QUINCUAGESIMO TERCER PRESIDENTE DE MÉXICO.
GENERAL
LÁZARO CÁRDENAS DEL RÍO.
Presidente
Constitucional de nov. 30 de 1934 a nov. 30 de 1940.
Presidente de México
nacido en Jiquilpan, Michoacán, el 21 de mayo de 1895. fue enviado a someter a los indios yaquis
para Se unió a la Revolución en Apatzingán, Michoacán, el año de 1913. En 1918 posteriormente participar en las
campañas de Nayarit y Michoacán contra el rebelde José Inés Chávez García. Secundó el cuartelazo de Obregón contra
Carranza adhiriéndose al plan de Agua Prieta, levantándose en armas en
Veracruz. Fue designado gobernador de Michoacán en 1920 como premio por su
indirecta intervención en el asesinato de Venustiano Carranza.
Al estallar la
rebelión delahuertista Cárdenas fue derrotado y hecho prisionero por el general
Rafael Buelna quien le perdonó la vida y lo dejó en libertad. En 1931 ocupó la Secretaría de Gobernación en
el gobierno del presidente de paja Pascual Ortiz Rubio y luego la Secretaría de
Guerra y Marina. El 15 de enero de 1933,y
por instrucciones de Calles, fue postulado oficialmente en la convención del
Partido Nacional Revolucionario (PNR) en Querétaro a la Presidencia de la
República. Tomó posesión como Presidente de la República el 1º de diciembre de
1934.
Después de unos meses
de graves conflictos con el Jefe Máximo Plutarco Elías Calles, en junio de 1936
lo obligó a abandonar el país con sus colaboradores cercanos y logró solucionar
la crisis sin recurrir a la violencia. Tuvo que hacer frente a problemas difíciles
ocasionados por su terco empecinamiento en querer establecer la educación
socialista al estilo bolchevique ruso.
El 18 de marzo de
1938, después de un largo y angustioso enfrentamiento, el Presidente Cárdenas
expropió la industria petrolera. Ese
mismo año enfrentó la frustrada rebelión del general Saturnino Cedillo. Dejó la presidencia en 1940 en manos del
general Manuel Ávila Camacho. En 1945 se
retiró a la vida civil.
Cuando protestó como Presidente
de la República, la clase política y el pueblo en general supuso que sería otro
títere de Calles. Era Cárdenas
disciplinado, metódico y reflexivo.
Trabajaba con presteza y en las ocasiones graves siempre se comportó de
manera “institucional” (desde ese momento esa palabra se constituyó la favorita
en los discursos de la politiquería nacional).
Aprendió los secretos de la lid política gobernando a Michoacán,
recorriendo los campos petroleros como jefe militar, acercándose y conviviendo
con la gente. Esas cualidades le
merecieron la bendición de Calles para alcanzar la presidencia, y cuando parecía que el jefe máximo continuaría
ejerciendo el poder tras la silla presidencial, el subordinado dejó de serlo
para convertirse en un real estadista.
Comenzó su sexenio (a
partir de Cárdenas los períodos presidenciales se alargaron de 4 a 6 años) sin
el poder en sus manos. Pero con su aguda
observación de la realidad nacional, en poco tiempo el alumno superó al maestro. Cárdenas alentó la organización de sindicatos
y las movilizaciones masivas de obreros y sus esquiroles sin imaginarse el mal
que le iba a hacer al país con esas medidas, ni se imaginó que con el tiempo la
sociedad iba a ser rehén de esos grupos delincuenciales.
Su prioridad era una:
consolidar su poder apoyándose en las clases populares para enfrentar al caduco
jefe máximo y aunque demoró un par de años, finalmente el 10 de abril de 1936 se deshizo de Calles enviándolo al exilio
junto con sus tres principales lacayos: el líder de la CROM Luis N. Morones, y
los politicastros Melchor Ortega y Luis L. León.
El reparto agrario no
tuvo límites. Los grandes latifundios y
las viejas haciendas que sobrevivieron a la Revolución, fueron otorgados en
forma de ejidos (otra lacra heredada del cardenismo), a decenas de miles de
campesinos Y aunque luego el ejido
demostró ser un fracaso y un terrible instrumento de control social, nadie
cuestionó la buena fe y el espíritu justiciero del presidente. Fue su Partido de la Revolución Mexicana
(PRM), antecesor del mafioso PRI, el que se encargo de convertir esas buenas
obras en instrumentos de corrupción e impunidad, que en los momentos actuales y
con el mote de movimiento de regeneración nacional (“Morena”) han alcanzado las
más altas cumbres de la criminalidad.
Cárdenas dotó al
sistema político mexicano con una serie de pilares ideológicos que luego se
convirtieron en paradigmas (conjunto de normas) del México moderno. El más importante fue el nacionalismo
revolucionario que se materializó en uno de los acontecimientos más
significativos del siglo XX: la expropiación petrolera. En un mundo que parecía
derrumbarse en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, el Presidente Cárdenas
decidió abrir las puertas de México a los refugiados y perseguidos políticos de
distintas regiones del orbe ---como León Trotsky--- y con la derrota definitiva
de la República española en 1939, veinte mil exiliados encontraron refugio
seguro en México.
Pero la gran obra de
Cárdenas, que paradójicamente resulto ser la más dañina para el país, fue la de
crear la estructura funcional del sistema político mexicano, que permitiría al
partido oficial a base de fraudes y corruptelas mantener el poder el resto del
siglo XX. Más allá de la solidaridad
presidencial con las clases populares, el apoyo a la organización de obreros y campesinos
impulsada durante los primeros años de su gobierno tenía un claro
objetivo: el control del
presidencialismo sobre toda la sociedad mexicana; para ello fue necesario
restructurar el partido oficial. La transformación fue profunda y significó el
afianzamiento de la llamada “familia revolucionaria” en el poder; un
politicastro resentido, rencoroso y maquiavélico la llamó “la mafia del poder”
sólo porque lo dejaron fuera de esa mafia).
Se organizó el
partido en cuatro sectores: obrero,
campesino, la burocracia y el sector militar.
Comenzó así la era del corporativismo mexicano, bajo el cual los
trabajadores y quienes pertenecían a los sindicatos, organizaciones campesinas
y el ejército se hallaban afiliados ---obligatoriamente—al partido oficial. Por si fuera poco, para borrar todo recuerdo
del callismo, en marzo de 1938 el partido cambió de nombre y fue rebautizado
como Partido de la Revolución Mexicana (PRM).
En el siguiente
sexenio, el del presidente Manuel Ávila Camacho, sufre un nuevo cambio en el
nombre llamándose ahora “Partido Revolucionario Institucional; el odiado y
maldecido PRI. El general Lázaro
Cárdenas dejó la presidencia en 1940 y se convirtió en la figura moral de la
Revolución Mexicana hasta el día de su muerte, acaecida en la ciudad de México
el 19 de octubre de 1970.
SINOPSIS BIOGRÁFICA.
Lázaro Cárdenas del
rio nació en Jiquilpan, Michoacán el 21 de marzo de 1895. Tipógrafo en Morelia, se lanzó a la
revolución constitucionalista, militando en corto tiempo en el villismo. Llegó a general de división, fue gobernador
de su estado Michoacán, Secretario de Guerra y Marina y Secretario de
Gobernación. Siendo Presidente nacionalizo
la industria petrolera el 18 de marzo de 1938.
Intentó sin éxito implantar la educación socialista en México. Después de su gobierno se retiró a la vida
privada y reingresó al servicio público en el gobierno de Ávila Camacho como
vocal ejecutivo de la Comisión del Río Tepalcatepec, puesto que renunció a
fines de 1957. Murió en la ciudad de
México el 19 de octubre de 1970.
0 comentarios:
Publicar un comentario