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domingo, 18 de junio de 2023

BOSQUEJO HISTÓRICO // Rafael Urista de Hoyos


PRIMER PRESIDENTE DE MÉXICO.

GUADALUPE VICTORIA – Oct. 10 de 1924 – Marzo 31 de 1829.

  El Congreso Constituyente, de tendencia centralista, se enfrentaba al hecho de que las altas esferas oficiales se inclinaban predominantemente hacia la República Federal.  Se convocó a elecciones para un nuevo congreso constituyente que se disolvió al inicio de sus deliberaciones.  Reunido el segundo congreso constituyente, que se integró con un gran número de representantes federalistas, se expidió el Acta Constitutiva de la Nación.

  No se había constituido ningún partido político, sino que los políticos se agrupaban en logias masónicas.  La Logia Escocesa reunía a los hispanistas, a los acaudalados y al clero; los yorkinos a los federalistas.  Con la intervención del embajador de los Estados Unidos Joel R. Poinsett, los yorkinos prosperaron y desplazaron a los escoceses.

  Los iturbidistas trabajaban por la vuelta de su jefe, pero el Congreso lo declaró fuera de la ley.  Iturbide regresó por Soto la Marina, Tamps., fue aprehendido y el Congreso del Estado de Tamaulipas hizo cumplir el decreto federal.  Fue fusilado el 19 de julio de 1824.

  El 4 de octubre inmediato se promulgó la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos; inmediatamente se efectuaron las elecciones presidenciales y por votos de las legislaturas de los Estados fue elegido primer Presidente de México el general Don Miguel Antonio Fernández Félix, conocido en la historia con el nombre de Don Guadalupe Victoria, y como Vicepresidente el general Don Nicolás Bravo, quienes tomaron posesión de sus cargos el 10 de octubre de 1924.

  Los primeros países que reconocieron la independencia de México, fueron Inglaterra y los Estados Unidos.  El primero para aprovechar el comercio de las antiguas colonias españolas y restablecer el equilibrio europeo, estorbando las pretensiones de la llamada Santa Alianza que aspiraba reconquistar los países hispanoamericanos que habían alcanzado su independencia y que eran reconocidos por los ingleses. En cuanto a los Estados Unidos no sólo siguieron el camino de Inglaterra, sino que su presidente, James Monroe, hizo publicar la célebre doctrina de su nombre declarando que los Estados Unidos considerarían peligroso para su país toda intervención de los países europeos en los asuntos de los países americanos.

  El régimen de Guadalupe Victoria inauguró la forma de gobierno republicana asumida por el país después del imperio de Iturbide.  Por principio de cuentas enfrentó tres problemas:  la difícil situación económica, el deseo de Estados Unidos de negociar una nueva línea divisoria y la adquisición del territorio de Texas y las ambiciones de diversos caudillos al interior de su gobierno.

  Durante su gobierno fueron arrojados de San Juan de Ulúa los últimos españoles que allí se habían hecho fuertes.  S establecieron relaciones con varios países; se introdujeron capitales ingleses y norteamericanos, auspiciados por el ministro Lucas Alamán, quien principió a destacarse como economista y organizador de las finanzas nacionales; pero como se habían expulsado a los españoles, estos retiraron sus capitales, con lo que se afectó la economía del país.

  El intervencionismo de Joel R. Poinsett, primer embajador estadounidense en México y fundador de la logia Yorkina, desató las pasiones entre la clase política.  Aun así, el Presidente enfrentó con éxito una revuelta que pretendía apoyar la reconquista española, recuperó el castillo de San Juan de Ulúa, en manos españolas desde 1821, y decretó la expulsión de los españoles.

  Por si fuera poco, el vicepresidente Nicolás Bravo se rebeló contra Victoria pidiendo la expulsión de Poinsett y la supresión de las logias masónicas.  El Presidente, hombre vacilante y sin carácter, logró derrotarlo, pero poco después acabó con la legalidad en las elecciones de 1828.

  El candidato ganador, Manuel Gómez Pedraza, fue retirado del gabinete y el Congreso declaró nula la elección, transfiriendo el poder a manos del general Vicente Guerrero.  Detrás de la maniobra estaban los yorkinos, azuzados por Poinsett. 

  Los partidarios del contrincante de Gómez Pedraza, general Vicente Guerrero, se sublevaron en Perote, Veracruz, en el cuartel de La Acordada y en la ciudad de México donde saquearon y destruyeron El Parián, un vasto edificio construido en la plaza principal (actual Zócalo) en que, en varias tiendas llamadas cajones, Se albergaba todo el comercio de lujo de la ciudad.  Gómez Pedraza renunció a sus derechos y se exilió sin haber tomado posesión del cargo.

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