DECIMO OCTAVO PRESIDENTE DE MÉXICO
JOSÉ JOAQUÍN
DE HERRERA
Presidente
interino: Sept. 12 a 21 de 1844
Presidente
Constitucional: Dic. 6, 1844 a dic. 30 de 1845
Junio 3 de 1848 a enero 15 de 1851.
El día 12 de junio de
1848 se retiran de la capital las tropas invasoras e inician la evacuación de
todo el territorio nacional, y hoy mismo llega a la ciudad de México el
Presidente Herrera y vuelve a ser izado en el Palacio Nacional el pabellón
mexicano en medio de salvas de artillería y júbilo del pueblo.
Apenas iniciaba el
general Herrera su gobierno, cuando estalló un nuevo pronunciamiento, el del
presbítero Celedonio Domeco de Jarauta, aventurero español que había dejado su
curato para convertirse en guerrillero durante la invasión angloamericana, y
que ahora se levantaba en armas desconociendo al gobierno y proclamando la
continuación de la guerra contra los yanquis.
Poco le duró el gusto
al cura y aunque fue secundado por el eterno traidor Mariano Paredes y
Arrillaga, fue derrotado por el general José Vicente Miñón, mandado por Herrera
en su persecución, quien tomó prisionero al cura rebelde y lo fusiló en la mina
La Valenciana de Guanajuato. El general
Predes logra escapar huyendo al extranjero.
El general Herrera
tenía una cualidad que lo distinguía de los militares de su época: era
extremadamente honrado. Así lo demostró
en sus primeras dos administraciones, en las que la austeridad fue
característica de su gobierno.
Pero sólo hasta su
tercer mandato, y sin que lo detuviera su quebrantada salud, pudo impulsar el
proyecto de los liberales moderados, apoyado en dos brillantes ministros: Mariano Riva Palacio y Mariano Otero,
considerado éste último el padre del amparo.
La administración del
general Herrera comenzó días antes de que el ejército de los Estados Unidos se
retirara de la ciudad de México, luego de más de un año de ocupación. Tuvo que gobernar a un país que había perdido
más de la mitad de su territorio con los quince millones de pesos o dólares (la
paridad peso-dólar era la misma en ese tiempo) que Estados Unidos pagó por el
despojo.
La indemnización se
consumó rápidamente. Una parte fue destinada
a cubrir la deuda inglesa, otra a la pacificación del país, y la mayor parte
sirvió para pagar los sueldos de la burocracia, ya que el Presidente Herrera
logró del nuevo Presidente de Estados Unidos, Zachary Taylor, que la
indemnización se pagara íntegramente.
El general José
Joaquín de Herrera nació en Jalapa, Veracruz, el 23 de febrero de 1792. Después de desempeñar la presidencia de la
República prestó grandes servicios a la Patria, logrando entregar el poder de
manera pacífica y constitucional, hecho que no se veía desde 1829. Murió en la ciudad de México el 10 de febrero
de 1854.
DECIMO NOVENO PRESIDENTE DE MÉXICO
GENERAL MARIANO ARISTA
Presidente Constitucional:
Enero 15, 1851 a enero 5, 1853.
Aunque la escisión
entre los partidos era profunda, y los conservadores seguían solapadamente a
favor del establecimiento de la monarquía, las elecciones se hicieron en paz
resultando electo para la Presidencia de la República, el general don Mariano
Arista quien toma posesión de su cargo el 15 de enero de 1851.
Hombre valiente a
toda prueba, muy laborioso, era liberal moderado, pero admiraba a muchos
personajes del partido conservador aunque muchos de ellos pretendían establecer
la forma de gobierno colonial, y que trataban de influir en la dirección de los
negocios públicos.
El principio del
gobierno del general Arista, fue muy difícil;
hubo frecuentes cambios en el gabinete, la Hacienda pública estaba en
bancarrota y aun así trató de organizar al ejército logrando acabar con viejos
abusos. En el mes de septiembre se
pronuncia en Ciudad Guerrero, Chihuahua, el general Canales, poco después el
general José María Carbajal en Ciudad Camargo, proclamando traer a Santa Anna,
olvidando su pasado.
Fue de los escasos
presidentes de la primera mitad del siglo XIX que llegaron al poder por la vía
electoral. Sin embargo, con todo y su legitimidad, la gente tenía en mal
concepto a su persona.
La administración de
Arista se desenvolvió en medio del escándalo: se había separado de su esposa y
vivía con otra mujer en Palacio Nacional.
Eso fue suficiente para que la gente pusiera en duda su capacidad y
honestidad. Además nadie olvidaba que en
las dos primeras derrotas mexicanas frente Estados Unidos el jefe militar había
sido Arista, quien en esa ocasión se había mostrado con falto de pericia y
arrojo militar.
En medio de una
severa crisis económica, poco pudo hacer su administración. Pero se esmeró en la realización de ciertas
obras materiales que provocaron admiración en la sociedad: estableció la primera
línea telegráfica de México, que iba de la capital al puerto de Veracruz;
otorgó la primera concesión para construir un ferrocarril en esa misma ruta;
trasladó la estatua ecuestre de Carlos IV ---el caballito--- a la entrada del paseo
de Bucareli; hizo abrir una tercera puerta en Palacio Nacional ---la famosa
puerta Mariana--- y promovió las ascensiones en globo.
La terrible situación
financiera desencadenó una revuelta que pretendía elevar nuevamente al poder a
Santa Anna. El movimiento rebelde fue
ganando adeptos y se extendió por una gran parte del país, y ante la
imposibilidad de hacerle frente por la escasez de recursos, Arista renunció a
la Presidencia.
Mariano Arista nació en San Luis Potosí el 26 de julio de 1802. Ocupó altos cargos militares como General En jefe del Ejército del Norte en la campaña contra Texas y en la guerra con los Estados Unidos, Secretario de Guerra y Marina. Murió en viaje a Europa frente a Lisboa, Portugal, a bordo del buque inglés “Tagus”, el 7 de agosto de 1855.
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