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sábado, 21 de mayo de 2022

EFEMÉRIDES MEXICANAS // Rafael Urista de Hoyos


21
 de Mayo de  1895

  Nace Làzaro Càrdenas del Rìo.

  Nace en Jiquilpan, Michoacàn, Presidente de México de 1936 a 1940.  Se unió a la Revoluciòn en Apatzingan, Michoacàn, en 1913. En 1918 fue enviado a someter a los indios yaquis para posteriormente participar en las campañas de Nayarit y Michoacàn contra el rebelde Josè Inès Chàvez Garcìa.  Secundò el cuartelazo de Obregòn contra Carranza adhiriéndose al Plan de Agua Prieta, levantándose en armas en Veracruz.  Fue designado Gobernador de Michoacàn en 1920 como premio por su indirecta intervención en el asesinato de don Venustiano Carranza.

  Al estallar la rebelión delahuertista Càrdenas fue derrotado y hecho prisionero por el general Rafael Buelna quien le perdonò la vida y lo dejó en libertad.  En 1931 ocupo la Secretarìa de Gobernaciòn en el Gabinete del Prseidente de paja Pascual Ortiz Rubio y luego la Secretarìa de Guerra y Marina.

  El 15 de enero de 1933 fue postulado oficialmente en la Convenciòn del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en Querètaro a la Presidencia de la República; tomo posesión el 1º de diciembre de 1934.

  Despuès de unos meses de graves conflictos con el Jefe Màximo Plutarco Elìas Calles, en junio de 1936 lo obligò a abandonar el país con sus colaboradores cercanos logrando solucionar la crisis sin recurrir a la violencia.

  Tuvo que hacer frente a problemas difíciles ocasionados por su empecinamiento en querer establecer la educación socialista al estilo bolchevique ruso.  El 18 de marzo de 1938, despuès de un largo y angustioso enfrentamiento, el Presidente Càrdenas expropiò la industria petrolera. Ese mismo año enfrentò la frustrada rebelión del general Saturnino Cedillo.  Dejò la presidencia en 1940 en manos del general Manuel Àvila Camacho.  En 1945 se retirò de la vida política.  Muriò en la ciudad de México el 19 de octubre de 1970.

  Cuando protesto como Presidente de la República, la clase política supuso que sería otro tìtere de Calles pues llegó a la antesala del poder como protegido del jefe máximo.  Era Càrdenas disciplinado, metòdico y reflexivo, trabajaba con presteza y en las ocasiones graves siempre se comportò de manera “institucional” (desde ese momento esa palabra se constituyò como la favorita en los discursos demagógicos de la politiquerìa nacional).

  Aprendiò los secretos de la lid política gobernando a Michoacàn, recorriendo los campos petroleros como jefe militar y acercándose a la gente.  Esas cualidades le merecieron la bendición de Calles para alcanzar el poder, y cuando parecía que el jefe máximo continuarìa ejerciendo el poder tras la silla presidencial, el subordinado dejó de serlo para convertirse en estadista.

  Comenzò su sexenio (a partir de Làzaro Càrdenas los perìodos presidenciales se alargaron de 4 a 6 años: El utòpico Plan Sexenal) sin poder ejercer positivamente el poder, pero con su aguda observación de la realidad nacional, en poco tiempo el alumno superò al maestro.

  Càrdenas alentó la organizaciòn de sindicatos y las movilizaciones masivas de obreros y sus esquiroles (no se imaginò Càrdenas el mal que le hizo al país con esas medidas, ni se imaginò que con el tiempo la sociedad iba a ser rehen de esos grupos delincuenciales).  Su prioridad era una: consolidar su poder apoyándose en las clases populares para enfrentar al jefe mèximo.  Demorò un par de años y finalmente en 1936 se deshizo de Calles enviándolo al exilio.

  El reparto agrario no tuvo límites, los grandes latifundios y las viejas haciendas que sobrevivieron a la Revoluciòn fueron otorgados en forma de ejidos (otra lacra heredada del cardenismo), a decenas de miles de campesinos. Y aunque luego el ejido demostró ser un rotundo fracaso y un instrumento de control social, nadie cuestionò la buena fe y el espíritu justiciero del Presidente.  Fue su partido de la Revoluciòn Mexicana (PRM), antecesor del mafioso PRI, el que se encargo de convertir esas buenas obras en instrumentos de corrupción e impunidad, que en los momentos actuales han alcanzado las más altas cumbres de la criminalidad oficial.  Sin embargo, el nacionalismo revolucionario de Càrdenas se materializò en uno de los acontecimientos más significativos del siglo XX: La Expropiaciòn Petrolera.

  En un mundo que parecía derrumbarse en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, México decidió abrir las puertas a los refugiados y perseguidos políticos de distintas regiones del mundo como Leòn Trotsky, y con la derrota definitiva de la República española en 1939, veinte mil exiliados encontraron refugio seguro en México.

  Pero la gran obra de Càrdenas, que paradójicamente resultó ser la más dañina para el país, fue crear la estructura funcional del sistema político mexicano, que permitiría al partido político oficial a base de fraudes y corruptelas mantener el poder el resto del siglo XX.

  Comenzó así la era del corporativìsmo mexicano, bajo el cual los trabajadores y quienes pertenecían a los sindicatos, a organizaciones campesinas y los militares, se hallaban afiliados obligatoriamente al partido oficial orgànizandose èste en cuatro sectores: obrero, campesino, la burocracia y el sector militar, y por si fuera poco, y para borrar todo recuerdo del callismo, en marzo de 1938 el partido cambió de nombre y fue rebautizado como Partido de la Revoluciòn Mexicana (PRM)

  La transformación fue profunda y significò el afianzamiento de la llamada “familia revolucionaria” en el poder, lo que más adelante se conoció popularmente como “la mafia del poder”.  Porque más allá de la solidaridad presidencial con las clases populares y el apoyo a la organización de obreros y campesinos impulsada durante los primeros años del gobierno cardenista, èste tenía un claro objetivo: El control del presidencialismo sobre toda la sociedad.

  Làzaro Càrdenas dejó la presidencia el 30 de noviembre de 1940 y se convirtió en la figura moral de la Revoluciòn Mexicana.

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