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sábado, 30 de marzo de 2024

BOSQUEJO HISTÓRICO // Rafael Urista de Hoyos


SEXAGESIMO CUARTO PRESIDENTE DE MÉXICO

VICENTE FOX QUESADA

Presidente constitucional: de Dic. 1º de 2000 a Nov. 30 de 2006

Vicente Fox Quezada nació el 2 de julio de 1942 en la ciudad de México. Su madre, Mercedes Quesada Etxaide, nació en San Sebastián, Guipúzcoa (España), el 11 de mayo de 1919, y emigró a México a temprana edad. Su abuelo paterno, José Luis Fox Flach, nació bajo el nombre de Joseph Louis Fuchs en Cincinnati, Ohio, Estados Unidos y de padres inmigrantes alemanes católicos. La familia Fuchs cambió su apellido a Fox después de 1870, tanto Fox significa zorro en inglés igual que Fuchs en alemán. Su padre, José Luis Fox Pont, nació en Irapuato, Guanajuato, y adquirió la nacionalidad estadounidense, sin embargo el 4 de marzo de 1946, recuperó la nacionalidad mexicana

Vicente Fox pasó sus primeros años en el rancho San Cristóbal del municipio San Francisco del Rincón, en compañía de sus ocho hermanos. Cursó la mayor parte de sus estudios básicos en instituciones católicas, Colegio de La Salle e Instituto Lux en León y estudió la licenciatura en administración de empresas, en la Universidad Iberoamericana, concluyó sus estudios en 1964, pero pasaron 35 años hasta que finalmente, en marzo de 1999, obtuvo su título universitario al presentar su examen profesional con la tesis “Generación de un plan básico de gobierno” en el campus Santa Fe de la ciudad de México.

En 1965, entró a trabajar en la compañía Coca-Cola primero como distribuidor local y después como supervisor de ruta de camiones repartidores, y en 1970 llegó a ser Director nacional de operaciones, en 1971 Director de mercadotecnia , para en sólo en once años asumir la presidencia de la división de América Latina, transformándose así en el gerente ejecutivo más joven en la historia de la compañía transnacional.

Por aquellas fechas decidió cursar el Diplomado de Alta Gerencia, impartido por profesores de la Escuela de Negocios de la Universidad Harvard, posteriormente renunció a la compañía refresquera en 1979 para dedicarse a sus negocios, los cuales giran en torno a la alimentación agropecuaria, la exportación de verduras congeladas y el calzado. Algunos años antes había contraído primeras nupcias con su asistente en Coca-Cola, Lilian de la Concha; estuvieron casados de 1972 a 1991. Adoptaron cuatro hijos: Ana Cristina, Paulina, Vicente y Rodrigo. Por problemas personales, el matrimonio civil fue disuelto en 1991.

De manera paralela fue secretario del Ramo Agropecuario en el gabinete alternativo del partido Acción Nacional formado por Manuel Clouthier. Esta presidencia alternativa así como la que posteriormente fuera la presidencia legítima de López Obrador, no son más que movimientos de protesta por los fraudes cometidos por el PRI y por lo mismo no tuvieron más efecto práctico a no ser por el ridículo en que cayeron los dos políticos

mencionados. El miércoles 6 de julio de 1988, Vicente Fox Quesada fue elegido diputado federal por el distrito 3 de Guanajuato para la LIV (cincuenta y cuatro) legislatura; este puesto ya no fue alternativo sino real y efectivo. Como legislador, cuestionó la legitimidad del triunfo de Carlos Salinas de Gortari en las elecciones de ese año.

El 10 de septiembre de 1988, la Cámara de diputados erigida en Colegio Electoral a cargo del funesto y nefasto Manuel Bartlett, declara válidas las elecciones y presidente electo a Salinas de Gortari por el voto de 263 diputados, de los cuales 260 eran del PRI, con 83 votos en contra y en ausencia de 150 diputados de la oposición. Durante una de las sesiones de este seudo-colegio electoral, el diputado Vicente Fox se colocó dos boletas electorales del fraude a manera de orejas de ratón para ridiculizar a Salinas. En la elección estatal extraordinaria de 1995 Fox contendió por la gubernatura de Guanajuato resultando ganador con el 58% de los votos, frente a Ignacio Vázquez Torres con un 32% de los votos.

Ya para 1997 Fox había manifestado su interés por ocupar la Presidencia de la República, cargo para el cual sería habilitado solamente tras la reforma constitucional del artículo82 en 1993 que permite a los mexicanos por nacimiento, hijos de padre y madre de origen extranjero pero nacidos dentro del territorio nacional para poder aspirar al puesto. De esta manera se hizo de la candidatura presidencial por el partido Acción Nacional (PAN) el 14 de noviembre de 1999.

La campaña política de Fox se caracterizó por implementar novedosas estrategias de mercadotecnia política inspiradas en su experiencia profesional. Contó con el apoyo de diversas instituciones, una de las mas polémicas fue la llamada “Amigos de Fox” cuyo titular Lino Korrodi fue acusado de permitir recursos provenientes del extranjero y de otras fuentes desconocidas, situación que el mismo Korrodi aceptó públicamente, aduciendo que dicho financiamiento había sido efectuado durante la pre-campaña, evitando así incurrir en delito electoral alguno, no obstante, la duda sobre la legalidad de dicho financiamiento persistió.

En el año 2000, Fox, representando a la “Alianza por el cambio”, compuesta por el partido Acción Nacional y el partido Verde Ecologista, y con el apoyo de Porfirio Muñoz Ledo, candidato presidencial del ahora extinto Partido Auténtico de la Revolución Mexican (PARM), logró un histórico triunfo sobre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) con el 42.5% de los votos de su titular Francisco Labastida, lo cual es suficiente en la legislación electoral mexicana para declarar un candidato ganador; la dicha legislación no contempla una segunda vuelta donde el ganador en principio logra menos del 50% más uno de los votos.

Vicente Fox Quesada asumió el cargo de Presidente de la República el 1º de diciembre de 2000 y llega a la presidencia con la legitimidad que otorga el haber ganado la elección presidencial en los primeros comicios en los que un partido de oposición venció al antes siempre victorioso partido oficial. Esta afortunada circunstancia despertó la esperanza del pueblo mexicano, e inició su gobierno contando con el apoyo mayoritario de la población,

gracias a su talante amistoso, su antiformalismo y sus “puntadas” que conseguían atraerle la simpatía de gran parte del pueblo “bueno y sabio”. La cercanía histórica del sexenio del Presidente Fox impide evaluarlo con objetividad, máxime que los medios de comunicación han desvirtuado su obra, interesados más bien en lo anecdótico (bueno y malo) del actuar del presidente. Adicionalmente, terminó su gobierno en medio de una avalancha de críticas motivadas por su conducta poco clara en la elección presidencial del 2006 y por su afán de destruir al caudillo de la autodenominada izquierda mexicana que compitió ---y perdió--- en esas elecciones (las del 2006).

Sin embargo, es posible apreciar algunos elementos positivos que en su sexenio se consiguieron, uno de ellos fundamental: la estabilidad económica que permitió mantener la inflación en sus mínimos históricos y aseguró el valor adquisitivo de los salarios, a la vez que mantenía controladas las finanzas públicas. Esto se consiguió gracias a que el presidente Fox dejó en las competentes manos del Secretario de Hacienda Francisco Gil Díaz, las cuestiones económicas, sin intervenir ni estorbar.

En materia social se lograron avances espectaculares a través del Programa Oportunidades, que benefició sobre todo a los campesinos de México. Otro exitoso instrumento de desarrollo social fue el Programa Nacional de Vivienda, puesto que nunca antes como en este sexenio, los mexicanos pudieron adquirir casas habitación. Fueron cerca de seis millones de familias las que disfrutan ahora del beneficio de tener casa propia gracias a este programa.

En materia de administración pública el presidente Fox revolucionó los mecanismos tradicionales de gobierno al promover y aplicar la Ley de transparencia de la Información Pública. En materia de desarrollo político tuvo también una actuación destacada: creo la Fiscalía especial para investigar sobre los crímenes del pasado, especialmente los movimientos de 1968, 1971 y la llamada “guerra sucia”, a la vez que aceptó, un ejemplo de civismo político, someterse a las decisiones adversas tanto del Congreso como de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Pero a pesar de estos importantes logros , el presidente Fox fue criticado duramente, en buena parte dando motivo y razón para ello. En primer lugar, aireó su vida familiar, involucrándola en el ejercicio del poder público, que parecía compartir con su esposa, Martha Sahagún de Fox, a quien se atribuyó la ambición de ser la sucesora de su marido en la silla presidencial. Por otra parte, los hijos de la señora Sahagún protagonizaron escándalos de corrupción y de tráfico de influencia.

Los desplantes verbales de Fox le acarrearon muchos disgustos, quizá porque la manera de expresar sus ideas ---por lo regular certeras--- se enredaba en la alegoría de una frase populachera o en un mal chiste. En algunas ocasiones, las puntadas y expresiones del Presidente Fox pusieron en aprietos al país entero, como cuando se deterioró la relación con Cuba debido a una actuación decididamente engañosa y mal intencionada de Fidel

Castro en relación a una de las “puntadas” tontas del Presidente Fox, y que fueron maliciosamente manipuladas por el marxista cubano con el afán de ridiculizar al vencedor de sus grandes amigos: los priistas. Y también sus enfrentamientos verbales con el Congreso de la Unión, organismo que por otra parte, no supo estar a la altura de la llamada “transición democrática”, y se empeñó en obstaculizar el trabajo del presidente.

Indudablemente, en buena medida gracias al eco que los medios de comunicación dieron al jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, convertido después en candidato presidencial, el presidente Fox carga hoy con la mancha de haber entorpecido deliberadamente el camino de López a la presidencia de la República. El enfrentamiento entre ambos personajes, representantes de dos maneras distintas de ver a México, fue real y auténtico. Los golpes e insultos fueron recíprocos, pero sobre todo los que Fox le propinó fueron más difundidos que a los que a su vez recibió.

A pesar de todo, a pesar de los intentos golpistas e ilegales de la llamada izquierda mexicana, a pesar de la violencia con que se amenazó a México de parte los exaltados y apócrifos izquierdistas, Vicente Fox pudo entregar a Felipe Calderón la Presidencia de la República, entregando además un país con una economía sólida y con las bases para un crecimiento justo y sostenido.

Un juicio sobre Fox es muy complicado en la actualidad por lo reciente de su actuación y porque el personaje, aún integrado a la vida privada, sigue siendo un factor con alguna significación política dentro del ámbito público mediático mexicano, pero podría afirmarse, desde un punto de vista político, un hombre que fue acusado de inculto se comportó como un consumado estadista: llegó a la presidencia arrojando al PRI de ella, y luego, impidió que la oposición de derecha y de izquierda llegaran a su vez a la silla presidencial, conservándola para su partido. En resumen podemos afirmar que el sexenio foxista fue un total éxito, ya que la suma de los positivos fue mucho mayor que los negativos.

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