31 de Mayo de 1911
Rumbo al destierro
Hoy el general Porfirio Dìaz se embarca en el vapor alemán “Ipiranga” y
recibe los últimos honores militares por medio de la Guardia Presidencial. Al despedirse el general Dàz exclama: “Ya se convencerán,
por la dura experiencia, de que la única manera de gobernar bien al país es
como yo lo hice”.
El general Victoriano Huerta fue designado por la Secretarìa de Guerra para
escoltar el tren donde iban don Porfirio y su familia, y por una ironìa del
destino, en conversación con Huerta don Porfirio le aconsejò y recomendó que
fuera siempre leal al nuevo gobierno revolucionario, y que apoyara
incondicionalmente al nuevo presidente resultante en las elecciones, para que
el país, ya pacificado, siguiera avanzando y progresando, siempre en beneficio
del pueblo mexicano; Huerta le contestò que no tuviera duda, de que siempre le
sería fiel al nuevo presidente.
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