SEXTO PRESIDENTE DE MÉXICO
MANUEL GÓMEZ
PEDRAZA – Dic. 24, i832 – Marzo 31, 1833
El presidente con
licencia Anastasio Bustamante, después de una expedición por los Estados del
interior, regresaba a México, encontrando en su camino a las fuerzas rebeldes
del general Santa Anna. Diéronse varios
combates varios combates entre las tropas del gobierno y las de Santa Anna;
recordemos que Bustamante salió con licencia a combatir la rebelión suscitada
durante su gobierno a cargo del general
Santa Anna y el Congreso designó presidente interino al general Melchor Múzquiz
mientras regresaba Bustamante.
Mientras tanto se
habían celebrado pláticas entre los sublevados y el gobierno de México sin que
pudiera llegarse a un acuerdo; pero después de la sangrienta batalla de Posadas
donde Bustamante quedó totalmente derrotado y su ejército aniquilado, varios
jefes de las fuerzas de Bustamante encabezados por el general Cortázar,
entraron en arreglos con Santa Anna, reconociendo a Gómez Pedraza como
presidente.
El general Bustamante
se vio obligado a firmar “Los Convenios de Zavaleta” por los que se declaraba
legítimo Presidente de la República al general Don Manuel Gómez Pedraza, restableciéndose
por completo el sistema federal en lugar del centralista ejercido anteriormente
a cuyo efecto debía procederse a hacer nueva elección, y se pedía al Congreso
General venidero sancionara los convenios y terminara con el interinato del
general Muzquiz.
El general Pedraza
toma posesión de la Presidencia de la República el 24 de diciembre de 1832 en
Puebla, y diez días después entra triunfalmente en México acompañado del
ejército vencedor mientras que Anastasio Bustamante, acogiéndose a la ley de amnistía
decretada por el Congreso, renunció a todos sus derechos políticos retirándose
a vivir a San Miguel Allende
El gobierno de Gómez
Pedraza sólo iba a servir de puente para que escalara a la Primera Magistratura
del País el general Antonio López de Santa Anna, ya que faltaban sólo tres
meses para terminar con el período presidencial para el cual había sido electo.
En este breve espacio
de tiempo, después de haberse uniformado la opinión del país en favor del nuevo
gobierno, se dictaron algunas disposiciones trascendentales como fueron: La que destituía a los generales que no
jurasen el Plan de Zavaleta (por el nombre de la Hacienda donde fue firmado), la
nueva ley de expulsión de los españoles, y la que finalmente fue derogada
debido al deterioro que la economía nacional sufrió con la primera expulsión en
1829 y la salida de los capitales españoles y de otros más extranjeros; la de
amnistía general y la que declaró Presidente de la República al general López
de Santa Anna, sin haber mediado elecciones y sin tener la edad exigida por la
ley para el desempeño de dicho cargo.
En los Convenios de
Zavaleta, en los que Gómez Pedraza figuró como testigo de honor, se estipuló
que el general Gómez Pedraza debía desempeñar el cargo en el período para el
que fue electo, y que terminaba en marzo de 1833. Gómez Pedraza estuvo de acuerdo y se hizo
cómplice de un vergonzoso pacto político, en el que Santa Anna y Bustamante,
vencedor y vencido, decidieron lavar las culpas y los pecados cometidos por
todos los políticos y militares en ese período ---incluyendo desde luego el
asesinato de Vicente Guerrero--- y ambos caudillos pactaron la amnistía, el
“olvido general” de todo cuanto “ha ocurrido desde el primero de septiembre de
1828. Acto seguido, le entregaron el
poder a Gómez Pedraza, que tres mesas después termino su príodo presidencial.
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