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La tiradora mexicana debutará en Juegos
Olímpicos el próximo mes de julio y la “paciencia” ha sido su aliada ante la
pandemia; tendrá cuatro justas previas a la de Japón
Después
de atravesar un año complejo por los estragos causados por la pandemia del covid-19,
la tiradora mexicana Alejandra Ramírez Caballero, abrió el sendero que la
llevará a sus primeros Juegos Olímpicos en Tokio, Japón, pues visualiza hasta
cuatro justa previas a la cita nipona, ya que en el 2020, sólo pudo ver acción
en tres competencias internacionales, como fueron el Gran Prix de España, el
Grand Prix de Marruecos y la Copa del Mundo en Chipre; ante esta situación su
mejor aliada, según ella, ha sido “la paciencia”.
Ramírez
Caballero, ha tenido que esperar para estrenarse en el evento olímpico de
Tokio, al igual que miles de atletas de todo el mundo, pues el aplazamiento de
los Juegos fue inevitable el año pasado, esto debido a los riesgos del
coronavirus, un hecho que acompaña en la historia a las cancelaciones de las
justas de 1916, 1940 y 1944, que fueron suspendidas por la Primera y Segunda
Guerra Mundial.
Por
lo anterior, la tiradora compartió a la Comisión Nacional de Cultura Física y
Deporte (CONADE), que “no hay que dar las cosas por hecho”, frase que acompaña
con sus tres deseos para este 2021, como son: salud para su familia,
prosperidad personal y deportiva, así como una medalla olímpica. Además, la
jalisciense de 23 años, realizó un balance general del año pasado y aseguró que
pese a las adversidades y la cancelación de varias competencias, cierra el año “bien”,
enfocada en sus entrenamientos para tener un óptimo debut en la capital
japonesa, pues nunca dejó de aprovechar el tiempo y ver el lado positivo a esta
desafortunada situación de salud mundial.
“No
sabes qué va a pasar mañana, por eso hay que vivir más los momentos y ser más
agradecidos, porque en el plano deportivo tengo mi lugar en Juegos Olímpicos,
competí, entrené, pero la pandemia ocasionó la cancelación; sin embargo, no he
perdido mi enfoque, me motiva mucho ir a Tokio y me doy cuenta que soy una
persona fuerte”, dijo.
“Sí
ha sido un año muy difícil, personalmente, a mí me pegó muy fuerte, pero
también me fortaleció, me hizo ver que soy muy afortunada en muchas cuestiones
de mi vida y que todo pasa. Mientras estamos en esta situación hay que ver el
lado positivo, no estar con la carga de lamentarnos y sobre todo me ha hecho
una persona más paciente”, compartió.
Fue
la medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, lo que le dio su
boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio, pero su fogueo, que fue interrumpido
por la pandemia, se reactivó en campo desde junio de 2020, pero sin competencia
alguna.
Trabajo
psicológico, fundamental para su preparación
La tiradora
mexicana también detalló que tras declararse el confinamiento, aprovechó el
tiempo para cambiar de escopeta, con la que ahora se siente más segura y con
más nivel rumbo a la cita olímpica, aunado a que su trabajo mental, de la mano
de su psicólogo, ha sido de suma importancia en su deporte en estos últimos
meses.
“Mi
psicólogo me ha ayudado mucho, a veces dejamos cosas para después, pero esto sí
lo he abarcado y siento que ha habido un cambio, porque soy muy explosiva y
para mi deporte no es tan bueno, hay que tener calma mental. Que cuando tire,
mi mente no se vaya; es importante estar con pensamientos enfocados en el tiro
y tener más seguridad en mí, pero sobre todo no tener miedo a fallar, esas
cuestiones son vitales porque a veces hacemos cosas inconscientes”, puntualizó.
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