1º de Junio de 1861
Elecciones presidenciales.
El mes pasado (junio 3) fue asesinado
don Melchor Ocampo por órdenes de los conservadores Leonardo Márquez y Félix Zuloaga,
no sin antes someterlo a malos tratos y mil vejaciones de parte de la
soldadesca conservadora.
Este asesinato, cometido
en la persona de un hombre filantrópico, de honradez acrisolada, que a nadie
había hecho mal, y cuyo único delito era profesar ideas liberales, causó horror
e indignación en todo el país.
Y en este ambiente se
realizaron las elecciones presidenciales en las que se cometieron las trampas
habituales con la imprudente ayuda del clero, que prohibió a los fieles votar,
incrementando el abstencionismo y con ello se hizo mas fácil la tarea de llenar
las urnas con votos ilegítimos.
Ya con ese antecedente
(irregularidad la llaman ahora) desde luego que Juárez ganó la presidencia por
5289 votos contra 1988 emitidos a favor de Miguel Lerdo de Tejada cuando aún se
ignoraba la noticia de su muerte y 1846 para Jesús González Ortega, que en su
calidad de segundo beneficiario vivo de la votación, le tocaba la Presidencia
de la Suprema Corte De Justicia de la Nación en funciones de Vicepresidente de
la República.
El general Jesús
González Ortega es nombrado Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, cargo que tenía el mandato constitucional de Substituto del Presidente
de la República.
Pero ni por eso cesaron los orteguistas sus maniobras para llevar a su caudillo a la Presidencia. Cincuenta y un diputados firmaron una carta en la que pedían formalmente a Juárez su renuncia; pero éste, haciendo uso de los recursos propios de su cargo, reunió cincuenta y dos diputados que, por el contrario, lo instaron, por el bien del país, a permanecer en su puesto.
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