SEXAGESIMO QUINTO PRESIDENTE DE MÉXICO.
FELIPE DE
JESÚS CALDERÓN HINOJOSA
Presidente
Constitucional: de dic. 1º de 2006 a nov. 30 de 2012
Nació el 18 de agosto de 1962 en la
ciudad de Morelia, Michoacán. Fue en el
Partido Acción Nacional (PAN) donde conoció a su esposa, Margarita Zavala. Tiene tres hijos, María, Luis Felipe y Juan
Pablo. Antes de ser presidente de México,
vivió en la colonia Las Aguilas, al sur de la ciudad de México, donde vive
actualmente.
Es abogado egresado
de la Escuela Libre de Derecho (1987).
Obtuvo la maestría en economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de
México (ITAM), así como la maestría en administración pública por la Escuela de
Gobierno John F. Kennedy de la Universidad Harvard en los Estados Unidos.
Fue secretario
nacional de acción juvenil, secretario de estudios y secretario general del
partido Acción Nacional (PAN). Entre
1996 y 1999 fue presidente del Comité Ejecutivo Nacional, órgano ejecutivo del
PAN. Durante su gestión, su partido
ganó
las gubernaturas de Nuevo León, Querétaro y Aguascalientes, así como 14
capitales de estado, entre ellas Monterrey. Fue representante por mayoría en la
Asamblea del Distrito Federal y diputado federal por representación nacional
(diputado de partido o plurinominal) en dos ocasiones. En 1987, fue secretario de Estudios del
Comité Ejecutivo Nacional del PAN, el cual presidía Luis H. Álvarez.
En 1988, a los 26
años de edad, contendió por su partido a representante de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal y ganó una curul de
mayoría relativa por el XXXIX (treinta y nueve) distrito electoral local. Hasta antes de su victoria en las elecciones
presidenciales esta había sido la única vez que había triunfado en una votación
para un cargo de elección popular, ya que, hasta entonces, sólo había sido
candidato por representación proporcional (diputado de partido).
Al término de se
período como representante, fue diputado local de 1991 a 1994, tiempo durante
el cual ocupó la Secretaría de la Comisión de Comercio de la Cámara de
Diputados y participó en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de
América del Norte.
En 1993, poco antes
de concluir su periodo como diputado federal, fue elegido secretario general de
su partido, cuando Carlos Castillo Peraza era presidente del Comité Ejecutivo Nacional
(CEN) . Durante ese período, también fue
representante del PAN ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral,
cargo que dejó en 1995..
Tras concluir su
período como legislador federal se postuló en 1995 como candidato a gobernador
de Michoacán, su estado natal, entidad donde el panismo aún no contaba con una
presencia electoral importante. No
obtuvo el cargo, pero aumentó la votación a favor de su partido (25%) en las elecciones. Posteriormente fue elegido presidente del
Comité Ejecutivo Nacional de su partido para el período 1996-1999.
En el año 2003 se
incorporó al banco estatal de Banobras y posteriormente al gabinete del
presidente Fox Quesada como Secretario de Energía, cargo al que renunciaría poco
tiempo después, luego de supuestas presiones del presidente cuando se
autopostuló para la candidatura a la presidencia de la República por su partido.
Entre sus
participaciones en organismos de política internacional, se cuenta de su
participación en el grupo “Líderes
Mundiales del Futuro” del Foro Mundial, del cual es miembro desde 1997, así
como en la Internacional Demócrata Cristiana, de la que es vicepresidente desde
1998.
Felipe Calderón fue
elegido candidato del Partido Acción Nacional en una elección interna a finales
de 2005. En ellas derrotó al exsecretario
de Gobernación Santiago Creel, y al exgobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas
Jiménez, con un muy amplio margen.
Calderón acepto la nominación de su partido el 4 de diciembre de 2005, y
comenzó oficialmente su campaña en enero de 2006.
Felipe Calderón
triunfó en la más competida elección presidencial de toda la historia de México. Por sólo medio punto porcentual y con casi
quince millones de sufragios a su favor, venció a su principal competidor,
Andrés Manuel López Obrador, quien obtuvo doscientos treinta mil votos menos
que el ganador de la contienda, dejando muy atrás, en tercer lugar, a Roberto
Madrazo Pintado, candidato del otrora partido aplanadora, el Partido
Revolucionario Institucional (PRI), que fue desplazado de las preferencias
ciudadanas, que llevaron al partido Acción Nacional (PAN) nuevamente a la
Presidencia de la República y consagraron al Partido de la Revolución
Democrática (PRD) como segunda fuerza electoral del país.
Mientras López
Obrador y el PRD cuestionaron los resultados y pidieron un recuento completo de
los votos, la victoria de Calderón se confirmó meses después, el 5 de
septiembre de 2006, por el Tribunal Federal Electoral. La ceremonia de toma de posesión de Calderón
en el Congreso de la Unión fue tensa y duró menos de 5 minutos, ya que sólo
recitó el juramento del cargo mientras los legisladores del PRD gritaban en
protesta por un inexistente fraude electoral, y luego abandonó rápidamente el
edificio por razones de seguridad.
A la hora decisiva,
el electorado prefirió, por medio punto porcentual, a Calderón, pues fueron más
efectivas las propuestas concretas de Calderón respecto a la seguridad, al
empleo y el combate a la miseria, que los ofrecimientos populistas de López
Obrador, portador de un mensaje que los
mexicanos ya habíamos escuchado en los días de los presidentes Echeverría y
López Portillo y que en ese entonces nos condujeron a terribles crisis
económicas.
Los días que
siguieron al 2 de julio fueron muy complicados, cuando López Obrador, al
negarse a reconocer el triunfo de Calderón, no sólo impugnó por la vía judicial
los resultados, sino que tomó las vías de los hechos, para apoderarse de calles
y plazas, coaccionar al Instituto Federal Electoral y al Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación, para que anulara la elección. Soportando la presión de los seguidores de
López Obrador y a pesar de las amenazas de dislocar la paz social, ambas
instituciones resolvieron conforme a derecho y respetaron la voluntad de la
mayoría de los ciudadanos mexicanos, apegándose a la regla de oro de la
democracia: gana el que obtiene el mayor número de votos así sea que ese número
represente a sólo un voto.
Su presidencia estuvo
marcada por el inicio de la guerra contra el narcotráfico, que comenzó casi
inmediatamente después de que asumió el cargo, y fue considerada por muchos
observadores como una estrategia para ganar legitimidad popular después de las
complicadas elecciones. Calderón aprobó
la “operación Michoacán”, el primer despliegue a gran escala de tropas
federales contra los cárteles de la droga.
Al final de su administración, el número oficial de muertes relacionadas
de la guerra contra las drogas fue de al menos 60,000. La tasa de homicidios se disparó durante su
presidencia y alcanzó su punto máximo en 2010 y disminuyó durante los dos
últimos años de su mandato.
Su administración
también estuvo marcada por la “gran recesión”, que resultó de una caída de 4,7%
en el producto interno bruto (el PIB) en 2009.
Una recuperación económica del año siguiente dio lugar a un crecimiento
del 5,11%. En 2007 estableció “Pro
México”, un fondo de fideicomiso público que promueve los intereses de México
en el comercio internacional y la inversión.
El total de la inversión extranjera directa durante la presidencia de
Calderón fue de $70,494 millones de dólares.
Como resultado del paquete “anticíclico” aprobado en 2009 para abordar
los efectos de la recesión mundial, la deuda nacional aumentó del 22.2% al 35%
del PIB en diciembre de 2012, en consecuencia, la tasa de pobreza aumentó de 43%
a 46%.
Otros eventos
importantes durante la presidencia de Calderón incluye la aprobación en 2008 de
las reformas a la justicia penal ( implementada en su totalidad en 2016 en el
sexenio siguiente de Enrique Peña Nieto), el manejo exitoso de la pandemia de
gripe en 2009, el establecimiento en 2010 de la Agencia Espacial Mexicana, la
fundación en 2011 de la “Alianza del
Pacífico” y el logro de la atención médica universal a través del Seguro
Popular (aprobado por la administración Fox) en 2012. Bajo la administración de
Calderón se crearon 16 nuevas áreas naturales
protegidas.
Felipe Calderón
Hinojosa llega a la presidencia en un momento crucial de nuestra historia. Recibe
un país dividido con un clima de efervescencia política y bajo la
tensión producto de un oponente resentido lleno de odio y dispuesto a obstruir
el avance nacional. Por ello, Calderón
tiene frente a sí el más grande reto que presidente alguno a tenido que
enfrentar: conseguir primero la
conciliación y, luego, el progreso común
con desarrollo económico y con justicia social.
Felipe Calderón está
consiente de su ingreso a la historia de México. Por ello ha propuesto como meta a alcanzar
que los mexicanos un país que corresponda a los sueños que para nosotros tuvo
José Marí Morelos y Pavón, el caudillo de la independencia, el más grande
estadista que México ha dado al mundo.
Calderón, a quien la figura del “Siervo de la Nación” sirve de
inspiración y de bandera, ha dicho que Morelos concibió: “un país donde fuese
una realidad el que la soberanía se depositara en el pueblo y fuese ejercida
sólo por sus representantes, un país donde fuésemos iguales ante la ley, con
división de poderes, en el que se moderaran opulencia e indigencia y se
alejasen así la ignorancia, la rapiña y el hurto”.
A casi dos siglos del
inicio de la guerra de Independencia, a casi dos siglos en que Morelos
redactara los “Sentimientos de la Nación”, Felipe Calderón simplemente propone
que se cumplan y se hagan efectivos los sueños del Generalísimo Morelos. Estamos hablando de una deuda que tiene casi
doscientos años de haberse contraído.
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