21 de Agosto de 1842
Aniversario luctuoso de Leona Vicario.
Mención biográfica.
Doña María de la
Soledad Leona Camila Vicario Fernández San Salvador Heroína de la Independencia
mexicana nacida en la ciudad de México.
Huérfana desde muy niña vivió al cuidado de su tío Agustín Pomposo
Fernández de San Salvador, en cuyo despacho trabajaba y donde conoció al que
habría a ser su esposo, pese a la oposición de su tutor, don Andrés Quintana
Roo.
Al iniciarse la guerra de independencia se dedicó a informar
a los insurgentes todo aquello que les fuera de utilidad, así como a brindarles
la ayuda económica que le fuera posible.
Trató de hacer que los armeros vizcaínos se unieran a los insurgentes,
por lo que fue encarcelada en el Convento de Belem de las Mochas, pues se negó a
descubrir a sus cómplices.
Después de escapar
del convento, llegó hasta Oaxaca donde conoció a Morelos; acompañó a Morelos en
sus épicas acciones y después de derrotas y penalidades le fueron confiscados
sus bienes, que consumada la Independencia se le reintegraron.
Después de que su
novio, don Andrés Quintana Roo, salió de México para unirse a los insurgentes
en Oaxaca, doña Leona redobló sus esfuerzos en pro del levantamiento. No recataba ya sus simpatías: en tertulias y conversaciones manifestaba
abiertamente sus ideas, decía cosas de mucho peso contra el virrey y todos los
gachupines, y convocaba a sus amistades a apoyar el movimiento.
No podían durar mucho
los aventurados manejos de la enérgica muchacha sin suscitar el recelo de las
autoridades virreinales. Y un día domingo
de ramos, 28 de febrero de 1813, cuando Leona paseaba con sus criadas por la
alameda de la ciudad de México fue interceptada y después de un infructuoso
interrogatorio fue llevada al Convento de Belem de las Mochas, de donde escapó.
Fue a dar hasta Oaxaca
doña Leona Vicario en esta escapatoria.
Las peores penalidades hubo de sufrir en el camino; casi todas las
noches dormía al descampado, o en misérrimos jacales en los que se tendía en un
petate des pues de ir por 12 horas por aquellos caminos tan fragorosos. Finalmente en la ciudad de Oaxaca se presentó
ante el generalísimo don José María Morelos y Pavón quien se alegró mucho de
conocer a la valiente heroína y que junto con su fiel don Andrés Quintana Roo
se unió a la vorágine de la lucha armada.
En 1821 se consuma la
independencia y el emperador don Agustín de Iturbide nombra a don Andrés
Quintana Roo subsecretario de Relaciones Exteriores, y doña Leona Vicario
obtiene el reconocimiento a sus méritos de luchadora por la causa de la
liberación nacional.
Siguieron viviendo los esposos (para entonces ya estaban casados) con sus hijas en relativa paz, turbada sólo por los constantes sobresaltos de la vida política de entonces. Falleció el 30 de marzo de 1839.
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