7 de Agosto de 1846
La invasión Angloamericana
Situación de México al inicio
Después de las
primeras derrotas mexicanas en Palo Alto y Resaca de Guerrero al sur de
Matamoros, Tamaulipas, debido a la impericia del general en jefe mexicano
general Mariano Arista, la conducta del país en general y particularmente de
los militares, en tan críticas circunstancias, fue verdaderamente criminal y
escandalosa pues continuaron los pronunciamientos en México, en Oaxaca, en
Puebla, en Sinaloa, en Sonora y finalmente en Jalisco.
De todos aquellos
movimientos anárquicos que conducían a la Patria al abismo, el más importante
fue el de Guadalajara, iniciado por Valentín Gómez Farías y los federalistas de
acuerdo con Santa Anna, y encabezada por el general José María Yáñez.
Para entonces el
comandante angloamericano Fiterkugh, al mando de una escuadra de guerra,
bloquea el Puerto de Veracruz en una flagrante violación a la soberanía de
México, y de la cual el gobierno de los Estados Unidos no ofrece ninguna
explicación; recordemos que aún no existía una declaración de guerra en ninguno
de los dos países.
Una vez que estalló
el movimiento en Guadalajara, se mandó una brigada al mando del general Gómez
Arevalo a sofocarlo; pero éste no sólo no pudo conseguirlo sino que murió en la
acción. Entonces el Presidente general
Paredes, con autorización del Congreso, tuvo la mala idea de marchar con todas
las fuerzas que había en la capital de la República, para reducir a Guadalajara
y salir enseguida a combatir al enemigo extranjero.
Apenas hubo salido
Paredes de México, se pronuncia en la misma capital el general Mariano Salas
con una parte de la guarnición, proclamando el restablecimiento del general
Antonio López de Santa Anna y la convocatoria de un congreso constituyente
tomando como pretexto el restablecimiento de las “Bases Orgánicas” (sistema
centralista de gobierno) y desobedeciendo las órdenes que se le habían dado
para salir a combatir a los invasores.
Triunfante la nueva
revuelta se encargó interinamente del gobierno de la República el general
Mariano Salas quien convoca a un Congreso Constituyente que nombrará un
Presidente Constitucional en cuanto regrese del destierro el general Santa
Anna.
El día de hoy, agosto
siete, el comodoro Connor, al frente de una escuadra de 8 buques, atacó la
Barra de Alvarado, valientemente defendida por el Capitán de fragata don Pedro
Díaz Mirón, quien obligó a retirarse a los invasores. De igual forma fue rechazado de San Juan
Bautista, Tabasco (actual Villahermosa), el comodoro Perry, debido a la defensa
que hizo de aquel lugar el coronel don Juan B. Traconis; pero en cambio los
invasores se apoderaron de Tuxpan.
Todas estas acciones
se deben a que desde marzo pasado el gobierno estadounidense del Presidente
James Knox Polk declaró la existencia de un estado de guerra con México
unilateralmente y sin existir ningún hecho que hubiera dado origen a esa
aberrante traición de un país poderoso contra otro netamente débil y en
constante guerra civil.
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