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domingo, 19 de marzo de 2023

BOSQUEJO HISTÓRICO // Rafael Urista de Hoyos

BOSQUEJO HISTÓRICO  8 

 VIGESIMO NOVENO VIRREY DE LA NUEVA ESPAÑA.

DON MELCHOR PORTOCARRERO LASSO DE LA VEGA -1686 – 1688.


Sólo dos años gobernó la Nueva España don Melchor Portocarrero Lasso de la Vega, conde de Monclova, héroe de guerra español, que en alguna batalla importante había perdido un brazo.  Utilizaba en su lugar una prótesis de plata, razón por la cual la gente, impactada por el espectáculo del refulgente miembro, lo llamaba “Brazo de Plata”.

  El conde de Monclova fundó, bautizándolo con su nombre, un presidio o guarnición en los lejanos territorios de Coahuila, para contener las incursiones de los indios apaches que asolaban la región.  También dedicó sus afanes a la persecución de los piratas en el Golfo de México.

   Durante su administración hizo erupción el volcán Citlaltéptl, conocido como “Pico de Orizaba”; luchó contra los ataques piratas que en su tiempo se  Chapultepec hasta el “Salto del Agua” en el centro de la ciudad; se continuaron las obras de desagûe del Valle de México, suspendidas desde 1676.

  Durante su gobierno, el 8 de febrero de 1688, se efectuó en la plaza de Santo Domingo, un sensacional auto de fe, con la asistencia del virrey, la virreina, los oidores, el tribunal del santo oficio, la nobleza y numeroso público. 

  A las siete de la mañana salieron del edificio de la inquisición los doce sentenciados:  seis casados dos veces, uno que dijo misa sin tener grados; a don Diego de Alvarado, ya muerto, por judaizante le quemaron los huesos; dos hechiceros españoles; un blasfemo y un mestizo supersticioso e idólatra.  No hubo sermones, se prendieron las doce hogueras y la ceremonia acabó a las seis de la tarde.

  El conde de Monclova fue promovido al virreinato del Perú.  Como dato curioso debe señalarse que para ir a ocupar su nuevo cargo, esperó casi un año en el puerto de Acapulco a que llegara un barco que pudiera trasladarlo.

  En Perú gobernó durante 16 años y fue virrey hasta su muerte.  Contando los dos años que estuvo en México, tenemos que Melchor Portocarrero fue el virrey que más tiempo gobernó en la América española.

 TRIGESIMO VIRREY DE LA NUEVA ESPAÑA.

DON GASPAR DE LA CERDA SANDOVAL SILVA Y MENDOZA-1688-1696.



A don Gaspar de la Cerda Sandoval Silva y Mendoza, conde de Galve, le tocó dirigir la expedición militar internacional más exitosa que los novohispanos realizaron el la época virreinal.

  En efecto, bajo su mando los barcos de guerra de la armada virreinal de Barlovento y el ejército de tierra, formado por soldados mexicanos voluntarios, expulsaron a los franceses de la isla Tortuga y de las Bahamas, y luego avanzaron sobre la isla de Santo Domingo (actuales República Dominicana y Haití), donde volvieron a salir victoriosos, de modo que limpiaron la zona de las Antillas de la presencia pirata y frenaron las ambiciones expansionistas del rey Luis XIV de Francia.

  Por el año 1692 la Nueva España llevaba muchos meses de padecer una terrible sequía y la consecuente escasez de alimento básicos.  En el mes de junio de ese año en la ciudad de México el pueblo hambriento se amotinó culpando al virrey y a su gobierno de la situación de miseria en que se hallaba.

  Las turbas asaltaron primero los comercios y las tiendas, luego, en su furor, apedrearon el palacio virreinal, se metieron a él, lo saquearon y finalmente le prendieron fuego.  El virrey apenas tuvo tiempo de huir logrando refugiarse con su familia en el convento de San Francisco. Al día siguiente el motín fue sofocado y los principales instigadores fueron colgados.  Después de resolver con justicia el problema de la distribución de granos y cereales, el virrey conde de Galve ordenó la reconstrucción del palacio.

  En su tiempo también se sublevaron los rarámuris (tarahumaras) y los tepehuanes, muriendo muchos misioneros franciscanos y jesuitas; reedificó el Castillo de San Juan de Ulúa, reformo la administración de justicia y estableció varias escuelas para enseñar la lengua castellana a los indios.

  Durante su gobierno, el 17 de abril 1695, muere en la ciudad de México Juana de Asbaje Ramírez que vivió con el nombre religioso de Sor Juana Inés de la Cruz.  Nació un 12 de noviembre de 1651 y vivió 27 años encerrada en su claustro donde era su vocación cuando pudo ser una dama que brillara en los salones de la Corte y con luz propia ocupara en el mundo de las letras un sitio de honor y de provecho.

  El conde de Galve entregó el poder en febrero de 1696 y se embarcó para España muy delicado de salud.

 TEIGESIMO PRIMER VIRREY DE LA NUEVA ESPAÑA

JUAN DE ORTEGA Y MONTAÑÉS – FEB. A DIC. DE 1696.

  


Después de haber entregado el conde de Galve el gobierno a la Audiencia, se abrió el ya establecido pliego que designaba el nombre del virrey, recayendo el nombramiento en el obispo de Puebla, don Manuel Fernández de Santa Cruz, quien renunció a tan alto cargo.

  Se abrió el segundo pliego y se vio que era nombrado don Juan de Ortega y Montañés, obispo de Michoacán, quien dejó su diócesis y entró a gobernar en forma interina de febrero a diciembre de 1696, dedicándose casi exclusivamente a ver corridas de toros de la que era muy aficionado.  La segunda vez, en forma interina también, de noviembre de 1701 a noviembre de 1702, cuando ya era arzobispo de México.

  Esta vez la empleó preferentemente en dejar una obra moral duradera.  Así, por ejemplo, para enseñar a los novohispanos a ser caritativos, salía él personalmente, con todos sus cargos y dignidades, a pedir limosna en las calles de la capital; por supuesto, nadie se atrevía a negarla ante tan notable pedigüeño.

  También a éste virrey le tocó enfrentar el primer movimiento estudiantil de protesta del nuevo mundo: Ocurrió que los jóvenes estudiantes de la Real y Pontificia Universidad de la ciudad de México hicieron una manifestación en la plaza mayor de la ciudad, para exigir se retirara el cadalso que se levantaba frente al palacio virreinal en el que se hacía pública exhibición de los criminales que terminaban colgados de ese madero.

  La respuesta del virrey fue furibunda: mandó reprimir la manifestación con la fuerza pública.  Luego castigó a los alumnos al mandar imperativamente se cortaran el cabello conforme al modelo señalado en las ordenanzas de la Universidad de Salamanca en España.

 TRIGESIMO SEGUNDO VIRREY DE LA NUEVA ESPAÑA

DON JOSÉ SARMIENTO VALLADARES  DIC. 1696 – NOV. 1701

  


Don José Sarmiento Valladares, conde de Moctezuma y de Tula, era mexicano y su esposa también, ya que era la cuarta nieta del rey azteca Moctecuhzoma Xocoyotzin.

  A pesar de que su esposa ya había muerto cuando José Sarmiento llegó como virrey de la Nueva España, utilizaba el título nobiliario de ella, al que sólo tenía derecho mientras su cónyuge vivía, y sólo en calidad de consorte.  Cuentan de él que nunca había destacado en nada y lo único brillante que había conseguido en la vida era el matrimonio con una descendiente del tlatoani azteca Moctecuhzoma Xocoyotzin.  Al parecer la suerte lo favoreció, porque de otra manera sería difícil explicar como un hombre tan obscuro ---afeado además por el estrabismo--- pudo llegar a ser virrey.

  Todo se debió a una afortunada circunstancia:  sus consejeros convencieron al rey, el mentalmente incapacitado, Carlos II, de los beneficios y popularidad que para la Corona traería que el representante personal del monarca ostentara el nombre de Moctezuma, y el pasmado rey, entusiasmado con la idea, autorizó a José Sarmiento para que siguiera utilizando el título de su esposa durante su gobierno en la Nueva España.

  La farsa resultó tal y como la previeron los consejeros, pues el conde de Moctezuma y Tula fue recibido en México en medio de la apoteosis popular, después de todo el virrey además de ser mexicano llevaba la sangre real de nuestros ancestros aztecas.

  El acto de bienvenida fue ensombrecido cuando el caballo que montaba el virrey dio un respingo y tiró a su distinguido jinete, a quien se le cayó la peluca al piso ocasionando el estupor y la sorpresa en el público, pues el hombre, herido en su amor propio era, además, pelón y bizco.

  Pero a pesar de todo, durante su corta administración de once meses se construyó un camino de Yucatán a Guatemala proyectado por los dominicos y el franciscano Margil de Jesús; mandó renovar las principales calzadas de la ciudad destruidas por las inundaciones; se terminó la reparación del palacio virreinal incendiado en 1692; también en su época aconteció una erupción del volcán Popocatépetl, y sucedió un eclipse total de sol que aterrorizó a los capitalinos.

  El 29 de octubre muere el rey Carlos II concluyendo así la dinastía de la Casa de Austria, y se entroniza la Casa de Borbón, de la que es primer rey Felipe V, quien remueve al virrey don José Sarmiento llamándolo a España para hacerlo formar parte del Consejo de Indias.  Obligado don José a abandonar los títulos de su difunta esposa, que indebidamente todavía los ostentaba, el rey le concedió uno nuevo: Duque de Atlixco; los mexicanos novohispanos le dedicaron una nueva conseja: “Suerte te de Dios, que del saber no te ocupes”.

 TRIGESIMO TERCER VIRREY DE LA NUEVA ESPAÑA.

DON JUAN ORTEGA Y MONTAÑÉS- NOV. 1701 – NOV. 1702


  
Por segunda vez se hace cargo del virreinato don Juan Ortega y Montañés, quien en esta ocasión desempeñaba el cargo de arzobispo de México.

  Su administración fue recta mostrando mucho interés en la prosperidad de la Nueva España.  Se preocupó en mejorar la condición de los naturales, de los negros y mulatos que habían llegado en grandes cantidades como esclavos, importados por las compañías extranjeras.

  Era muy aficionado a las corridas de toros.  Persiguió a los vagabundos y ociosos imponiéndoles severas multas.  Entregó el gobierno en 1702.

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