DECIMO SEGUNDO PRESIDENTE DE MÉXICO
FRANCISCO
JAVIER ECHEVERRÍA
Presidente
Interino: sept. 22 a Oct. 10 de 1841.
El general Mariano
Predes y Arrillaga se rebela contra el gobierno de Anastasio Bustamante,
presidente que era por acuerdo de los Tratados de Zavaleta, exigiendo el
regreso del general Santa Anna al poder.
Este pronunciamiento,
iniciado y dirigido por los conservadores de acuerdo con Santa Anna (otra vez
traidor pues recordemos que fue uno de los firmantes de los convenios de la
hacienda de Zavaleta que entregaba el poder a Bustamante), fue rápidamente
secundado en la ciudad de México por el general Gabriel Valencia, hechura de
Santa Anna, haciéndose fuerte en la Ciudadela con más de mil hombres.
Por su parte Santa
Anna, haciendo lo que le tocaba en la conspiración, secundaba la traición de
Predes y Arrillaga, pronunciándose en Veracruz y atrincherándose en el castillo
de Perote.
El general Bustamante,
en vista de tales acontecimientos, solicitó al Congreso facultades
extraordinarias, que se le concedieron el 22 de septiembre, y se puso al frente
de las tropas leales para ir a combatir a los sublevados, dejando al frente del
gobierno al señor don Francisco Javier Echeverría quien toma posesión hoy mismo;
mientras tanto en la ciudad de México se combatía a los sublevados de la
Ciudadela.
Francisco Javier
Echeverría fue un próspero hombre de negocios llegado a la política por los vaivenes
propios del entorno financiero en que se desarrollaban sus actividades. Sin
pudor, desde la secretaría de Hacienda mezcló sus negocios privados con los
asuntos públicos incrementando así su fortuna personal.
Sin embargo el erario
se enriqueció con sus triquiñuelas, pues entregó al presidente Bustamante a su regreso
un excedente de más de seiscientos mil 17
Francisco Javier gobernó sólo 18 días, durante los cuales
logró aumentar en un 10% el impuesto al consumo. Fue todo, no logró más. Reinaban la confusión, la anarquía y el desorden
y prefirió retirarse a despachar sus asuntos particulares.
Francisco Javier
Echeverría nació en Jalapa, Veracruz, el 25 de julio de 1797. Fue ministro de Hacienda e interino de la
Presidencia. Impulsó la academia de San Carlos y las artes en general. Murió en la ciudad de México el 17 de
septiembre de 1852.
DECIMO TERCER PRESIDENTE DE México
GENERAL VALENTIN CANALIZO
Sept. 7, 1843 a junio 4, 1844.
Sept. 21, 1844 a dic. 6, 1844.
El general Valentín
canalizo tenía fama, muy bien ganada, de ser un esbirro de los poderosos. Militar inculto y sin convicciones, había
formado parte del consejo de guerra que condenó a muerte a Guerrero. Era el más obediente de los adictos a Santa
Anna, de allí que el caudillo tranquilamente le dejara la presidencia en dos
ocasiones.
Santa Anna conocía
bien la incapacidad de Canalizo, de modo que cuando lo designó presidente
estableció que todos los asuntos de gobierno debían ser resueltos por la mayoría
de los votos de los ministros; de esa forma lo ató de manos. El militar tomó posesión del cargo en la
residencia veraniega de Santa Anna en Tacubaya.
Durante su segundo
período, al que por supuesto llegó gracias a Santa Anna, Canalizo sufrió la
pérdida de su esposa y por unos días dejó a la deriva al gobierno, lo que no
significó ningún atraso ya que al parecer nadie noto su ausencia.
En el mes de abril y
por medio de un tratado Texas pasa a formar parte de los Estados Unidos,
faltando solamente la aprobación del congreso angloamericano. En vista de ello el ministro de México en
Washington, don Manuel Eduardo Gorostiza, pidió sus cartas de retiro y volvió a
la ciudad de México.
La expansión
territorial de los Estados Unidos a raíz de su independencia se estaba
realizando con asombrosa rapidez y sin tropiezo. Habían adquirido la Luisiana pagando a
Napoleón quince millones de dólares en 1803; el territorio de Oregon en el noroeste
fronterizo con Canadá por medio de exploraciones e invasiones, y la Florida por
compra hecha a España extorsionándola bajo la condición de no invadir la isla
de Cuba, pero su bestial sed de territorios no se saciaba, y la lucha de
predominio político entre el sur esclavista y el norte antiesclavista, dio por
resultado la independencia de Texas con respecto a México y su posterior
anexión al territorio estadounidense.
La pérdida de Texas dio por resultado la sublevación de los
dos Marianos: Arista y Paredes Arrillaga y Canalizo, asustado, designó
comandante en jefe del ejército a Santa Anna, desatándose por ese motivo un
gran escándalo, porque no era legal ni posible que el presidente interino
---Canalizo--- diese órdenes al presidente constitucional con licencia. De cualquier manera, ante el éxito de la
revolución, ambos personajes huyeron.
DECIMO CUARTO PRESIDENTE DE MÉXICO
GENERAL MARIANO PAREDES Y ARRILLAGA
Presidente interino: dic. 31, 1845 a julio 28, 1846.
La revolución de
Paredes, netamente reaccionaria, tendía devolver al clero, al ejército y a los
ricos, todos los privilegios de que habían disfrutado durante el régimen
colonial, y a construir el país bajo la forma monárquica y fue secundada
rápidamente por casi todo aquel ejército corrompido, vergüenza de la nación que
consumía todas sus rentas y no sabía ni quería combatir al invasor extranjero.
Pudo ser juzgado por
traición a la patria, más al parecer a nadie le importó que, disponiendo de la
mejor división del ejército mexicano, indispensable para enfrentar a los
estadounidenses que ya llegaban al Río Bravo, se levantara en armas y llegara a
la ciudad de México para apoderarse de la presidencia al grito de “orden y
monarquía”.
Situación absurda que
un presidente de la república se pronunciaba por un gobierno monárquico. Y así el nuevo presidente desentendiéndose
por completo de la guerra extranjera se entrego por completo a formar un
gobierno monarquista llegando a la aberrante decisión de entrar en
negociaciones a favor del infante Enrique, hermano de la reina de España Isabel
II, con la desquiciante idea de establecer la monarquía en México.
El sueño monárquico
no tardó en esfumarse. El presidente
Paredes fue incapaz de organizar la defensa frente a la invasión angloamericana
y al sobrevenir las primeras derrotas mexicanas un cuartelazo acabó con su
gobierno.
Mariano Paredes y
Arrillaga nació en la ciudad de México en 1797. Fue cadete realista y un
sanguinario enemigo de los insurgentes mexicanos, y un gran e incondicional
amigo del dictador López de Santa Anna.
A la caída de su gobierno fue puesto preso en el castillo de Perote y
luego se le desterró. Posteriormente
regresó para participar, por supuesto, en una asonada militar. Murió en la ciudad de México el 7 de
septiembre de 1849.
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