8 de Noviembre de 1865
La Dictadura de Benito Juárez
El Presidente Benito Juárez expide
hoy dos decretos: El primero declaraba que debido a las circunstancias por las
que atravesaba el país y el estado de guerra contra el imperio francés,
prorrogaba el período presidencial hasta que fuese posible efectuar elecciones
presidenciales (el general González Ortega, el licenciado Manuel Ruiz y el
general Epitacio Huerta protestan el decreto);
el segundo decreto destituye al general González Ortega como Presidente
de la Suprema Corte de Justicia de la nación, por el supuesto delito de haber
abandonado el servicio militar al dirigirse a los Estados Unidos (aún cuando el
mismo Juárez le había concedido licencia para hacer el viaje).
Hay que recordar que
don Benito Juárez tomó el poder en forma interina por ser precisamente el
Presidente de la Suprema Corte de Justicia al ocurrir el golpe de Estado del mismo
presidente Ignacio Comonfort, período que terminaba en noviembre de 1861 y que
fue prorrogado por él mismo, aunque avalado por un sumiso Congreso, por un
período más que terminaba en noviembre de 1865 debido a la intervención de los
franceses. Ahora, si Juárez violó la
Constitución y convirtió en ese momento su presidencia en una usurpación, es
una cuestión que le dejo de tarea al lector; y todavía más, Juárez aprovecho esa
coyuntura política para aumentar a seis los años de la vigencia presidencial (la
palabreja “coyuntura”, favorita de los ignorantes políticos mexicanos,
significa “oportunidad”).
Antes que terminara
el período presidencial (noviembre de 1871), los partidarios de Juárez
iniciaron su nueva reelección, en tanto que los descontentos con su gobierno dividieron
sus simpatías entre dos candidatos: El licenciado Sebastián Lerdo de Tejada y
el general Porfirio Díaz.
A pesar de que Lerdo
de Tejada era un jurisconsulto muy distinguido, de vasta cultura y finas
maneras, su apatía para los negocios, su orgullo, y su soberbia que le hacía
creerse superior a todos los demás y no necesitar de su consejo ( en la
política actual se diría que era muy pragmático), influían en que fuera poco
popular. En cambio, el general Díaz
había atraído la atención del público, primero por sus hazañas militares
durante las guerras de la intervención y del imperio; luego por sus facultades
de administrador y organizador, unidas a una honradez a toda prueba, se le
consideraba el candidato ideal para la presidencia.
Sin embargo, ninguno de los dos anteriores candidatos
superaba el carisma y la personalidad de Juárez que ante el pueblo mexicano era
considerado el salvador de la Patria por lo que fue elegido para seguir
ostentando la primera magistratura de la nación, privilegio que sólo su muerte
acaecida 8 meses después, el 18 de julio de 1872, termina con su largo período
de 14 años en la Presidencia de la República; de 1858 a 1872.
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