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martes, 31 de mayo de 2022

EFEMÉRIDES MEXICANAS // Rafael Urista de Hoyos


31
 de Mayo de 1820

  Por aquel tiempo en España se reunían las Cortes para proclamar una nueva Constituciòn que garantizara precisamente lo que los pueblos de las colonias americanas pedìan, ya que se les había dado representación en las Cortes de Càdiz y se había logrado reunir a la mayoría de los diputados de todas las provincias de la Amèrica Española.  La diputación de la Nueva España estuvo encabezada por el cura Don Miguel Ramos Arizpe, diputado por la provincia de Coahuila, y los diputados liberales: Josè Mariano Michelena, Josè Marìa Couto, Manuel Cortàzar, Francisco Fagoaga, Josè Marìa Montoya y Juan de Dios Cañedo.

  La nueva Constituciòn proclamaba principalmente la libertad de imprente y de expresión y otras que eran sumamente avanzadas en aquellos años redactadas de tal modo para que todos los pueblos la comprendieran, y que se creìa era el mejor medio de detener las revoluciones de Independencia en las colonias de España en Amèrica.

  Ante la evidencia de los hechos sucedidos en España y los decretos del rey Fernando VII para acatar la Constituciòn de Càdiz, el Jefe Polìtico, Gobernador y Capitàn General de la Nueva España (anteriormente virrey), don Juan Ruiz de Apodaca, proclama este día, 31 de mayo de 1820, los estatutos de la nueva Constituciòn,

  En la tarde de este día ante una inmensa concurrencia popular y ante el pie de la estatua del depuesto rey “Carlos IV” (la famosa estatua del caballito) que en aquellos años se alzaba en el centro de la Plaza Mayor (hoy Zòcalo), se leyò la Constituciòn por uno de los miembros del Ayuntamiento siendo èsta recogida por una abigarrada concurrencia, Desde entonces se le diò a la Plaza Mayor el nombre de Plaza de la Constituciòn que se conserva hasta nuestros días.

  Este día cerrò sus puertas el Tribunal de la Inquisiciòn de la Nueva España. La decisión fue tomada por los ministros del,paradójicamente llamado, Santo Oficio”, quizá temerosos por el conocimiento que se tiene de lo sucedido en España cuando el pueblo destruyò casi la totalidad de la sede central.

  Así para evitar los atentados y cualquier situación de riesgo, rápidamente se llevó a cabo la evacuación de la cárcel; los presos políticos fueron llevados a la prisión de la Corte y los religiosos, a los conventos de la ciudad. Además los clèrigos que allí vivìan se apresuraron a dejar sus habitaciones.  Aún así, el pueblo, irritado por tantos crímenes perpetrados por este diabòlico tribunal, selanzó al saqueo del edificio para despuès quemarlo.

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