 2000 obtuvo su registro ante el Instituto electoral del Distrito Federal cargo en el que fue electo en las elecciones generales de ese año, y ahí si no hubo ninguna protesta de fraude electoral.  Sus programas sociales presentados en el discurso de “primero los pobres” caracterizaron su gobierno, lo que le ha valido el calificativo de populista, autoritario, paternalista y mesiánico.

  El 5 de septiembre de 2006, rechazó el fallo (nuevamente su bandera) del Tribunal electoral que declaró Presidente de la República a su rival el oficialista Felipe Calderón.  Después se sucedieron dos meses de denuncias de fraude y multitudinarias protestas.  Según el recuento final de votos presentados por el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) en las elecciones del dos de julio de 2006, fueron: 14,916.927 votos para Felipe Calderón y 14,683.096 sufragios para López Obrador, lo que supone una diferencia del 0.56 por ciento en favor del primero.

  El 25 de julio de 2010, anunció su participación en las elecciones presidenciales de 2012.  En el Teatro Metropólitan, tomo posesión el 11 de marzo de 2012 como candidato oficial del partido recién fundado: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia de México en el proceso electoral fijado para el 1º de julio  donde López Obrador obtuvo 15.8 millones de votos mientras que el candidato priista Enrique Peña Nieto llegó a los 19.2 millones; y nuevamente la bandera obradorista de fraude electoral hizo su aparición a pesar de que la diferencia en contra fue de casi cuatro millones de votos. El 20 de noviembre de 2012 fue nombrado presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido Morena.  A propósito del título “Movimiento de Regeneración Nacional” es el mismo que años atrás enarboló un candidato en unas elecciones de Colombia, una rara “coincidencia”.

  En noviembre de 2017, presento el Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024, convirtiéndose en candidato presidencial por tercera ocasión para las elecciones federales de 2018.  El 13 de diciembre, su partido formalizó la coalición con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES) con el nombre de “Juntos Haremos Historia”, convirtiéndose López Obrador en el candidato de los tres partidos.

  En las elecciones celebradas el 1º de julio de 2018, Andrés Manuel López Obrador, por fin, ganó la presidencia de México en su tercer intento y gracias al voto de castigo contra el PRI y su candidato José Antonio Meade.  El candidato izquierdista obtuvo el 53% de los votos, seguido del aspirante del PAN, Ricardo Anaya, con el 22% y para el candidato oficialista el 16%.

  En su primer mensaje tras ser reconocido como ganador, López Obrador presentó su proyecto para México con la garantía que no incluirá arbitrariedades, riesgos para la economía o impunidad.  Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal.  El tabasqueño insistió en que el pueblo logre la reconciliación y ponga por encima el interés general.  En su proyecto para establecer la democracia afirmó que “la corrupción no será tolerada a nadie, sea quien sea será castigado, incluyo a compañeros de lucha, a funcionarios, a los amigos y a los “FAMILIARES.  El buen juez por su casa empieza.  Tengo un gran gusto porque la gente nos dio su apoyo y su respaldo, le agradecemos todo al pueblo de México, “No les fallaré, no los decepcionare, mi gobierno descansará en tres pilares: “no mentir, no robar, no traicionar”.

  Más adelante el tabasqueño repitió que no aumentarán los impuestos ni se establecerán nuevos, se detendrá el aumento a los precios de las gasolinas y se moderarán los mismos en la electricidad, se fortalecerá el mercado interno, a la par de reiterar su promesa de duplicar pensiones a adultos mayores, apoyar a personas de bajos recursos con discapacidad y a las comunidades indígenas, para finalizar su discurso ante una plaza de la Constitución (Zócalo) abarrotada afirmó, alzando la voz, no habrá ninguna expropiación a la propiedad privada. (periódico “Zócalo” Julio 2-2018).

 Propuestas por secciones del presidente electo: Zócalo  julio 2 de 2018:

EDUCACIÓN:

=  Acceso a escuelas universitarias públicas y privadas para todos los estudiantes que aspiren a estudiar y cuenten con certificados de estudios de educación media superior

 = Incluir A 150 mil jóvenes para completar su bachillerato.  Integrar a 5 mil docentes y brindar beca anual de 29 mil pesos por alumno. Prepararlos para que continúen sus estudios superiores o encuentren trabajo.

= Cancelación o mejora de la reforma educativa y la supresión de las cuotas para que los padres de familia se hagan cargo del mantenimiento de la infraestructura educativa de los planteles.

SALUD:

= Lograr la cobertura universal de salud en medicamentos, consultorios, clínicas y hospitales gratuitos.

= Aumentar en 1% del PIB al sector público de salud.

= Implementar un “Sistema de urgencias efectivo” que responda de manera eficaz ante: infartos, traumatismos por accidentes, violencia o desastre natural.

ECONOMÍA:

= Crear una plataforma digital para obtener empleo, donde se contenga la mayor red de vacantes disponibles en el mercado laboral.

= No crear nuevos impuestos y no aumentar IVA y el ISR

= Incrementar el salario mínimo en un 15.6% anual, más inflación, para llegar a la cantidad de 171 pesos diarios al finalizar el sexenio.

ASISTENCIA SOCIAL:

= Rescatar el campo del abandono y garantizar la seguridad alimentaria del país, priorizando a las comunidades indígenas. Se fijará precios de garantía para los productos agrícolas eliminando los funestos intermediarios.  Se promoverá la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables y se otorgarán créditos blandos a los ganaderos.

= Duplicar la pensión a los adultos mayores, incluyendo a los jubilados del ISSSTE y del IMSS, mientras prohíbe las pensiones a expresidentes como parte de una política de austeridad.

= Otorgar una pensión a todas las personas que padezcan algún tipo de discapacidad.

ENERGÍA:

= Detener el proceso de rondas y revisar los contratos petroleros que ya han sido asignados, reducir o detener las exportaciones de petróleo crudo y construir dos refinerías en Tabasco y Campeche que impulse la autosuficiencia energética nacional con una inversión de 6 a 8 mil millones de dólares para producir 300 mil barriles diarios de combustible.

POLÍTICA EXTERIOR:

= Buscar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con estados unidos y Canadá y mantener la cooperación binacional con el presidente Donald Trump.

= No se aceptará el maltrato a los migrantes ni actitudes racistas, hegemónicas o prepotentes.

= Reconocer una postura consistente con la autodeterminación de los pueblos, la no intervención en la soberanía de las naciones y el respeto del orden jurídico internacional.

SEGURIDAD:

= Crear el Bloque Nacional de Seguridad donde el Presidente de la República tendrá el mando directo de todas las corporaciones.

= Sostener reuniones diarias entre el presidente y el gabinete de seguridad para definir estrategias y coordinar esfuerzos en todo el país.

= Apoyar el establecimiento de un Mando Único Policial con 32 corporaciones estatales, para la estandarización y profesionalización de las corporaciones policiacas en México.

= Eliminar el fuero al Presidente de la República y a todos los altos funcionarios para  poder procesarlos en caso de que violen los derechos humanos o hayan incurrido en corrupción.

= Establecer una “Constitución Moral” que convoque a la ciudadanía a respetar la ley y la llamada amnistía para criminales que busquen reinstalarse a la sociedad.

= Aplicar una política de austeridad que permita contar con un presupuesto suficiente para promover el desarrollo, la producción y el empleo, garantizando el bienestar de todos.  

  El sexenio y las ilusiones transformadoras se desvanecen. Poco o nada de lo prometido habrá de lograrse.  Los sueños de López Obrador no se alcanzarán y tampoco las ambiciones del luchador social.  Su nombre no pasará a la historia como el de Juárez o el de Madero como tantas veces lo pregonó, al contrario, terminará estando a la altura de los peores presidentes mexicanos de la historia como López de  Santa Anna, Victoriano Huerta, Luis Echeverría o José López Portillo.

  Dice la conseja popular: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, y es que con el voto a favor de López Obrador una mayoría de mexicanos apostaron por el pasado, por la vuelta al populismo, a los gobiernos autoritarios y nada democráticos y por un camino que apunta a la dictadura.  La sociedad mexicana nunca aprendió de las lecciones que nos dejan las dictaduras como la cubana, las de Argentina y Chile del siglo pasado--- que trajeron a México miles de refugiados--- y las actuales de Venezuela y Nicaragua.

  La sociedad mexicana no hizo caso de la narrativa de un puñado de periodistas e intelectuales que documentaron---hasta el cansancio--- las aberraciones, contradicciones y hasta boberías que proponía el hoy presidente electo.  Esa sociedad que si bien enojada con el PRI y con la partidocracia, estaría aún más indignada al descubrir que “Morena” es el bote de basura de la escoria de la clase política y de lo más cuestionable del PRI;  Morena es receptáculo de la traición, la venganza, el oportunismo, la ambición sin límite y la casa donde militan los que buscan poder y dinero fáciles y donde imperan la corrupción y la impunidad también sin límite.

viernes, 19 de abril de 2024

BOSQUEJO HISTÓRICO // Rafael Urista de Hoyos


SEXAGESIMO SEPTIMO PRESIDENTE DE MÉXICO

ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR

Presidente Constitucional de Dic. 1º de 2018 a sept. 30 de 2024.

  Andrés Manuel López Obrador nació el 13 de noviembre de 1953 en la Villa de Tepetitán, municipio de Macuspana, Tabasco.  El mayor de los siete hijos de los comerciantes Andrés Manuel López Román y Manuela Obrador González, hija de un español originario de Santander y exiliado en México a causa de la guerra civil española

  A los 13 años encontró un arma de fuego que su padre había recibido como pago de una deuda.  Comenzó a jugar con ella, y la pistola resbaló de sus manos y al caer disparó una bala que se le incrustó en la cabeza a su hermano Ramón que observaba la escena muriendo instantáneamente. Se maneja otra versión donde es Ramón el que manejaba el arma que le quitó la vida, sin embargo, como haya sido, muy posiblemente eso le haya impactado a Andrés Manuel  en su formación interior para toda su vida.

  Los estudios básicos los cursó en su estado natal. Inició sus estudios profesionales en la carrera de Ciencias Políticas y Administración Pública en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde cursó clases impartidas por el Carlos Pellicer, quien lo inició en la política.  Concluyó su carrera en 1976 y se tituló 10 años después.  El título de su tesis es: Proceso de Formación del Estado Nacional en México, 1821 – 1867.

  En el año 1976 dio comienzo su carrera política cuando apoyó la candidatura del poeta y antiguo maestro Carlos Pellicer, para senador por el Estado de Tabasco.  Desde que entró en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1976, poco después de finalizar sus estudios de ciencias políticas en la capital de país, López Obrador protagonizó una ascensión fulgurante.

En 1977, fue director del Instituto Indigenista de Tabasco, su primer cargo político, donde incluyó la edición de libros en lengua indígena y el proyecto de los camellones chontales.  Obrador llegó a presidir al PRI en Tabasco en 1983 y en 1984 la Dirección de Promoción del Instituto Nacional del Consumidor.  De esta época son sus primeros libros “Los Primeros Pasos” y “Del Esplendor a la Sombra”.  En 1988, salió del PRI para apoyar un año después a los licenciados Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, También disidentes del PRI, en la formación de un nuevo partido político de oposición: Partido de la Revolución Democrática (PRD).

  Encabezó un éxodo a la ciudad de México por las irregularidades cometidas por el PRI en las elecciones municipales de 1991.  En 1994, sus partidarios lanzaron nuevamente su candidatura ahora para la gobernatura del Estado de Tabasco.  En ese tiempo se hizo famoso por la toma de pozos petroleros junto a simpatizantes suyos como protesta por lo que consideraba un fraude electoral en su perjuicio, siendo esta su bandera personal en todas las elecciones donde el era derrotado.

  En 1995 se inició una segunda marcha por la democracia antecedida por una proclama nacional que planteaba como ejes la defensa de la soberanía nacional, la democracia, el desarrollo económico con sentido social, impedirla privatización de PEMEX.  El 9 de mayo del mismo año, participó en la iniciativa de creación de una Alianza Nacional Democrática para lograr un México más democrático y más justo según lo aseguraban; sin embargo, tanto esta alianza como la proclama anterior no tuvieron eco en el pueblo “bueno y sabio” y prácticamente nacieron muertas y muy probablemente todos estos fracasos políticos fueron incubando en su interior un resentimiento y un odio tan acendrados y que ahora los está resintiendo toda la nación mexicana.

  El 17 de abril de 1996 fue electo para la presidencia del Comité Nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cargo que ocupó hasta abril de 1999.  En septiembre presenta el libro: “FOBAPROA, expediente abierto”.  El 29 de marzo del 2000 obtuvo su registro ante el Instituto electoral del Distrito Federal cargo en el que fue electo en las elecciones generales de ese año, y ahí si no hubo ninguna protesta de fraude electoral.  Sus programas sociales presentados en el discurso de “primero los pobres” caracterizaron su gobierno, lo que le ha valido el calificativo de populista, autoritario, paternalista y mesiánico.

  El 5 de septiembre de 2006, rechazó el fallo (nuevamente su bandera) del Tribunal electoral que declaró Presidente de la República a su rival el oficialista Felipe Calderón.  Después se sucedieron dos meses de denuncias de fraude y multitudinarias protestas.  Según el recuento final de votos presentados por el Tribunal Federal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) en las elecciones del dos de julio de 2006, fueron: 14,916.927 votos para Felipe Calderón y 14,683.096 sufragios para López Obrador, lo que supone una diferencia del 0.56 por ciento en favor del primero.

  El 25 de julio de 2010, anunció su participación en las elecciones presidenciales de 2012.  En el Teatro Metropólitan, tomo posesión el 11 de marzo de 2012 como candidato oficial del partido recién fundado: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la presidencia de México en el proceso electoral fijado para el 1º de julio  donde López Obrador obtuvo 15.8 millones de votos mientras que el candidato priista Enrique Peña Nieto llegó a los 19.2 millones; y nuevamente la bandera obradorista de fraude electoral hizo su aparición a pesar de que la diferencia en contra fue de casi cuatro millones de votos. El 20 de noviembre de 2012 fue nombrado presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido Morena.  A propósito del título “Movimiento de Regeneración Nacional” es el mismo que años atrás enarboló un candidato en unas elecciones de Colombia, una rara “coincidencia”.

  En noviembre de 2017, presento el Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024, convirtiéndose en candidato presidencial por tercera ocasión para las elecciones federales de 2018.  El 13 de diciembre, su partido formalizó la coalición con el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES) con el nombre de “Juntos Haremos Historia”, convirtiéndose López Obrador en el candidato de los tres partidos.

  En las elecciones celebradas el 1º de julio de 2018, Andrés Manuel López Obrador, por fin, ganó la presidencia de México en su tercer intento y gracias al voto de castigo contra el PRI y su candidato José Antonio Meade.  El candidato izquierdista obtuvo el 53% de los votos, seguido del aspirante del PAN, Ricardo Anaya, con el 22% y para el candidato oficialista el 16%.

  En su primer mensaje tras ser reconocido como ganador, López Obrador presentó su proyecto para México con la garantía que no incluirá arbitrariedades, riesgos para la economía o impunidad.  Los cambios serán profundos, pero se darán con apego al orden legal.  El tabasqueño insistió en que el pueblo logre la reconciliación y ponga por encima el interés general.  En su proyecto para establecer la democracia afirmó que “la corrupción no será tolerada a nadie, sea quien sea será castigado, incluyo a compañeros de lucha, a funcionarios, a los amigos y a los “FAMILIARES.  El buen juez por su casa empieza.  Tengo un gran gusto porque la gente nos dio su apoyo y su respaldo, le agradecemos todo al pueblo de México, “No les fallaré, no los decepcionare, mi gobierno descansará en tres pilares: “no mentir, no robar, no traicionar”.

  Más adelante el tabasqueño repitió que no aumentarán los impuestos ni se establecerán nuevos, se detendrá el aumento a los precios de las gasolinas y se moderarán los mismos en la electricidad, se fortalecerá el mercado interno, a la par de reiterar su promesa de duplicar pensiones a adultos mayores, apoyar a personas de bajos recursos con discapacidad y a las comunidades indígenas, para finalizar su discurso ante una plaza de la Constitución (Zócalo) abarrotada afirmó, alzando la voz, no habrá ninguna expropiación a la propiedad privada. (periódico “Zócalo” Julio 2-2018).

 Propuestas por secciones del presidente electo: Zócalo  julio 2 de 2018:

EDUCACIÓN:

=  Acceso a escuelas universitarias públicas y privadas para todos los estudiantes que aspiren a estudiar y cuenten con certificados de estudios de educación media superior

 = Incluir A 150 mil jóvenes para completar su bachillerato.  Integrar a 5 mil docentes y brindar beca anual de 29 mil pesos por alumno. Prepararlos para que continúen sus estudios superiores o encuentren trabajo.

= Cancelación o mejora de la reforma educativa y la supresión de las cuotas para que los padres de familia se hagan cargo del mantenimiento de la infraestructura educativa de los planteles.

SALUD:

= Lograr la cobertura universal de salud en medicamentos, consultorios, clínicas y hospitales gratuitos.

= Aumentar en 1% del PIB al sector público de salud.

= Implementar un “Sistema de urgencias efectivo” que responda de manera eficaz ante: infartos, traumatismos por accidentes, violencia o desastre natural.

ECONOMÍA:

= Crear una plataforma digital para obtener empleo, donde se contenga la mayor red de vacantes disponibles en el mercado laboral.

= No crear nuevos impuestos y no aumentar IVA y el ISR

= Incrementar el salario mínimo en un 15.6% anual, más inflación, para llegar a la cantidad de 171 pesos diarios al finalizar el sexenio.

ASISTENCIA SOCIAL:

= Rescatar el campo del abandono y garantizar la seguridad alimentaria del país, priorizando a las comunidades indígenas. Se fijará precios de garantía para los productos agrícolas eliminando los funestos intermediarios.  Se promoverá la siembra de un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables y se otorgarán créditos blandos a los ganaderos.

= Duplicar la pensión a los adultos mayores, incluyendo a los jubilados del ISSSTE y del IMSS, mientras prohíbe las pensiones a expresidentes como parte de una política de austeridad.

= Otorgar una pensión a todas las personas que padezcan algún tipo de discapacidad.

ENERGÍA:

= Detener el proceso de rondas y revisar los contratos petroleros que ya han sido asignados, reducir o detener las exportaciones de petróleo crudo y construir dos refinerías en Tabasco y Campeche que impulse la autosuficiencia energética nacional con una inversión de 6 a 8 mil millones de dólares para producir 300 mil barriles diarios de combustible.

POLÍTICA EXTERIOR:

= Buscar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con estados unidos y Canadá y mantener la cooperación binacional con el presidente Donald Trump.

= No se aceptará el maltrato a los migrantes ni actitudes racistas, hegemónicas o prepotentes.

= Reconocer una postura consistente con la autodeterminación de los pueblos, la no intervención en la soberanía de las naciones y el respeto del orden jurídico internacional.

SEGURIDAD:

= Crear el Bloque Nacional de Seguridad donde el Presidente de la República tendrá el mando directo de todas las corporaciones.

= Sostener reuniones diarias entre el presidente y el gabinete de seguridad para definir estrategias y coordinar esfuerzos en todo el país.

= Apoyar el establecimiento de un Mando Único Policial con 32 corporaciones estatales, para la estandarización y profesionalización de las corporaciones policiacas en México.

= Eliminar el fuero al Presidente de la República y a todos los altos funcionarios para  poder procesarlos en caso de que violen los derechos humanos o hayan incurrido en corrupción.

= Establecer una “Constitución Moral” que convoque a la ciudadanía a respetar la ley y la llamada amnistía para criminales que busquen reinstalarse a la sociedad.

= Aplicar una política de austeridad que permita contar con un presupuesto suficiente para promover el desarrollo, la producción y el empleo, garantizando el bienestar de todos.  

  El sexenio y las ilusiones transformadoras se desvanecen. Poco o nada de lo prometido habrá de lograrse.  Los sueños de López Obrador no se alcanzarán y tampoco las ambiciones del luchador social.  Su nombre no pasará a la historia como el de Juárez o el de Madero como tantas veces lo pregonó, al contrario, terminará estando a la altura de los peores presidentes mexicanos de la historia como López de  Santa Anna, Victoriano Huerta, Luis Echeverría o José López Portillo.

  Dice la conseja popular: “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”, y es que con el voto a favor de López Obrador una mayoría de mexicanos apostaron por el pasado, por la vuelta al populismo, a los gobiernos autoritarios y nada democráticos y por un camino que apunta a la dictadura.  La sociedad mexicana nunca aprendió de las lecciones que nos dejan las dictaduras como la cubana, las de Argentina y Chile del siglo pasado--- que trajeron a México miles de refugiados--- y las actuales de Venezuela y Nicaragua.

  La sociedad mexicana no hizo caso de la narrativa de un puñado de periodistas e intelectuales que documentaron---hasta el cansancio--- las aberraciones, contradicciones y hasta boberías que proponía el hoy presidente electo.  Esa sociedad que si bien enojada con el PRI y con la partidocracia, estaría aún más indignada al descubrir que “Morena” es el bote de basura de la escoria de la clase política y de lo más cuestionable del PRI;  Morena es receptáculo de la traición, la venganza, el oportunismo, la ambición sin límite y la casa donde militan los que buscan poder y dinero fáciles y donde imperan la corrupción y la impunidad también sin límite.

 

domingo, 14 de abril de 2024

BOSQUEJO HISTÓRICO // Rafael Urista de Hoyos


SEXAGESIMO SEXTO PRESIDENTE DE MÉXICO

LICENCIADO ENRIQUE PEÑA NIETO

Presidente Constitucional de Dic. 1º de 2012 a 30 de Nov. De 2018.

  Nació el 20 de julio de 1966 en Atlacomulco, Estado de México.  Es licenciado en derecho por la Universidad Panamericana y tiene una maestría en administración por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

  Enrique Peña Nieto comenzó a trabajar en el servicio público desde joven, ocupando diversas posiciones en el gobierno del Estado de México, donde también fue coordinador del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

  En 2005 contendió por la gubernatura del Estado de México.  Durante su campaña recorrió el Estado escuchando a la gente y firmando compromisos de obra pública ante notario.  Así, obtuvo la gubernatura de la entidad más poblada del país para el período 2005-2011.  En su gestión logró importantes avances en materia de infraestructura y servicios públicos.

  En 2012 con una plataforma de 266 compromisos definidos y firmados ante notario a lo largo de todo el país durante su campaña como aspirante a la presidencia de la República, y la convicción de transformar los sectores estratégicos de la mano de la sociedad civil y de los diferentes niveles de gobierno y de la pluralidad de fuerzas políticas, Enrique Peña Nieto ganó las elecciones presidenciales en los comicios efectuados el 1º de julio de ese año (2012).

  Durante el sexenio que estaba por iniciarse el presidente Peña Nieto leyó que llevaría  a cabo reformas estructurales y políticas públicas innovadoras, con el objetivo, como el lo prometió en su campaña, hacer de México un país de paz e incluyente, una sociedad mejor preparada y más prospera, y una nación soberana que actúa con responsabilidad ante la comunidad internacional; resumiendo el discurso de su toma de posesión que como ustedes seguramente se dieron cuenta en esa ocasión, no fue más que un simple discurso demagógicamente político.

Al finalizar su administración y un día antes de entregar el cargo al nuevo mandatario, nos endilgó un resumen informativo de los resultados de su administración, contenidos en una serie de exitosas reformas que supuestamente acercaban a nuestro país en el concierto de las naciones más adelantadas del orbe:

  “Las reformas estructurales amplíaron los derechos de las personas ---como la Reforma Educativa, la nueva Ley de Amparo, el Código Nacional de procedimientos Penales y la de Reforma Regulatoria--- fortalecieron la productividad y la competitividad de nuestra economía--- como la Reforma Laboral, aprobada en el período de transición; la Financiera, la de Competencia económica, la de Telecomunicaciones, la Hacendaria, la de Disciplina Financiera para las Entidades Federativas y los Municipios, y la Energética--- y consolidaron nuestro régimen institucional--- como la Reforma Política-Electoral, la Reforma Anticorrupción y la de Transparencia.”

  “Hoy, nuestro país ha sido capaz de transformarse gracias a los acuerdos que forjamos al interior, y también los que negociamos en el exterior.  Al término de este sexenio, contamos con importantes fortalezas:

--Estabilidad política, social y económica.

--Finanzas públicas sanas, con 78 por ciento más contribuyentes que hace seis años y una deuda manejable y decreciente.

--La inflación más baja para un sexenio desde hace casi 50 años.

--La creación de más de 4 millones de nuevos de trabajo formales.

--Un nuevo modelo energético, que permite recuperar nuestra condición de potencia 

   En este sector y liberar recursos públicos para fines sociales.

--La mayor inversión extranjera directa de nuestra historia, por más de 2000 mil millones de dólares, además de inversiones ya comprometidas por casi los mismos doscientos mil millones de dólares, tan sólo en el sector energético.

--Los menores porcentajes de pobreza y de carencias sociales desde que se tiene registro.

--Un nuevo modelo educativo, que se implementa en las aulas a partir del ciclo escolar 2018-2019.

--Proyectos de telecomunicaciones en marcha que permitirán dar servicio de internet de banda ancha, por lo menos al 90% de la población para el año 2024.

--El doble de capacidad portuaria que existía al inicio de este gobierno.

--Una renovada red de carreteras y proyectos ferroviarios y aeroportuarios de gran escala.

--Y un conjunto de tratados comerciales de nueva generación y relaciones estrechas con todos los países con los que compartimos principios e intereses.”

Finalmente, el presidente Peña Nieto nos afirma que, en adelante, contribuirá al bienestar de México desde el ámbito privado.

  El presidente Enrique Peña Nieto deja saldos negativos a nivel económico, político y social. 

  La doctora Ivonne Acuña Murillo nos deja los siguientes comentarios respecto del sexenio de Enrique Peña Nieto:

 Como perdido ha sido calificado por diversos sectores, el sexenio de Enrique Peña Nieto.  Perdido para el Estado y la sociedad mexicana, pero no para él y la élite que representa.

  Pareciera que seis años son poco tiempo, casi nada en la larga historia de una nación; sin embargo, en un país que se desangra, un sexenio es una eternidad.  Una oportunidad desperdiciada, un tiempo valioso que se disolvió ante la mirada indolente y cómplice de los poderosos y la desesperación y el horror de una población indefensa y abandonada a su suerte.  Debería de existir una sanción para el que despilfarra así el dinero y el tiempo de millones de personas.

  Aunque tarde pero ahora les damos la razón a aquellos que durante la campaña presidencial de 2012 advertían de los riesgos de elegir al peor de los candidatos, aquel de “cara bonita” y “pocas ideas”, aquel que sin ser el cerebro de su grupo político, crearía la oportunidad para que quienes le apoyaron en su vertiginosa carrera política se enriquecieran al amparo del poder político: y más aún, teniendo el precedente del mismo personaje que como gobernador del Estado de México instauró un sistema de corrupción que lo cambió de una simple riqueza a un gran millonario.

  Por supuesto para quien ya se va, seis años fueron suficientes para continuar con el fortalecimiento de ciertos empresarios, medios de comunicación y otros grupos fácticos, por lo que no se puede hablar de tiempo perdido, como en el caso de la población.

  Un claro ejemplo es el de Germán Larrea, que de acuerdo con los reportes de la revista “Forbes” aumentó su fortuna de 16,000 millones a 17,300 millones en esos seis años. Asimismo, según datos del informe “Billonaires report”  2018 de la banca suiza UBS, en un año, la fortuna de 16 mexicanos sumó 16 mil millones de dólares, 21% más que en 2017. En contraste de 2012 a 2016, los niveles de pobreza y desigualdad han permanecido constantes y el ingreso de las familias mexicanas ha sufrido gran caída.  De esta manera, el empleo en México se caracteriza, en esos seis años perdidos, por la generación de más puestos de trabajo formal ---como lo manifiesta Peña Nieto en su informe---  con cuatro millones de nuevos empleos pero con salarios en extremo precarios.

  Pero no se piense que Peña Nieto se vio perjudicado en sus ingresos por la pérdida adquisitiva del salario, ni la precarización de éste ni el bajo, muy bajo crecimiento de la economía.  El sitio “La Silla rota” publicó, basados en datos de la Secretaría de la Función Pública, que el patrimonio del todavía presidente aumentó en un 60%, pues cuando inició su mandato tenía en sus cuentas bancarias 14 millones, trece mil cien pesos, y al término de éste suma 22 millones 277 mil 967 pesos.

  Por supuesto, a simple vista la cifra no es escandalosa; sin embargo, el aumento desmedido de la deuda pública, los conflictos de interés durante su administración, la Estafa Maestra, etcétera, llevan a pensar en sumas infinitamente superiores, mismas que, por supuesto, la Función Pública no reportaría; por ejemplo, en la Estafa Maestra se comprobó un desvío millonario de recursos públicos de 7 mil 670 millones de pesos, de los cuales se puede pensar,  (“piensa mal y acertarás” dijo Maquiavelo) que por lo menos la mitad fue a parar a los bolsillos del “cara bonita” presidente.

  Pareciera que la alternancia del PRI y el PAN en la silla `presidencial rompió la reputada tradición no escrita de “roba pero deja para el que viene”, máxima que se aplicaba cuando el que venía pertenecía al mismo partido.  Paradógicamente, la relativa democratización de la vida política trajo consigo un aumento notorio de la corrupción política, la impunidad y la rapacidad voraz, aún y cuando se efectuó el cambio de partido en la presidencia, pues el sistema podrido siguió de igual manera.

  Efectivamente, en este sexenio peñanietista se alcanzó el propósito no declarado de las elites en México (el1% de la población) de ser los dueños de la mayor cantidad de recursos posibles, entiéndase petróleo, minerales, metales preciosos, agua, maderas preciosas, etcétera, en detrimento, por supuesto, de las grandes mayorías (el99% restante); y en un amplio panorama todo eso se puede aplicar, sin temor a equivocarse, a todo el mundo.

  En otro orden de ideas, el presidente Peña Nieto hereda a la próxima administración una deuda externa que asciende a 10.8 billones de pesos, duplicando la deuda pública en sus 6 años de mandato, el monto más alto del que se tenga registro.  Resalta aquí que a pesar de un crecimiento tan elevado de la deuda, es el primer sexenio en que el gasto público no contribuye con el crecimiento económico, y la pregunta obligada es que si tal deuda no se utilizó para generar un mayor crecimiento económico, ¿en que se utilizó?

  Como dato para la historia queda que el de Enrique Peña Nieto ha sido un sexenio perdido para la población no así para las élites política y económica.  Sin embargo, no sólo en materia económica se ha perdido, también en materia de violencia e inseguridad al ser el sexenio que termina más violento que el anterior, en materia de impunidad, de violación de derechos humanos, creación de oportunidades para las personas de escasos recursos, para mujeres y jóvenes, para reducir la desigualdad social y detener la terrible desintegración social que vive el país.

  Para finalizar y de acuerdo con datos de la encuestadora “Parametría”,  Peña tuvo una aprobación promedio durante su administración de 38%.  Esto se traduce en que 6 de cada 10 mexicanos desaprobaron su desempeño a lo largo de seis años; para el 81% de las personas encuestadas hizo menos de lo que se esperaba, contrastando con el 11% que afirmó que hizo lo que se esperaba y el 5% que cree hizo más de lo esperado; el 5% considera que entrega un país igual de malo y el 73% un país peor. Los rubros peor calificados son combate:  a la pobreza (76%), a la corrupción (78%),                                         
al narcotráfico (82%) y a la delincuencia (84%).

domingo, 7 de abril de 2024

BOSQUEJO HISTÓRICO // Rafael Urista de Hoyos


SEXAGESIMO QUINTO PRESIDENTE DE MÉXICO.

FELIPE DE JESÚS CALDERÓN HINOJOSA

Presidente Constitucional: de dic. 1º de 2006 a nov. 30 de 2012

  Nació el 18 de agosto de 1962 en la ciudad de Morelia, Michoacán.  Fue en el Partido Acción Nacional (PAN) donde conoció a su esposa, Margarita Zavala.  Tiene tres hijos, María, Luis Felipe y Juan Pablo.  Antes de ser presidente de México, vivió en la colonia Las Aguilas, al sur de la ciudad de México, donde vive actualmente.

  Es abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho (1987).  Obtuvo la maestría en economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), así como la maestría en administración pública por la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad Harvard en los Estados Unidos.

  Fue secretario nacional de acción juvenil, secretario de estudios y secretario general del partido Acción Nacional (PAN).  Entre 1996 y 1999 fue presidente del Comité Ejecutivo Nacional, órgano ejecutivo del PAN.  Durante su gestión, su partido
ganó las gubernaturas de Nuevo León, Querétaro y Aguascalientes, así como 14 capitales de estado, entre ellas Monterrey. Fue representante por mayoría en la Asamblea del Distrito Federal y diputado federal por representación nacional (diputado de partido o plurinominal) en dos ocasiones.  En 1987, fue secretario de Estudios del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, el cual presidía Luis H. Álvarez.

  En 1988, a los 26 años de edad, contendió por su partido a representante  de la Asamblea de Representantes  del Distrito Federal y ganó una curul de mayoría relativa por el XXXIX (treinta y nueve) distrito electoral local.  Hasta antes de su victoria en las elecciones presidenciales esta había sido la única vez que había triunfado en una votación para un cargo de elección popular, ya que, hasta entonces, sólo había sido candidato por representación proporcional (diputado de partido).

  Al término de se período como representante, fue diputado local de 1991 a 1994, tiempo durante el cual ocupó la Secretaría de la Comisión de Comercio de la Cámara de Diputados y participó en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

  En 1993, poco antes de concluir su periodo como diputado federal, fue elegido secretario general de su partido, cuando Carlos Castillo Peraza era presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) .  Durante ese período, también fue representante del PAN ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral, cargo que dejó en 1995..

  Tras concluir su período como legislador federal se postuló en 1995 como candidato a gobernador de Michoacán, su estado natal, entidad donde el panismo aún no contaba con una presencia electoral importante.  No obtuvo el cargo, pero aumentó la votación a favor de su partido (25%) en las elecciones.  Posteriormente fue elegido presidente del Comité Ejecutivo Nacional de su partido para el período 1996-1999.

  En el año 2003 se incorporó al banco estatal de Banobras y posteriormente al gabinete del presidente Fox Quesada como Secretario de Energía, cargo al que renunciaría poco tiempo después, luego de supuestas presiones del presidente cuando se autopostuló para la candidatura a la presidencia de la República por su partido.

  Entre sus participaciones en organismos de política internacional, se cuenta de su participación en el grupo  “Líderes Mundiales del Futuro” del Foro Mundial, del cual es miembro desde 1997, así como en la Internacional Demócrata Cristiana, de la que es vicepresidente desde 1998.

  Felipe Calderón fue elegido candidato del Partido Acción Nacional en una elección interna a finales de 2005.  En ellas derrotó al exsecretario de Gobernación Santiago Creel, y al exgobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas Jiménez, con un muy amplio margen.  Calderón acepto la nominación de su partido el 4 de diciembre de 2005, y comenzó oficialmente su campaña en enero de 2006.

  Felipe Calderón triunfó en la más competida elección presidencial de toda la historia de México.  Por sólo medio punto porcentual y con casi quince millones de sufragios a su favor, venció a su principal competidor, Andrés Manuel López Obrador, quien obtuvo doscientos treinta mil votos menos que el ganador de la contienda, dejando muy atrás, en tercer lugar, a Roberto Madrazo Pintado, candidato del otrora partido aplanadora, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que fue desplazado de las preferencias ciudadanas, que llevaron al partido Acción Nacional (PAN) nuevamente a la Presidencia de la República y consagraron al Partido de la Revolución Democrática (PRD) como segunda fuerza electoral del país.

  Mientras López Obrador y el PRD cuestionaron los resultados y pidieron un recuento completo de los votos, la victoria de Calderón se confirmó meses después, el 5 de septiembre de 2006, por el Tribunal Federal Electoral.  La ceremonia de toma de posesión de Calderón en el Congreso de la Unión fue tensa y duró menos de 5 minutos, ya que sólo recitó el juramento del cargo mientras los legisladores del PRD gritaban en protesta por un inexistente fraude electoral, y luego abandonó rápidamente el edificio por razones de seguridad.

  A la hora decisiva, el electorado prefirió, por medio punto porcentual, a Calderón, pues fueron más efectivas las propuestas concretas de Calderón respecto a la seguridad, al empleo y el combate a la miseria, que los ofrecimientos populistas de López Obrador, portador de un mensaje que  los mexicanos ya habíamos escuchado en los días de los presidentes Echeverría y López Portillo y que en ese entonces nos condujeron a terribles crisis económicas.

  Los días que siguieron al 2 de julio fueron muy complicados, cuando López Obrador, al negarse a reconocer el triunfo de Calderón, no sólo impugnó por la vía judicial los resultados, sino que tomó las vías de los hechos, para apoderarse de calles y plazas, coaccionar al Instituto Federal Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para que anulara la elección.  Soportando la presión de los seguidores de López Obrador y a pesar de las amenazas de dislocar la paz social, ambas instituciones resolvieron conforme a derecho y respetaron la voluntad de la mayoría de los ciudadanos mexicanos, apegándose a la regla de oro de la democracia: gana el que obtiene el mayor número de votos así sea que ese número represente a sólo un voto.

  Su presidencia estuvo marcada por el inicio de la guerra contra el narcotráfico, que comenzó casi inmediatamente después de que asumió el cargo, y fue considerada por muchos observadores como una estrategia para ganar legitimidad popular después de las complicadas elecciones.  Calderón aprobó la “operación Michoacán”, el primer despliegue a gran escala de tropas federales contra los cárteles de la droga.  Al final de su administración, el número oficial de muertes relacionadas de la guerra contra las drogas fue de al menos 60,000.  La tasa de homicidios se disparó durante su presidencia y alcanzó su punto máximo en 2010 y disminuyó durante los dos últimos años de su mandato.

  Su administración también estuvo marcada por la “gran recesión”, que resultó de una caída de 4,7% en el producto interno bruto (el PIB) en 2009.  Una recuperación económica del año siguiente dio lugar a un crecimiento del 5,11%.  En 2007 estableció “Pro México”, un fondo de fideicomiso público que promueve los intereses de México en el comercio internacional y la inversión.  El total de la inversión extranjera directa durante la presidencia de Calderón fue de $70,494 millones de dólares.  Como resultado del paquete “anticíclico” aprobado en 2009 para abordar los efectos de la recesión mundial, la deuda nacional aumentó del 22.2% al 35% del PIB en diciembre de 2012, en consecuencia, la tasa de pobreza aumentó de 43% a 46%.

  Otros eventos importantes durante la presidencia de Calderón incluye la aprobación en 2008 de las reformas a la justicia penal ( implementada en su totalidad en 2016 en el sexenio siguiente de Enrique Peña Nieto), el manejo exitoso de la pandemia de gripe en 2009, el establecimiento en 2010 de la Agencia Espacial Mexicana, la fundación en 2011  de la “Alianza del Pacífico” y el logro de la atención médica universal a través del Seguro Popular (aprobado por la administración Fox) en 2012.  Bajo la administración de Calderón se crearon 16 nuevas áreas naturales protegidas.

  Felipe Calderón Hinojosa llega a la presidencia en un momento crucial de nuestra historia.  Recibe  un país dividido con un clima de efervescencia política y bajo la tensión producto de un oponente resentido lleno de odio y dispuesto a obstruir el avance nacional.  Por ello, Calderón tiene frente a sí el más grande reto que presidente alguno a tenido que enfrentar:  conseguir primero la conciliación y, luego,  el progreso común con desarrollo económico y con justicia social.

  Felipe Calderón está consiente de su ingreso a la historia de México.  Por ello ha propuesto como meta a alcanzar que los mexicanos un país que corresponda a los sueños que para nosotros tuvo José Marí Morelos y Pavón, el caudillo de la independencia, el más grande estadista que México ha dado al mundo.  Calderón, a quien la figura del “Siervo de la Nación” sirve de inspiración y de bandera, ha dicho que Morelos concibió: “un país donde fuese una realidad el que la soberanía se depositara en el pueblo y fuese ejercida sólo por sus representantes, un país donde fuésemos iguales ante la ley, con división de poderes, en el que se moderaran opulencia e indigencia y se alejasen así la ignorancia, la rapiña y el hurto”.

  A casi dos siglos del inicio de la guerra de Independencia, a casi dos siglos en que Morelos redactara los “Sentimientos de la Nación”, Felipe Calderón simplemente propone que se cumplan y se hagan efectivos los sueños del Generalísimo Morelos.  Estamos hablando de una deuda que tiene casi doscientos años de haberse contraído.