SEXAGESIMO PRIMER PRESIDENTE DE MÉXICO
LICENCIADO MIGUEL DE LA MADRID HURTADO
Presidente constitucional. Dic 1º de 1982 a nov. 30 de 1988
Miguel de la Madrid Hurtado nació el 12 de diciembre de 1934 en la ciudad de Colima, Estado de Colima. Político mexicano, presidente del país entre 1982 y 1988. Cursó la carrera de derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y obtuvo una beca para llevar a cabo una maestría en administración pública en la Universidad de Harvard. De 1979 a 1981 fue secretario de Programación y Presupuesto en el gabinete del presidente José López Portillo, a quien sucedería en la presidencia.
El personaje contaba 48 años al asumir la presidencia. Hijo de un abogado que murió a manos de un maleante a quien había vencido en un pleito judicial. Para entonces Miguel contaba dos años de edad. Para librarlo del mal recuerdo, la madre se lo llevó a la ciudad de México; la viudez la había privado de recursos económicos, y con mil sacrificios costeó la educación del hijo hasta que en 1957 obtuvo en la UNAM el título de abogado.
Ernesto Fernández Hurtado, un tío que desempeñaba altos cargos en el Banco de México, le consiguió un empleo modesto en la institución. Así desde el principio, De la Madrid ingresó a la aristocracia burocrática mexicana, pues los empleados del Banco obtienen los sueldos más elevados de la nómina federal. También con ayuda del tío consiguió una beca para ir a Harvard y obtener (1965) la maestría en administración pública. De vuelta en México trabajó por breve tiempo en PEMEX y luego pasó a la Secretaría de Hacienda donde ascendió hasta que en 1979 López Portillo lo nombró secretario de Programación y Presupuesto.
En 1963 ingresó al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que el 17 de septiembre de 1981 lo designó candidato a la presidencia de la República para el período 1982-1988. El 1º de diciembre de 1982 recibió De la Madrid la banda presidencial. En las elecciones se le Había adjudicado el 74.4% de los
votos contra 16,4% del panista Pablo Emilio Madero y 3.6 % del comunista Arnoldo Martínez Verdugo. Las elecciones en la era del priismo hegemónico significaban pura farsa, ya que al destapar el PRI su candidato éste era ya prácticamente el próximo titular del Poder Ejecutivo, mucho antes de las votaciones que por añadidura eran escrutadas por los mismos testaferros priistas.
Cuando Miguel De la Madrid asumió el poder, el país se encontraba en la ruina económica. Con una deuda externa de 90 mil millones de dólares ---herencia de López Portillo--- difícilmente había alternativa. Solicitó entonces de los mexicanos un nuevo sacrificio y fue muy disciplinado ante las condiciones que, para ayudar a México, impusieron los organismos financieros internacionales. Fue, sin embargo, un presidente que le rehuyó al poder y durante seis años dejó hacer y dejó pasar.
Bajo su gobierno México inició el tránsito hacia el neoliberalismo ---disminución de las barreras proteccionistas, adelgazamiento del Estado, apertura comercial, privatización de industrias paraestatales---, y sentó las bases para la gran apertura económica ---en 1985 ingresó al Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT)--- por consiguiente, la dependencia respecto de Estados Unidos fue oprobiosa.
En su primer discurso a la nación como mandatario, anunció un plan de austeridad para sacar al país de la crisis económica, principal objetivo de su programa. Para ello siguió una política de lucha contra la corrupción y la impunidad. En política exterior centró sus esfuerzos en negociar la deuda del país e intentar mediar en el conflicto centroamericano. En este sentido fue uno de los fundadores junto con Venezuela, Panamá y Colombia, del grupo de Contadora, la isla panameña donde se firmó el documento, constituido en enero de 1983, con el objetivo de contribuir a la pacificación de América Central.
Dos catástrofes demostraron la ausencia de liderazgo presidencial y evidenciaron que la corrupción había llegado a lo más profundo de las estructuras políticas y sociales. La explosión de una terminal de gas licuado en San Juan Ixhuatepec el 19 de noviembre de 1984 ---responsabilidad de PEMEX--- y el terremoto del 19 de septiembre de 1985 ---que provocó más de diez mil muertes---, no sacaron al gobierno de su inmovilidad, pero despertaron la conciencia cívica de la ciudadanía. A partir de ese año surgieron un sinnúmero
de organizaciones no gubernamentales con fines políticos, sociales, culturales y altruistas.
La falta de autoridad permitió que durante el sexenio de Miguel de la Madrid las redes del narcotráfico incrementaran su presencia en el país; el brutal asesinato del agente de la Agencia de combate contra las drogas (DEA), Enrique Camarena Salazar, provocó un conflicto con Estados Unidos, en el cual el gobierno mexicano fue acusado de que algunos de sus funcionarios de más alto nivel estaban vinculados con los cárteles de la droga. También durante su sexenio, la represión contra periodistas críticos del sistema se incrementó. Los casos más sonados fueron los asesinatos de los periodistas Manuel Buendía y Carlos Loret de Mola, padre; instrumentados y ordenados por el chacal Manuel Bartlett.
Las elecciones presidenciales de 1988 cimbraron el sistema político mexicano. La creciente popularidad de Cuauhtémoc Cárdenas el candidato opositor de tendencia izquierda puso en aprietos al PRI, pero el presidente De la Madrid valiéndose de su secretario de gobernación, el execrable corrupto y asesino, Manuel Bartlett, impidió que llegara la catástrofe pues cuando iba ganando el candidato opositor, Bartlett ideó una supuesta caída del sistema de computación y eso truncó el conteo de votos que al restablecerse al día siguiente inexplicablemente Salinas resultaba el ganador.
Por supuesto, se sucedieron disputas y reclamos entre el PRI y la izquierda que se adjudicó también la victoria y denunció el fraude. Fue reconocido el triunfo de Salinas de Gortari por parte de la Comisión Federal Electoral que era presidida precisamente por Manuel Bartlett. Y así, con otro escandaloso fraude, ---la “caída del sistema” la llamaron--- De la Madrid logró garantizar el triunfo del presidente espurio Carlos Salinas de Gortari.
Miguel de la Madrid dejó el poder en diciembre de 1988. Sobrellevó su gobierno entre las tibias aguas de la mediocridad. Dejó pasar dolorosamente, seis años en un país que no podía perder más tiempo. La pobreza, la desigualdad y el autoritarismo llevaban años lacerando la conciencia nacional.
Al dejar el poder, Miguel De la Madrid ocupó la dirección del Fondo de Cultura Económica, la institución de fomento cultural más importante de México. El 9 de octubre de 1991 fue nombrado presidente del Comité Internacional de Alto Nivel para la década, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.
Murió en la ciudad de México el 1º de abril de 2012 debido a un enfisema pulmonar.
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