23 de Abril de 1811
Hoy llegan a Chihuahua en calidad de prisioneros los caudillos
insurgentes después de un mes de fatigoso trayecto desde Monclova, en el cual
fueron tratados como animales al cruzar el desierto de Mapimí encadenados y a pie. Al llegar a esta ciudad
después de esa lente y dolorosa marcha, los presos fueron llevados a distintos
lugares que les servirían de prisión.
Salvo el Padre Hidalgo a los demás los enviaron al Convento de San
Francisco, mientras que a él se le encerró en un edificio sin terminar del
Colegio de Jesuitas que, abandonado por
éstos después de su expulsión de México, fue convertido en hospital militar,
designándosele a Hidalgo como calabozo la parte interior de lo que iba a ser
una torre.
Durante el trayecto de Monclova a Chihuahua, y aún en su prisión, nunca
se dejó libres de sus ataduras a los insurgentes, pues en todo ese tiempo permanecieron
aherrojados con cadenas y grillos atados de pies y manos, hasta el momento de
su ejecución; A Allende y subalternos el 26 de marzo y a Hidalgo el 30 de
Julio.
23 de Abril de 1920
Firman en Agua Prieta, Sonora, el Plan de ese nombre lo firman: un
general de división, Plutarco Elías Calles; los generales de brigada Àngel
Flores, Francisco R. Manzo, Lino Morales, Francisco Serrano y Juan Cruz. Los
generales brigadieres Roberto Cruz, Carlos PLank, Alejandro Mange y otros. Los
coroneles Abelardo L. Rodríguez, J. M. Aguirre, Fausto Topete, Pablo C. Macías
y otros más. Aparte de tenientes coroneles, Mayores, Capitanes primero (uno de
ellos es José María Tapia) y un subteniente.
Aparte los señores Luis L. León, Luis G. Monzón, Froilan C. Manjarréz,
Flavio A. Bórquez, Licenciado Gilberto Valenzuela, Alejo Bay, Fernando y
Rodolfo Torreblanca, Alfonso Guerra y diversos funcionarios y particulares
sonorenses.
Al Plan de Agua Prieta (que no es otra cosa más que un golpe de estado al gobierno de Venustiano Carranza) le diò lectura el general Plutarco Elías Calles ante los primeros firmantes con quienes salió a presentar su proclamación en la ciudad fronteriza.
El Plan de Agua Prieta no es más que el instrumento por el cual se
anuncia el desconocimiento del gobierno de Venustiano Carranza por los
militares del Estado de Sonora que convocan a toda la República para combatir y
derrocar al régimen carrancista, y nombran coma cabeza de la rebelión al
gobernador de Sonora, Señor Adolfo de la Huerta, designándolo Jefe Supremo del
Ejército Liberal Constitucionalista, que tal es el sonoroso nombre que le
dieron al infidente y vulgar cuartelazo.
Comunican de Chihuahua a don Adolfo de la Huerta los generales Joaquín
Amaro, Eugenio Martínez, Alfredo Rueda Quijano, José Amarillas y Abundio Gómez
(todos ellos llegaron al generalato bajo los auspicios de Venustiano Carranza,
y ahora lo traicionan) que han secundado el movimiento de Sonora.
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