12 de Noviembre de 1651
Sor Juana Inés de la Cruz
Nació este día en la
hacienda de San Miguel Nepantla, jurisdicción de Chimalhuacán de Chalco en el
actual Estado de México. Fue hija del
capitán Pedro Manuel de Asbaje y de doña Isabel Ramírez de Castilla. Desde muy
pequeña aprendió a leer y escribir y se hizo notable por su prodigioso talento
al retener y comprender cuanto leía.
Cuando llegó a la capital de la Nueva España estudió con el
bachiller Martín de Olivas, logrando una reputación de grandes dotes
intelectuales por lo que fue designada dama de honor de la virreina Leonor
María Carreto, Marquesa de Mancera. En
la Corte, por su belleza física y su talento, recibió las mejores
consideraciones y atenciones.
Se cree que algún
desengaño de esta mujer tan sensible, o por no ser de su agrado los esplendores
inútiles de la Corte, la hizo tomar los hábitos religiosos el 14 de agosto de
1667 en el Convento de Santa Teresa la Antigua, que abandonó a los seis meses
por enfermedad. El 24 de febrero de 1669
volvió a ingresar a la vida monástica sólo que esta vez en el Convento de San
Jerónimo, donde permaneció hasta su muerte.
Su celebridad
literaria continuaba en ascenso y se multiplicaba en el desempeño de su cargo
religioso. Fue ahí, con las Jerónimas,
donde no solamente acumuló libros sino una gran cantidad de obras intelectuales
que le valió reconocimiento y algunos premios como los ganados en 1683 en el
certamen universitario del Triunfo Parténico.
Además de haber sido
una gran científica, su obra comprende poesías líricas, dramáticas, alegóricas,
sacras, festivas y populares de muy variados temas y una obra dramática formada
por “Autos Sacramentales” “loas” y “Comedias”. Dentro de su prosa se encuentra:
“Neptuno Alegórico”, “Explicación del Arco” y “Aplicación de la fábula”
“Hombres necios” “Carta Atenagórica” y “Respuesta a Sor Filotea de la Cruz”.
Mujer singular en
todos los tiempos, no tenía más remedio que profesar para poder dedicarse a su
profesión. Por desgracia los altos
dignatarios eclesiásticos criticaban su dedicación a la cultura y el obispo de
Puebla le dirigió una carta bajo el nombre de Sor Filotea, en la que criticaba
su actitud poco piadosa.
Sor Juana le contesto
en su famosa “Respuesta a Sor Filotea” documento único que nos permite atisbar
la problemática de una mujer inteligente en el siglo XVII. Las críticas, no obstante, se multiplicaron y
Sor Juana tuvo que renunciar a sus libros y a su vocación.
Veintisiete años
vivió Sor Juana Inés de la Cruz, cuyo verdadero nombre era Juana de Asbaje
Ramírez, encerrada en su claustro, cuando pudo ser una dama que brillara en los
salones de la Corte Virreinal y con luz propia ocupara en el mundo de las
letras un sitio de honor y de provecho.
Murió durante una
epidemia de peste el 17 de abril de 1695 en la ciudad de México.
0 comentarios:
Publicar un comentario