LA VOZ TRONANTE detonó en la oficina, acompañada de un fuerte golpe en el escritorio. Tras el manotazo, surgió un iracundo comentario:
Tenemos que impugnar esa elección.
El autor de la frase volvió la mirada sobre la tarjeta en la
que se le anunciaba que en el municipio de Ciudad Acuña, Coahuila, el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) había sido derrotado en las elecciones
municipales.
José de las Fuentes
Rodríguez, conocido en la política mexicana como El Diablo de las Fuentes, en
su condición de gobernador no daba crédito a la noticia.
El candidato del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana
(PARM), derrotaba al aspirante priista.
Por vez primera el PRI perdía una elección municipal en ese
puerto fronterizo coahuilense.
Era el año de 1991 y Evaristo Pérez Arreola, fundador y
creador del Sindicato de Trabajadores y empleados de la Universidad Nacional
Autónoma de México, era el vencedor.
Pérez Arreola, a quien algunos amigos llamaban cariñosamente
La Metralleta por su visible tartamudez, fue impulsor del sindicato que luego
se convertiría en el STUNAM.
En una proyección visionaria, habría de incluirse entre sus
agremiados a personal académico.
Evaristo fue secretario
general de 1972 a 1988 y bajo su liderazgo el sindicalismo universitario se
fortaleció, creció y consiguió la inclusión en el apartado A del Artículo 123
constitucional.
Durante la contienda
electoral había derrotado al licenciado Marcial Villarreal Múzquiz del PRI y al
doctor Juan Antonio Ortiz, del Partido Acción Nacional (PAN).
La instrucción de
objetar la validez mediante argumentos jurídicos, tenía como principal objetivo
no entregar malas cuentas al presidente Carlos Salinas de Gortari.
Solicitar la nulidad,
tenía que basarse en supuestos vicios durante el proceso electoral.
Evaristo Pérez
Arreola era nativo de la congregación de San Carlos. Nació el 2 de enero de
1940 y murió el 21 de ese mismo mes en el año 2002.
Fue un auténtico
luchador social. Político y sindicalista que estudió derecho en la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Pérez Arreola fue diputado federal en la LI Legislatura del
Congreso de la Unión de México por el Partido Comunista Mexicano junto grandes
combatientes de la verdadera izquierda.
Entre ellos Arnoldo
Martínez Verdugo, Gilberto Rincón Gallardo, Gerardo Unzueta Lorenzana, Manuel
Stephens García, Valentín Campa Salazar; Fernando Peraza Medina y Juventino
Sánchez Jiménez, entre muchos otros.
En una decisión que causó polémica y se consideró extraña,
no militó en el Partido Socialista Unificado de México, ya que prefirió abrazar
una nueva estrategia política.
Evocando a Miguel
Ramos Arizpe, padre del federalismo y su paisano, buscó la creación de partidos
estatales y fue diputado local de 1989 a 1992, en Coahuila por el Partido
Auténtico de la Revolución Mexicana en coalición con la Unidad Democrática de
Coahuila.
Años después esa
organización política local obtuvo su registro como partido político estatal,
fincado en la tesis de la concertación democrática, una nueva forma de gobernar,
pide permiso a la legislatura para abandonar la diputación y contender para la
Presidencia Municipal de Acuña, la cual gana indiscutiblemente.
Al convertirse en alcalde
para el trienio 1991-1993, logró romper la hegemonía del PRI.
Entre las acciones
emprendidas y que son testimonio de su lucha en favor de la sociedad, funda el
Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica en Ciudad Acuña.
Quienes conocen y dominan los sótanos de la política
mexicana, sostienen que José El Diablo de las Fuentes Rodríguez, no supo
interpretar en su momento la candidatura de Pérez Arreola.
A pesar de su larga
experiencia y sagacidad que lo habían llevado a la gubernatura que por tanto
tiempo anheló, le faltó desentrañar un pequeño detalle: Pérez Arreola había
sido asesor de Carlos Salinas de Gortari.
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