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domingo, 16 de octubre de 2022

EFEMÉRIDES MEXICANAS // Rafael Urista de Hoyos


16
 de Octubre de 1912

Sublevación del sobrino de su tío: Félix Díaz.

  Hoy en la madrugada se subleva contra el Presidente Madero el general Félix Díaz en el puerto de Veracruz, secundado por el coronel José Díaz Ordaz, y lanza un manifiesto invitando al pueblo y a las fuerzas armadas a secundar el levantamiento.  El Comodoro Manuel Azueta, jefe de la armada, se ha negado a rebelarse y a substituido a los comandantes de los barcos comprometidos.

  El gobierno encomienda al general Joaquín Beltrán se concentre en Orizaba y ordena que se pongan en marcha hacia Veracruz diversos destacamentos en el istmo de Tehuantepec, en Jalapa, en Tehuacán, Perote y Tierra Blanca, con los jefes: general Zozaya, general Celso Vega, general Ocaranza, general Agustín Valdez, coronel Adolfo Jiménez Castro, y los voluntarios de Xico y las tropas irregulares del general Tapia.  El general Félix Díaz esperaba que el ejército y el país entero secundaran el movimiento y se concretó encerrarse en el Puerto sin hacer ningún movimiento ofensivo.

  A las seis de la mañana del 23 de octubre las tropas federales se lanzan al asalto del puerto, no encontrando la resistencia que esperaban.  El cretino Félix Díaz todavía confiaba en la defección del enemigo, a pesar de que hace 72 horas envió al general Beltrán una carta invitándolo a unirse, a lo cual contestó desde Tejería el general Beltrán que para él, antes que todo, estaba el cumplimiento de su deber.

  El cónsul yanqui en el puerto comunicó terminantemente al general Beltrán que el comandante del crucero yanqui “Desmoines”, anclado en la bahía, advertía de que en caso de que las balas de los combatientes hicieran blanco en ciudadanos estadounidenses, procedería al desembarco de marinos.  El general Beltrán, en vez de suspender el ataque, contestó rápidamente, y echándose toda la responsabilidad, prosiguió la ofensiva.

  El general Zozaya entró por el rumbo del panteón; el general Celso Vega por el hospital militar y las calles 5 de mayo e independencia; por el norte el general Adolfo Jiménez Castro; las tropas irregulares del general Tapia entran por el parque Vázquez; por el Este el general Agustín Valdez y la artillería del general Gustavo Mass bombardea desde los médanos a los rebeldes.

  Poco después de iniciado el ataque se notó que la plaza estaba mal defendida.  Poca fue la resistencia; algunos tiroteos por las calles del puerto por donde el ejército federal continuó hasta llegar al portal de Diligencias, en donde les hicieron fuego desde la Parroquia, pero los jefes Valdez, Ocaranza y Jiménez se dirigieron a la jefatura de policía donde encontraron a Félix Díaz que se entregó sin ofrecer ninguna resistencia; lo declararon preso en el Palacio Municipal y aprendieron poco después a todos los que habían secundado la rebelión felicista.  El coronel Díaz Ordaz, segundo en el mando rebelde, que de momento logró escapar, fue aprehendido poco después en Boca del Río

  Días después el licenciado Francisco M. Olaguíbel y el ingeniero y diputado Ignacio Muñoz lograron que un tal juez apellidado Nagore ampare a Félix Díaz, que esta siendo juzgado en un Consejo de Guerra extraordinario en Veracruz, de acuerdo con la ordenanza del ejército.  Dos manifestaciones, una encabezada por el nicaragûense maderista Solón Argûello, recorre las calles pidiendo la cabeza de Félix Díaz.

  Como el procedimiento de amparo a favor de Félix Díaz por el momento no surte efecto ya que el reo no ha sido sentenciado, se rune el Consejo de Guerra extraordinario para juzgar a Díaz y demás complicados por el delito de rebelión, integrándose de la siguiente forma: Presidente, general Rafael Dávila; vocales, general Gustavo Mass, general Celso Vega, coronel Francisco Figueroa y Capitán de navío Carlos Trujillo; Agente del Ministerio Público, licenciado Ramón N. Frausto y juez instructor Eduardo Baquiro.  Félix Díaz nombró defensores a los señores licenciados: Ignacio Gutiérrez Zamora, Esteban Maqueo Castellanos, Francisco M. de Olaguíbel, Rodolfo Reyes y diputado Ignacio Muñoz.

  A las tres de la mañana de hoy, octubre 27, fueron sentenciados a la pena de muerte Félix Díaz y dos jefes que lo acompañaron en el cuartelazo.  Pero la justicia federal y el buen corazón del Presidente Madero, los salva del patíbulo.

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