19 de Mayo de 1822
Primer Imperio
Mexicano.
Antecedentes:
Después de proclamada la Independencia de México el 28 de septiembre de
1821, se procedió a nombrar una Junta Provisional Gubernativa que convocò a
elecciones de un Congreso Constituyente que habrá de redactar la Carta Magna
con la que se regirà la nueva Naciòn.
Don Agustìn de Iturbide, como Comandante en Jefe de las fuerzas
independentistas, integrò la Junta Provisional Gubernativa con 38 hombres,
todos fieles a las ideas monárquicas.
La Capitanìa General de Guatemala, junto con la provincia de la Ciudad
Real de Chiapas; Provincia de San Salvador, Provincia de Comayagua (Honduras) y
las Provincias de Nicaragua y Costa Rica, y la Capitanìa de Yucatàn, formada
por los extensos territorios que abarca la península homónima, aunque formaban
parte del virreinato de la Nueva España y como Capitanìas tenían una estructura
territorial y políticamente diferentes, acordaron aceptar el Plan de Iguala
sobre todo para obtener su independencia, uniéndose al Imperio Mexicano (En el
Acta de Independencia al país ya se le da el carácter de Imperio); finalmente
la Provincia de Panamà decide adherirse a la Gran Colombia siguiendo los
ideales del Libertador Don Simòn Bòlivar.
Ayer por la noche, el sargento Pio Marcha y el coronel de Granaderos
Epitacio Sànchez hicieron tomar las armas a algunos grupos de soldados y
poniéndose al frente del populacho de los barrios bajos de la Ciudad de México
se dirigieron al centro, al grito de “¡Viva Agustìn Iº, Emperador de México!” y
parándose al frente de la casa de Iturbide.
El caudillo aparentò sorprenderse, pero las circunstancia de que
instàntaneamente se iluminaran los principales edificios edificios y se
repicaran las campanas de todos los templos de la capital, indicaba que se
trataba de ejecutar un plan preparado y concertado de antemano.
Luego Iturbide se dirigió en coche al Congreso, con su guardia de
granaderos y un gran grupo de edecanes introducièndse al local con un nutrido
grupo de lèperos y frailes, que ocuparon los asientos de los diputados
profiriendo groseras amenazas y gritos insolentes, sin que dejaran hablar a los
diputados contrarios a Iturbide, y como algunos quisieron consultar a sus
comitentes, deliberar o aplazar la proclamación del Emperador, les amenazaron
con colgarlos si para la una de la tarde Iturbide no estaba proclamado
Emperador, pues la guarnición de la capital, en escrito dirigido a la Regencia,
respaldaban la actitud de Pio Marcha y sus compinches.
Obligado por el motìn iturbidista del día de ayer efectuo hoy una sesión
con los diputados iturbidistas y algunos de otros partidos, pero sin los
republicanos y los borbonistas que no se presentaron. A pesar de la presión ejercida por el
populacho, sólo 67 diputados presentes votaron por Iturbide habiendo quince que
votaron en contra y 74 abstenciones.
La proclamación de Iturbide fue completamente ilegal, pues no había
quorum en el Congreso, ya que las dos terceras partes de él que era el mínimo
para su aprobación serían 104 diputados, pero aún así y con sólo 67 votos a
favor, Agustìn de Iturbide fue proclamado Emperador de México.
Elegido así Iturbide Emperador como los cèsares de la decadencia, por un
ejército pretoriano secundado por el populacho, se procedió luego a dar forma
al Imperio. Se nombraron Prìncipes al
padre del caudillo, a sus hijos y a su hermana; se improvisò una Corte con la
aristocracia colonial formada en su mayoría por ricos hacendados y mineros que
habían comprado sus títulos de conde o marquèz, pero que jamás habían visto o
conocido lo que era una autèntica Corte Real.
Aun para hacer los trajes imperiales y disponer del ceremonial de
coronación, hubo necesidad de recurrir a estampas francesas que representaban
la corte napoleónica, y, como las condiciones del tesoro público eran
desastrosas, hubo que pedir prestadas las joyas para labrar las diademas de los
flamantes emperadores.
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