1º de Mayo de 1575
San Felipe de
Jesús.
Nace en la ciudad de México en la calle del “Arco de San Agustìn”, hoy
República de El Salvador, Felipe de las Casas Álvarez, futuro primer santo
mexicano con el nombre de San Felipe de Jesús.
Sus padres fueron don Alonso de las Casas y doña Mariana Álvarez,
naturales de Illescas, provincia de Toledo, España.
En su adolescencia sus padres lo dedicaron al oficio de platero, sin
duda por la inclinación un tanto levantisca de Felipe, pues su padre era
bastante acaudalado para necesitar un hijo artesano. Más tarde ingresó al colegio máximo de San
Pedro y San Pablo, a estudiar latinidad.
El carácter inquieto de Felipe tomó más tarde grandes proporciones, pues
después de haber tomado el hábito de los franciscanos de la orden reformada de
descalzos, en el convento de Santa Bárbara de la ciudad de Puebla, y antes de
profesar, abandonó el claustro ocasionando un gran disgusto a sus padres.
Con el transcurso de los días, Felipe, joven, apuesto, de carácter
rápido, aparece en Las Filipinas, gastando gran parte de su caudal en
verdaderas orgías, hasta que hastiado de aquella vida de disipación, volvió a
tomar el hábito en el convento de Santa María de la Ángeles de los franciscanos
descalzos, en Manila, Filipinas.
El 22 de mayo de 1594 profesó, cambiando su apellido De las casas por el
De Jesús. En esta situación de pobreza, renunció a todas sus posesiones y
riqueza, llegando a distinguirse por su humildad, virtudes y penitencia asidua.
Al tener conocimiento sus padres, se reconciliaron y gestionaron su
regreso a la Nueva España, embarcándose en el galeón San Felipe, el 12 de julio
de 1596, acompañándolo en este viaje siete sacerdotes.
Apenas dada a la mar el galeón, se desataron terribles tormentas, y
después de muchas fatigas en la larga navegación, llegaron a las playas de la
provincia de Tosa, en Japón, donde encalló el galeón.
La leyenda cuenta muchos y grandes prodigios que precedieron al
martirio, sería demasiado largo el artículo para narrar todos los episodios que
llevaron a San Felipe de Jesús al martirio.
Los japoneses no eran tolerantes en materia religiosa y el tirano
japonés Taycozoama, en la creencia de que la llegada de los sacerdotes era
presagio del arribo de conquistadores, resolvió matarlos, condenándolos primeramente
a la amputación de las orejas y después a morir en una cruz atravesados por
bárbaras lanzas, acto que se llevó a efecto el 5 de febrero de 1597.
San Felipe fue el primero que fue ejecutado de los ocho mártires,
recibiendo tres lanzas en los momentos en que ya lo asfixiaba una de las
argollas de la cruz. “¡Murió bendiciendo a Dios!”.
El Papa Urbano VIII decret+o en el año 1627 su beatificación y su
canonización se verificó en el año 1861.
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