28 de Mayo de 1935
Son ejecutados hoy por la noche en Canon city, Colorado, Estados Unidos,
a los mexicanos Juan y Luis Pacheco, por haber matado a un agricultor yanqui
cansados ya por el comportamiento violento y discriminatorio del gabacho que
fue muerto cuando los mexicanos tomaron la justicia en sus manos.
Fueron conducidos a la cámara letal por una escolta de 15 guardias; se
les ato con cadenas en pies y manos; se les sujetò a las sillas de la cámara de
la muerte y se les encerrò herméticamente.
Se mostraron serenos y resignados hasta el último momento. Juan movìa los labios como susurrando alguna oración,
mientras que Luis se mantuvo firme y con gesto desafiante.
Por lanzar un viva a don Venustiano Carranza, un cabo del Ejército Federal llamado Francisco Roa Villafranca, que fue de los llamados “rayados” del asesinote general Joaquìn Amaro, resultó gravemente herido por un “Dorado” de Pancho Villa que lo escuchò.
Los sucesos se desarrollaron en la pulquerìa “La Duquesa”, en la esquina
de las calles Doctor Jiménez y Doctor Liceaga en la bien recordada Colonia de
los Doctores, donde yo laborè en el Hospital Infantil hace ya muchos años (1960).
En la pulquerìa mencionada tomaban dos grupos de parroquianos unos
“tornillos” y unas “tongoleles” (recipientes de cristal donde se servía el
delicioso néctar), cuando a Roa se le ocurrió gritar “¡Viva Carranza, jijos del
Màiz!”, a lo que del otro grupo respondió Ceferino Aguilar Lugo, ex dorado
villista, con una indignación inconcebible por sucesos ocurridos veinte años atrás: “Ese grito se contesta con este otro: ¡Viva
mi general Pancho Villa!” Y comenzó a
repartir cuchilladas a diestra y siniestra, hasta que la policía lo aplacò.
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