31 de Agosto de 1808
Primer intento de Independencia.
El rey español Fernando VII, obligado
por Napoleón, abdica a favor de su padre Carlos IV para que éste, manipulado
por aquel, abdique a su vez en favor de José Bonaparte, hermano de Napoleón, el
cual fue nombrado Rey de España e Indias (las colonias de Amèrica) a petición,
forzada, por una supuesta junta formada por 150 personajes de la nobleza
española.
El pueblo español, al
ver que el rey y toda su familia eran rehenes de Napoleón, se sublevó contra
las tropas francesas que con pretexto de pasar a someter a Portugal, aliado de
Inglaterra, ocuparon toda la península.
La heróica protesta,
que ahogaron en sangre los franceses, fue el principio del levantamiento de
todo el pueblo español contra los franceses, levantamiento que sólo habría de
terminar con su completa expulsión de la península.
Al tenerse
conocimiento en México de los sucesos ocurridos en España, el Ayuntamiento de
la ciudad de México celebró varias juntas.
Fue este Ayuntamiento quien atrevidamente planteó el problema, que nadie
se atrevía a enunciar claramente, a propuesta de los licenciados don Juan
Francisco de Azcárate y don Francisco Primo Verdad y Ramos, regidor y síndico
respectivamente de dicha corporación, se solicitó que esta tuviera por nulas
las abdicaciones hechas por los reyes de España a favor de Napoleón, y que
mientras el rey estuviera preso del francés, o la Nueva España elegía
personalmente quien la gobernara o el virrey continuara al frente del gobierno,
sin recibir órdenes de España, ni entregarla a potencia alguna hasta en tanto
que la colonia, representada por el Ayuntamiento de la ciudad de México elegía
rey o quedaban libres Fernando VII y Carlos IV.
En la sesión del Ayuntamiento celebrada este día 31 de agosto
de 1808, el mercedario fray Melchor de Talamantes, presentó al cabildo un
pliego que decía: “Se han roto del todo para nosotros los vínculos con la
Metrópoli (España) y no subsisten para dirigirnos mas que las leyes puramente
regionales, y que todo el estado de cosas y la representación nacional
corresponde al pueblo”.
La Audiencia
comprendió desde luego que aprobar las propuestas del Ayuntamiento de la ciudad
de México, equivaldría tanto como declarar la independencia de la colonia ya
que por entonces no se creía probable que los reyes de España recobrasen su
libertad, y se preparó a resistir resolviendo la detención de los miembros del
Ayuntamiento creadores de ese atrevido plan.
Después de esta
sesión fueron aprehendidos los destacados independentistas Fray Melchor de
Talamantes, Licenciado Francisco Primo Verdad y Ramos, Don Juan Francisco
Azcárate, el Abad de Guadalupe José Baye de Cisneros, el canónigo Beristáin y
otros más.
El mercedario fray Melchor de Talamantes, fue enviado a San
Juan de Ulúa donde murió de fiebre amarilla, don Juan Francisco Azcárate
enfermó de gravedad en la prisión siendo conducido a su casa donde murió. Y el
licenciado Francisco Primo Verdad y Ramos fue asesinado en la celda de la
prisión, muriendo por ahorcamiento, colgado de una alcayata clavada en la pared
de su prisión.
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