Día 12 de Marzo 1325
En aquel tiempo, año 1160 de nuestra época,
siete tribus nahuatlacas, nombre derivado del nahoa su lenguaje común,
originarias de un lugar mítico llamado Chicomoztoc-Aztlàn, inician una peregrinación
en busca de tierras fértiles y feraces que les permitan un buen desarrollo de
su cultura.
Al llegar al Valle de
México se acomodaron a su llegada en los siguientes lugares: Los Xochimilca en
las márgenes del lago al cual dieron su nombre “Xochimilco”; los Chalca también
escogieron otro pequeño lago que igualmente tomó su nombre “Chalco”; los
Tepaneca quedaron en Atzcapotzalco; los
Acolhua en Texcoco; los Tlauica se fueron a Cuauhnahuac, hoy la actual Cuernavaca
y los Tlaxcaltecas quedaron en el hoy Estado de Tlaxcala.
Finalmente llegaron
los “Mexica” cuando el valle ya estaba totalmente ocupado por las anteriores
tribus, así que tuvieron que rendir vasallaje a los diferentes caudillos o
reyes de los diferentes reinos ya existentes en el valle; en ese tiempo no
existían los nombres de Reino y Rey, sino que eran “Señoríos” y “Señor” ( El
Señor del Señorío de Atzcapotzalco, el Señor del Señorío de Texcoco, etc.)
Finalmente, en el año
de 1325, mientras los perseguidos Mexicas (Aztecas) deambulaban por las orillas
del lago de Texcoco, en una de las pequeñas isletas, entre los juncales, vieron
el prodigio que el guía y sumo sacerdote, Tenoch, consideró significaba la
señal que el Dios principal de los Aztecas, Huitzilopochtli, les había anunciado
para que ahí se levantara la ciudad capital del futuro Señorío Mexica: Un
águila sobre un nopal devorando una serpiente.
Probablemente el Dios Hutzilopochtli no creemos que fuera tan específico
en cuanto mencionar el águila y la serpiente, se trató solamente del hecho tan
prodigioso que Tenoch, sacerdote, caudillo y jefe militar, que condujo a los
aztecas durante las últimas etapas de su larga peregrinación, no tuvo dudas y
allí fundó, bautizando con su nombre la nueva urbe, la que desde entonces se llamó
: México-Tenochtitlan (Tenochtitlan sin acento en la última silaba, de acuerdo
con el idioma Nahuatl que no tiene palabras graves).
Según el Códice Ramírez,
quizá el más autorizado en el tema, ese día ocurrió en el año 1325 y muy
probablemente el 12 de marzo (algunos autores lo sitúan el 8 de julio), y de
acuerdo al aserto histórico más aceptado, el islote con el tunal estuvo
exactamente frente al actual Palacio Nacional en la plaza central (Zócalo) de
la actual Ciudad de México.
La ciudad México-Tenochtitlan,
nombre compuesto por “Mexitli”, que también así se llamaba Hutzilopochtli, y
por Tenoch el sumo sacerdote que guió a los Mexica hasta la tierra prometida,
quedó dividida en Barrios o Calpulis, que corresponden a los cuatro clanes en
que inicialmente se dividía la nación Mexica (el nombre de Azteca se lo
pusieron los clanes vecinos por su lugar
de origen: Aztlan). Los barrios fueron: al suroeste del de “Moyotlan”, que
corresponde actualmente al de San Juan; al sureste el de “Xochiapan”, que hoy es
el de San Pablo; al noroeste el de “cuecopan”, hoy Santa Marìa la Redonda; y
por último el de “Atzacoalco”, hoy San Sebastián.
Día 12 de Marzo 1917
Combate cerca de la
Hacienda El Rosario, estación terminal del ramal ferroviario Parral-Durango,
entre las fuerzas de los generales Francisco Villa y Francisco Murguía.
El general Francisco Villa se ha reorganizado después de la
derrota de Estación Reforma por parte de las fuerzas del general Francisco
Murguía, y ha reaparecido en los límites de los Estados Durango y Chihuahua,
hacia donde se dirige el general Murguía con 2,400 hombres. Enterado de la
posición de las tropas enemigas, aleccionado con la reciente experiencia de la
batalla de Estación Reforma y conocedor de la habilidad y audacia de su
adversario, Murguía tomó dispositivo de combate y espero la oportunidad de
iniciar el ataque. Villa desmontó sus tropas del centro y protegiendo la
caballada, se situó en disposición de resistir el ataque de frente. A su mejor
caballería la dividió en dos alas que cubrieran sus flancos y las puso al mando
de dos de sus generales audaces y valientes: Baudelio Uribe y Martín López.
Como Villa lo tenía
previsto, Murguía atacó por el centro, el cual resistió mientras la caballería
de las alas de Murguía era atacada ferozmente por los generales Uribe y Martín
López quienes materialmente arrollaron y destrozaron los dos flancos de Murguía
cuando estos quisieron retirarse ya completamente derrotados.
El centro de Murguía,
viéndose sin protección, no solamente suspendió su ataque, sino que de plano
emprendió la retirada; en ese momento Villa, haciendo montar a sus tropas del
centro, emprendió una tenaz persecución haciendo una terrible matanza de las
tropas de Murguía; en realidad el triunfo villista se inició con las
formidables cargas de caballería del general Baudelio Uribe.
Murguía sufrió la
pérdida de 1,600 hombres entre muertos y prisioneros, y la totalidad de pertrechos
y municiones, así como una gran cantidad de armamento. Precipitadamente puede
llegar a Parral con unos cuantos hombres y dispone que los que habían
guarnecido esa plaza y los que lleguen procedentes del desastre, se embarquen
inmediatamente para Jiménez; con esto el ejército de Murguía quedo totalmente
aniquilado.
Fue tal la magnitud
de este desastre que a los carrancistas, de todo el Estado de Chihuahua, sólo
les quedaban las plazas de Chihuahua y Ciudad Juárez. Esta derrota pego de
lleno en el ánimo y orgullo del general Murguía al grado que estuvo tentado en
el suicidio, al decir de sus propios subalternos.
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