Entradas populares

lunes, 18 de julio de 2022

EFEMÉRIDES MEXICANAS // Rafael Urista de Hoyos


18
 de Julio de 1824

  Fusilamiento de Agustín de Iturbide.

Las conspiraciones en favor de Iturbide, se hacían sentir en todas partes; y aún en la capital se descubrió una, pues borbonistas e iturbidistas unidos, procuraban crear todo género de dificultades al gobierno.

  Esta agitación en favor del ex emperador, y el conocimiento que por sus espías tenía el ejecutivo de su próxima venida, hizo que el Congreso, temeroso de una restauración de la monarquía, expidiera este día un decreto por el que se declaraba traidor y fuera de la ley a Iturbide, siempre que se presentara en territorio de la República, y se declaraban igualmente traidores a los que por cualquier medio favorecieran su regreso.

  Iturbide, entretanto, incitado por las cartas de sus amigos y partidarios, que le pintaban con negros colores el estado de anarquía en que se encontraba el país y le invitaban a volver para salvarlo, salió de Londres para México, mandando un oficio al Congreso en el que le ofrecía sus espada para defender la independencia del país contra España y la llamada “Santa Alianza” que pensaban reconquistarlo.

  El 26 de septiembre de 1815 el Zar de todas las Rusias, Alejandro I, emitió un documento con ese nombre que fue firmado de inmediato por Federico Guillermo III, Rey de Prusia (la posterior Alemania) y por Francisco I, Emperador de Austria (la posterior Austria-Hungría), y posteriormente por todos los soberanos europeos, con excepción del Papa, Inglaterra y el Imperio Otomano (Turquía).

  El Zar pretendía que esa inocente manifestación  sirviera de base para una organización internacional que evitara en el futuro otro cataclismo como el que había provocado Napoleón Bonaparte.  Sin embargo, en el aspecto bélico, también se ofrecía apoyo militar para la reconquista de las colonias de los países firmantes que hubieran perdido su posesión debido a movimientos de independencia, España en primer lugar, con el despliegue de veinte mil hombres que emprenderían la reconquista de México maniobra que fue conjurada por la revolución del coronel Rafael Riego en contra del absolutismo de Fernando VII.

  Iturbide se embarcó en el bergantín inglés “Spring”, el día 4 de mayo, con su mujer, dos de sus hijos, su sobrino don Ramón Malo. Su servidumbre y el coronel polaco Beneski. Desembarcaron ese mismo día en Soto La Marina e inmediatamente fueron apresados por el comandante de la guarnición militar general Felipe de la Garza quien ya estaba advertido, por espías del gobierno mexicano liderados por el nefando cura Juan de Marchena.

  Aprehendido por De la Garza, este dio parte al Congreso del Estado de Tamaulipas quien decidió que Iturbide fuera fusilado, dando cumplimiento al decreto del Congreso General que dictaminó la ejecución de Iturbide en cuanto pisara territorio mexicano.

  Este día, 18 de Julio de 1824, sacaron a Iturbide de su celda y lo hicieron formar entre los soldados.  Iba vestido de civil, con la levita negra que portaba desde su desembarco en Soto La Marina. Conducido entre las dos filas de su guardia llegó a la placita del lugar, San Antonio de Padilla, donde se iba a ejecutar la sentencia.

  Sintió que se le iba a atar los brazos por detrás y el se resistió pues no quería ir atado al paredón pero el oficial del pelotón, don Gordiano del Castillo ayudante el general De la Garza, le pidió que se dejase atar, pues tal era la ordenanza. Se dirigió al sitio de la ejecución con paso firme y llamó al padre Gutiérrez de Lara, que iba acompañándolo, y le pidió que sacara el reloj que llevaba en el bolsillo y que le quitara el rosario que siempre traía colgado al cuello.  Debería hacerlos llegar a su hijo mayor.  Le pidió igualmente que extrajera del bolsillo interior de la levita la carta que había escrito a su esposa.  Finalmente, le dijo, traía en el bolsillo tres onzas y media en monedas pequeñas de oro.  Era todo lo que le quedaba de riquezas mundanas:  quería que se les dieran a los soldados que lo iban a fusilar.     

  Finalmente inclinó la cabeza y en voz baja pero perfectamente audible, comenzó a rezar el Credo y terminando éste y, como recogiéndose sobre sí mismo, rezó un acto de contrición: ---Yo, pecador, me confieso a dios, etc, etc.

  Después se puso de frente al pelotón, e irguiéndose, en alto la cabeza, esperó la descarga con serenidad.  La voz de mando de Gordiano del Castillo fue un triple látigo que golpeó el silencio imponente de la tarde; El general De la Garza no quiso asistir a la ejecución pues siempre la consideró una injusticia y un auténtico asesinato, que vino a saciar la cruel venganza de un Congreso plagado de vengativos chacales.

  Pasadas una horas, cuando la noche había caído ya, uno hombres recogieron el cuerpo, cuyas ropas estaban ya tintas en sangre, lo metieron en un tosco ataúd y lo llevaron al sitio donde tenían lugar las sesiones del Congreso Local que tendrían que ser diurnas porque el local no tenia techo.  El cadáver de Iturbide fue vestido con el sayal de San Francisco, y se le colocó sobre una mesa, alumbrada por la incierta luz de cuatro cirios.

  El cadáver fue sepultado en la iglesia del lugar permaneciendo allí hasta el 6 de agosto de 1828 en que por decreto del Presidente Guadalupe Victoria, sus restos fueron exhumados y depositados en la Catedral Metropolitana de la ciudad de Mèxico.

0 comentarios:

Publicar un comentario