-La Gripe que nunca descansa: Un enemigo que mutó antes de ser vacunado.
Mientras el
mundo recupera el aliento de las recientes crisis sanitarias, un viejo enemigo
regresa cada temporada con una ferocidad inusual: el subtipo de influenza A,
H3N2.
Este virus,
responsable de la severa pandemia de 1968, se ha consolidado como el más
impredecible y peligroso de los virus gripales estacionales, obligando a los epidemiólogos
a admitir una cruda realidad: la vacuna podría llegar tarde al combate.
Expertos en
virología coinciden: el H3N2 tiene una capacidad de deriva antigénica superior
a otros subtipos como el H1N1. Esta “deriva” es una rápida mutación de sus
proteínas clave, lo que significa que la cepa seleccionada por la Organización
Mundial de la Salud en marzo para fabricar la vacuna, puede diferir
drásticamente de la cepa que circula meses después durante el pico de la
temporada.
En temporadas
pasadas dominadas por el H3N2, la efectividad real de la vacuna cayó
drásticamente, llegando en algunos años a ser inferior al 30 % en países del
Hemisferio Norte. Esto no solo genera escepticismo público, sino que deja a
millones de personas, aunque vacunadas, vulnerables a la enfermedad.
La
consecuencia directa es un aumento explosivo de casos graves. El H3N2 está documentado
por causar una mayor carga de enfermedad, incluyendo mayor riesgo de neumonía,
especialmente en personas con sistemas inmunológicos comprometidos y un colapso
hospitalario, porque suelen saturar las Unidades de Cuidados Intensivos, ya que
este virus se asocia con un mayor número de hospitalizaciones en pacientes
mayores de 65 años.
Los datos estadísticos
son contundentes: la principal víctima del H3M2 son los adultos mayores. La
enfermedad que provoca tiene a ser más debilitante y prolongada en este grupo,
a menudo desencadenando complicaciones cardiacas graves o descompensando
condiciones preexistentes.
“La velocidad
con la que el H3N2 se transforma es una pesadilla logística. Para cuando la
producción masiva de la vacuna culmina, el virus ya ha tomado una nueva forma.
Es como perseguir a un fantasma con una red anticuada”, advirtió un virólogo consultado
sobre el tema.
Ante la
constante amenaza de un virus que evoluciona más rápido que la respuesta sanitaria,
la estrategia se centra en una “triple defensa” mientras la ciencia busca
mayores soluciones.
A pesar de
la eficacia variable, la vacuna sigue siendo fundamental, ya que ofrece protección
contra las otras cepas circulantes (HINI, Influenza B), y en muchos casos de H3N2,
reduce significativamente la gravedad de la enfermedad, evitando la muerte.
Mantener reservas
estratégicas de medicamentos como el Oseltamivir (Tamiflu) para el tratamiento
inmediato de casos de alto riesgo en las primeras 48 horas tras la aparición de
síntomas.







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