24 de Mayo de 1920
Funerales del
señor Vesnustiano Carranza
Esta madrugada en
San Cristòbal Ecatepec, el tren que trae el cadáver del señor Carranza desde
Beristàin, donde fue recibido por el general Jesús Novoa que prometió a la
comitiva toda clase de garantías, se detiene, y rodea una valla de soldados el
convoy. Van llamando a los generales y a
los principales civiles, que son trasladados a varios automóviles entre dos
camiones con cincuenta soldados cada uno.
A las cinco y media de la mañana se interna a los presos en la
penitenciarìa del Distrito Federal a disposición del Cuartel General de
Obregòn.
Como se expresa que de las primeras averiguaciones no resulta
responsabilidad a los generales Marciano Gonzàlez, Bruno Neyra, Pilar R.
Sànchez y Heliodoro Pèrez, el mismo cuartel ordena al Jefe de la Guarniciòn de la
plaza, general Sidronio Mèndez, que sean puestos en libertad, lo que se cumple
inmediatamente. Quedan en la prisión los
generales Francisco Murguìa, Juan Barragàn, Federico Montes, Francisco de P.
Mariel y Francisco L. Urquizo, el licenciado Manuel Aguirre Berlanga, el
ingeniero Ignacio Bonillas y don Pedro Gil Farìas.
El cadáver del señor Carranza, en tanto, es recibido en la Estaciòn
Colonia poco después de las seis de la mañana, y conducido a su casa de las
calles de Lerma. Por primera
providencia, se cambia de caja el cuerpo, que es colocado en un ataùd forrado
de terciopelo negro cubierto con la misma bandera en que venìa desde Villa
Juárez.
En esos momentos, el distinguido médico, don Francisco de P. Millàn,
exàmina el cadáver y advierte que la autopsia hecha por el doctor Sànchez Pèrez
fue muy deficiente, pues se concretò a hacer lo más indispensable para evitar
la descomposición y no se cuido de definir, como era lo indicado, la calidad y
situaciòn exacta de las heridas, por lo que sus declaraciones y su certificado
“para nada sirven”. El doctor Sànchez Pèrez, según el doctor Millàn, no abrió
las tres cavidades cráneo, tòrax y abdomen), sino que únicamente extrajo del
vientre las vísceras para proceder al relleno de algodón.
Hace el doctor Millàn una serie sucesiva de observaciones que lo inducen
a admitir la posibilidad de que se trate de un suicidio y no de un
asesinato. Toma en cuenta para ello
también que las heridas son de arma diferente calibre, y que en las ropas del
señor Carranza hay señales de pòlvora.
Por último, deduce que científicamente es admisible la hipótesis del
suicidio y que el señor Carranza, al verse imposibilitado para moverse del
sitio donde estaba tendido, hubiera vuelto su arma para quitarse la vida antes
de caer en manos de sus perseguidores.
Los funerales se hacen sin ceremonias oficiales por disposición de los
jefes militares, pero más de cincuenta mil personas obstruyen el paso del
cortejo fùnebre al Panteòn de Dolores, donde el cadáver es inhumado en una fosa
de tercera clase, cumpliendo las instrucciones que había dejado el señor
Carranza. Las coronas son
innumerables. Las enviadas por las
legaciones extranjeras, así como las de las colonias española y alemana, rezan
en los listones: “Al Presidente
Constitucional de la República Mexicana, Don Venustiano Carranza”.
Una comisión de estudiantes de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, en
la que figuran Josè Gorostiza y Bernardo Ortiz de Montellano, llevan una gran
corona a nombre de sus compañeros.
Cuando el ataùd baja a la fosa, diez mil voces entonan el Himno
Nacional. Hablan el ingeniero Baltazar
Fernàndez Cuè y el licenciado Antonio Islas Bravo. Este hace resaltar con frases candentes la
traición y el señor Fernàndez Cuè, termina llamando a don Venustiano Carranza,
Benemèrito de la Raza Hispanoamericana.
A las diecisiete y media horas de hoy
24 de mayo de 1920, el Presidente del Congreso de la Unión, Gustavo
Padrès, pronuncia solemnemente las siguientes palabras: “Es Presidente
substituto de los Estados Unidos Mexicanos para el período que termina el 30 de
noviembre del presente año, el ciudadano Adolfo de la Huerta”.
Diferentes clases de Presidentes de México.
“Presidente Constitucional”: Es el que ha sido electo para el cargo
según los mecanismos dispuestos por la Constituciòn en vigor.
“Presidente Interino” : Es el
designado, mediante el mecanismo constitucional correspondiente, para ocupar
temporalmente la Presidencia en ausencia del Presidente Constitucional.
“Presidente Substituto” : Es el
designado para concluir el período constitucional inconcluso por renuncia,
incapacidad o muerte del Presidente de la República.
“Presidente Provisional” : Es el
que transitoria y brevemente ocupa la Presidencia, en tanto la instancia legal
facultada elige un Presidente Constitucional o bien designa un Interino o
Substituto.
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