2 de Noviembre de 1876
Aquiles Serdán.
Semblanza biográfica
Hoy nace en la ciudad de Puebla de
los Ángeles Aquiles Serdán Alatriste.
Revolucionario maderista e hijo de un hombre de claras ideas de
izquierda. Aquiles no practicó ninguna
forma de activismo político sino hasta que se enteró de la violenta represión
de los obreros en Cananea y Rio Blanco, entre 1906 y 1907.
Se afilió al Partido
Antirreeleccionista en 1909 y fundó el club “Luz y Progreso”, con lo que empezó
una campaña de intenso activismo político.
Aquiles y su madre y hermano Carmen y Máximo viajaron a varias partes de
su Estado para agitar a los núcleos de descontento, repartir propaganda y
promover la creación de nuevos clubes.
El 4 de octubre de
ese año 1909 Aquiles fue detenido por “ultraje a la autoridad”. En diciembre Madero visitó Puebla y pudo
entrevistarse con Aquiles en la cárcel, a quien le dio ánimos. Al poco tiempo
las autoridades lo pusieron en libertad “por no haber encontrado méritos para
proceder en su contra”.
Las semanas de
encierro no menguaron su fortaleza, sino por el contrario, Aquiles se dispuso a
redoblar sus esfuerzos en la campaña electoral de Madero y llegar hasta las últimas
consecuencias. Siguió con sus trabajos proselitistas en Puebla, encaminados a participar
en la Convención Nacional Antirreeleccionista, que se realizaría en la ciudad
de México en abril de 1910.
Aquiles fue nombrado
delegado y en dicha convención, celebrada el 27 de abril, Don Francisco I.
Madero fue nombrado candidato a la presidencia por el partido, y el doctor
Francisco Vázquez Gómez a la vicepresidencia.
Un mes después el ahora candidato visitó Puebla y logró reunir en un
mitin masivo más de veinte mil personas, lo que para la época era
verdaderamente apoteósico.
El 15 de mayo Carmen,
la madre de Aquiles, organizó una recepción para Madero en su casa de las
calles de Santa Clara donde la gran mayoría de la sociedad poblana acudió a
saludar al señor Madero. En aquellos momentos, para la familia Serdán, y para
la gran mayoría de la sociedad, el triunfo antirreeleccionista era casi seguro,
y muy probablemente así lo pensó también la maquinaria porfirista y para el efecto
se tomó la nefasta decisión, para parar en seco la campaña de Madero, aprehenderlo
bajo absurdos cargos y encarcelarlo en la prisión de San Luis Potosí, donde
estuvo confinado los meses suficientes para que pasaran las elecciones
presidenciales sin él en libertad.
En otros lugares del
país sus correligionarios corrieron con la misma suerte, o en el mejor de los
casos alcanzaron a huir del país. El 26
de junio se consumó el fraude, y sin tener oponente en las elecciones, Porfirio
Díaz fue, por séptima vez, reelecto como Presidente de la República.
En los últimos días
de octubre Madero escapó de San Luis Potosí ya que para entonces tenía por
cárcel la ciudad potosina. Durante su
cautiverio había tomado una decisión definitiva que cambiaría el curso de la
historia nacional: Lanza su Plan de San Luis donde hace un llamado a todos los
mexicanos para que se alzaran en armas en contra de la dictadura porfirista a
partir de las seis de la tarde del día 20 de noviembre de 1910. Aquiles comenzó los preparativos para iniciar
la lucha el día 20 como estaba previsto.
Para el efecto,
consiguió recolectar un arsenal de 300 carabinas, doscientos rifles, ciento
cincuenta pistolas y muchas cajas de municiones, que se concentraron en la casa
de la calle Santa Clara, convertida en arsenal de guerra. Aquiles contaría con 300 hombres bien armados
además de mil comprometidos con la causa, además de una multitud de
simpatizantes.
Sin embargo, el día
17 los conjurados recibieron un informe en que se les comunicaba que la conspiración
había sido traicionada y la policía planeaba un cateo a la casa. Aquiles reunió a sus más cercanos
colaboradores: Rosendo Contreras, Manuel
Paz y Puente, Vicente Reyes, Clotilde Torres, Manuel Méndez, Miguel Patiño,
Fausto Nieto, Manuel Velázquez, Juan Sánchez, Carlos Corona, Andrés Cano, Miguel
Cruz, Francisco Sánchez, Epigmenio Martínez y Luis Teysser, además los miembros
de su familia: Doña Carmen Alatriste viuda de Serdán, la madre de Aquiles;
Filomena del Valle de Serdán, su esposa; y sus hermanos Carmen y Máximo.
Tal vez lo más sensato hubiera sido hacer desaparecer las armas y huir; pero los conjurados decidieron no esperar el día 20 e iniciar las acciones en cuanto se presentara el primer enfrentamiento, para dar comienzo a la lucha armada. Se enviaron correos para indicar a los grupos rebeldes que eran subordinados de los Serdán acerca del cambio de planes; se prepararon y esperaron.
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