23 de Mayo de 1813
Hoy en Guadalajara es ahorcado por el realista Pedro Celestino Negrete
el valeroso guerrillero insurgente Don Josè Antonio Torres “El Amo Torres”.
Èste había sido capturado en el rancho de Palo Alto, lugar situado por el rumbo
de Cojumatlàn, en las inmediaciones de Jalisco, por el realista Josè Antonio
Lòpez Merino quien lo envìa a Guadalajara al cruel y sanguinario asesino
español Pedro Celestino Negrete quien mostrando todo su desquiciamiento mental
manda decapitar el cuerpo y exhibir la cabeza en la plaza nueva de Venegas, el
brazo izquierdo en la plaza de Mexicalzingo, el derecho en la plaza mayor de
Zacoalco, una de las piernas en San Pedro y la otra en El Carmen, para quedar
el tronco en exposición en la misma Plaza de Venegas donde fue ejecutado.
A los cuarenta días los restos son quemados y sus cenizas esparcidas en
los tiraderos de basura como indignos de ser sepultados. No quedo aún ahí la venganza del execrable
español Pedro Celestino Negrete, pues quemaron su casa en San Pedro Piedra
Gorda, donde había nacido, y cubrieron de sal el solar donde se alzaba (la
casa), queriendo impedir que hierba alguna pudiera crecer.
Verdaderos crímenes, infamias sangrientas y venganzas cavernarias,
fueron las de aquellos años donde el odio se posesión de los hombres en ambos
bandos y no había a cual ir para pedir clemencia por alguno del partido
contrario. Caìn y Abel no se odiaron
tanto como se odiaron los realistas y los insurgentes de aquellos años de
nuestra guerra de Independencia dejando desgraciadamente una semilla de odio,
de intrigas, de faltos de fe en si mismos, que vino acrecentándose despuès de
nuestra Independencia, y que a sido tan bien aprovechado por nuestros endémicos
enemigos, “Los bàrbaros del norte” (los estadounidenses o angloamericanos).
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