Entradas populares

martes, 26 de julio de 2022

EFEMÉRIDES MEXICANAS // Rafael Urista de Hoyos


26
 de Julio de 1920

  Francisco Villa y Adolfo de la Huerta

  Pacto de Unificación

  Hoy a las siete de la mañana el telegrafista de servicio de la Presidencia de la República contesta un mensaje que llega de la población de Sabinas, Coahuila, y al preguntar quien comunica se le responde “Francisco Villa”.

  Sucede que al aclarar el alba los villistas cortaron las comunicaciones telegráficas al norte de Sabinas y ocuparon la plaza tomando completamente desprevenida a la guarnición de cien hombres que fue desarmada y apresada sin disparar un solo tiro.  Inmediatamente el coronel Alfonso Gómez Morentín se hizo cargo de la oficina telegráfica, y pidió comunicación con el Palacio Nacional en la ciudad de México.

  La respuesta fue que el señor Presidente aún se encontraba en sus habitaciones del Castillo de Chapultepec y ya se le estaba avisando para que en cuanto llegara contestara la comunicación.  El Presidente De la Huerta, sorprendido, no podía creer que el General Villa se encontrase con sus tropas a tan enorme distancia, cuando el general Joaquín Amaro acababa de informar que lo tenía acorralado cerca de Parral, Chihuahua.  En la carta geográfica se miden, en línea recta, de Encinillas, Chih., a Sabinas, Coah., 700 kilómetros.

  Plutarco Elías Calles, Ministro de la Guerra y principal perseguidor de Villa, debe haberse enfermado del estómago al enterarse de la humillante burla que había sido objeto de parte del sagaz Pancho Villa.  Las oficinas ferrocarrileras comunican a la superioridad que, efectivamente, una partida rebelde ha llegado a la población de Sabinas, Coah., sin cometer ningún atropello, y que se asegura que dicho grupo de alzados está mandado por Francisco Villa en persona.

  A las nueve de la mañana llamó el Presidente Dela Huerta y, previa mutua identificación, seguros de sus personalidades, el Presidente y el General Villa sostuvieron una larga conferencia telegráfica:  Villa saluda al Presidente con mucha cortesía y le suplica que lo perdone que lo perdone, pero que en virtud de la imprudencia de unos de sus jefes subalternos  (aunque no lo dijo se refería a Calles y Amaro)  había tenido que ocupar esa plaza, pero que todo estaba en orden y el garantizaba la seguridad:

-----“Quiero decirle que estoy a sus órdenes y que con usted si me rindo”.

-----“Usted no se rinde con nadie”---le contesta el Presidente.

-----“vengase ha hacer la paz conmigo”.

  En la conferencia con el Presidente el General Villa confirmó sus propósitos de retirarse a la vida privada con todos sus hombres, y aquel aceptó gustoso sus proposiciones, suplicándole a Villa que permaneciera en Sabinas mientras llegaba en su representación el general Eugenio Martínez, nombrado Jefe de Operaciones en Coahuila, y a quien ya se le ordenaba con urgencia trasladarse a ese lugar para formalizar el pacto propuesto; el general Martínez se encontraba en Torreón.

  Hoy mismo se cruzan los primeros telegramas los generales Francisco Villa y Eugenio Martínez.  Éste le dice desde Torreón que a las doce horas saldrá hacia Sabinas; que le ha causado mucha satisfacción la noticia que le transmitió el Presidente relativa a la rendición y que puede estar seguro que al tratarla con él, lo hará con un hombre leal, amante del bien del pueblo mexicano; que ha dado orden de suspender absolutamente las hostilidades y que espera que esta vez las pláticas tendrán el resultado que ansiosamente se desea.

                                                                                                                El General Villa le contesta: “Atentamente digo a usted con palabras sinceras, que me llenan de satisfacción las palabras bondadosas suyas, que con tanta benevolencia nos dirige.  No tengo el gusto de conocerlo; pero usted es un hombre de raza, y hago esta consideración porque he sido víctima de las intrigas de algunos malos hombres.  Esté usted seguro que el abrazo que nos demos será nacido del corazón, porque yo nunca he sabido engañar a nadie”.

Al mediodía sale el general Eugenio Martínez en tren que lleva vía libre hasta Sabinas.  El general Villa, para demostrar sus buenas intenciones, ha puesto en libertad a sesenta carrancistas que capturó al ocupar la plaza.

                                                                                                                 (continuará)

0 comentarios:

Publicar un comentario