QUINCUAGESIMO CUARTO PRESIDENTE DE MÉXICO
GENERAL MANUEL ÁVILA CAMACHO
Presidente constitucional: Dic. 1º de 1940 a Nov. 30 de 1946
El general Manuel
Ávila Camacho nació en Teziutlán, Puebla, el 24 de abril de 1897. Realizó estudios de contabilidad, pero en
1914 se incorporó al movimiento constitucionalista, como subteniente y pagador
de la brigada Juárez; luego sirvió en la tercera división de oriente, pero en
1920 fue nombrado jefe del Estado Mayor de la primera brigada de Sonora, que
estaba al mando del general Lázaro Cárdenas y que por entonces operaba en la
región de Papantla, Veracruz.
Con Cárdenas estuvo
en la jefatura de operaciones de Michoacán. Combatió al delahuertismo y al
movimiento cristero, esto último comandante militar de Colima, también combatió
a la rebelión escobarista. En el
gobierno cardenista fue Oficial Mayor y luego subsecretario de Guerra y Marina;
de 1937 a 1939 fue secretario de la misma, y por su iniciativa se convirtió en
Secretaría de la Defensa Nacional a la que renuncio en 1939 al aceptar su
postulación como candidato a la Presidencia de la República. En la lucha electoral venció en enconadas
elecciones a su contrincante general Juan Andrew Almazán, tomando posesión el
1º de diciembre de 1940.
Durante su
administración se firmaron los acuerdos que dieron fin al problema con las
compañías angloamericanas por la expropiación petrolera. La Secretaría de Educación inicia la campaña
de alfabetización; se reanudan las relaciones diplomáticas con Inglaterra y con
la Unión Soviética. Decretó el
congelamiento de las rentas en beneficio de las clases populares y estableció
el servicio militar obligatorio y declaró la guerra a Alemania después del
hundimiento de los buques Potrero del Llano y el Faja de Oro.
Aunque durante la Segunda
Guerra Mundial se mantuvo una estrecha colaboración con los Estados Unidos pudo
preservar la soberanía nacional. En 1943
crea el Instituto Mexicano del Seguro Social y se entrevista en Monterrey con
el presidente de Estados Unidos, Franklin D. Roosevelt. En 1944 inaugura el Instituto Nacional de
Cardiología y en 1946 entrega la presidencia y se retira a la vida privada.
La unidad nacional
fue su política de gobierno y no le fue difícil ponerla en práctica. Su carácter afable, bondadoso, prudente y
sereno ---de allí que lo llamaran “El Presidente Caballero” ---facilitó la
conciliación de una sociedad que se encontraba dividida por las políticas
radicales instrumentadas en el sexenio de Cárdenas.
Al iniciarse la
Segunda Guerra Mundial fue el momento propicio para cerrar filas al interior
del país y buscar un acercamiento con Estados Unidos. El gobierno intentó permanecer neutral ante
el conflicto bélico mundial hasta que fueron hundidos dos buques mexicanos en
el Golfo de México y que fueron achacados por los Estados Unidos a los
submarinos alemanes aunque siempre persistió y persiste la duda sobre los
submarinos alemanes pues era demasiado raro que estos anduvieran deambulando en
aguas vecinales de la Unión Americana, aparte de que no le convenía a Alemania
la enemistad de México por ser este un país neutral junto a su enemigo
angloamericano.
En mayo de 1942 los
yanquis lograron su objetivo de que México declarara la guerra a las potencias
del eje. Por primera vez en muchos años
nuestro país se convirtió en aliado de su vecino del norte. La segunda guerra mundial favoreció el
despegue industrial de la nación. Los
bienes de consumo que antes se importaban tuvieron que fabricarse en México
ante la imposibilidad de adquirirlos en países que habían transformado su
industria para atender las necesidades bélicas.
Además, se
incrementaron las exportaciones de materias primas hacia Estados Unidos y se
celebró un tratado para permitir que trabajadores mexicanos fueran admitidos
temporalmente como braceros para colaborar en trabajos agrícolas en el vecino
país. La participación de México en la
guerra ocurrió estrictamente en el ámbito económico, salvo la participación del
Escuadrón 201 que combatió en la región del Pacífico durante los últimos meses
de la guerra; México le declara la guerra a Alemania y los gringos nos mandan a
combatir en su particular guerra contra los japoneses.
En el ámbito
conciliatorio de régimen, la medida que gozó de mayor aceptación fue la reforma
del artículo 3º constitucional, de cuyo texto se retiró todo lo relacionado con
la educación socialista que tantas reacciones había provocado desde 1934 en que
Cárdenas la instituyó como obligatoria en los centros escolares, aunque estos
jamás le hicieron caso; como ocurre ahora con los libros de texto gratuitos que
son unos mamotretos indignos que incluso nadie les dedica la menor atención.
Pero quizás el mayor éxito de Ávila Camacho fue lograr que el
ejército se retirara de la vida política nacional, para convertirse
exclusivamente en baluarte de la soberanía nacional. Lo hizo erigiendo importantes obras
materiales y estableciendo prebendas en favor de los militares. Así garantizó la transmisión política del
poder, poniendo la candidatura presidencial en manos de un civil: el licenciado
Miguel Alemán. El gobierno de Ávila
Camacho fue de ponderación, de mesura y de equilibrio y dio principio a la
industrialización del país en grande escala.
SINOSPSIS BIOGRÁFICA:
Manuel Ávila Camacho nació en Teziutlán, Pueble, el 24 de abril de 1897. Se graduó de Contador, revolucionario constitucionalista llegó a general de división. Ocupó la Secretaría de Guerra y Marina la que transformó como la Defensa Nacional. Murió en México, D.F. el 13 de octubre de 1955.
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