17 de Octubre 1810
Continúa la guerra de independencia
Retirada frente a la ciudad de México
El ejército insurgente para entonces
ya numerosísimo (algunos autores lo sitúan en mas de cien mil hombres), llega
hoy a Valladolid entrando triunfalmente sin disparar un solo tiro siguiendo por
las poblaciones de Valle de Santiago, Salvatierra, Acámbaro, Zitácuaro y
Zinapecuaro, donde publica un decreto aboliendo la esclavitud y el pago de
impuestos; se hizo de armas y dinero y preparó su camino rumbo a la capital del
virreinato.
En su camino a la
ciudad de México y al llegar a Indaparapeo, se le presenta a Hidalgo el cura de
Carácuaro don José María Morelos y Pavón en solicitud de ingresar a sus fuerzas
como capellán del movimiento. Hidalgo,
reconociendo en el recién llegado grandes cualidades de liderazgo, lo comisionó
para insurreccionar las costas del sur con amplias facultades.
Hidalgo, reconoció en
Morelos al aventajado discípulo suyo en el colegio San Nicolás de Valladolid, y
es por eso que sin vacilar le asigna tan importante comisión ya que sabía que
estaba llamado a realizar grandes empresas.
Llegan los
insurgentes a la ciudad de Toluca donde permanecen dos días preparando su
avance y acampando en el Monte de Las Cruces.
En este lugar son atacados por el brigadier español Torcuato Trujillo
que con tres mil hombres de las tres armas fue enviado por el virrey Venegas a
tratar de detener el avance de los insurgentes.
Después de reconocer
el terreno y formar a sus hombres en posición de combate, el brigadier Trujillo
inicia el combate atacando a los insurgentes en los tres frentes siendo
rechazado con grandes pérdidas y entonces son los insurgentes que al mando de
Allende contratacan y después de varias horas de combate los realistas no
pueden resistir a un enemigo numéricamente muy superior y se retiran
completamente derrotados, mientras que los insurgentes, con esta victoria
tenían ya a su alcance la ocupación de la ciudad de México.
Después de la
victoria del Monte de Las Cruces se daba por un hecho que los insurgentes
ocuparían la ciudad de México, pero con asombro se vio que este día, noviembre
2, Hidalgo ordenaba la retirada a Querétaro.
Esta retirada que
Hidalgo explica por falta de municiones, fue altamente impolítica y
militarmente absurda y retardó el triunfo de la revolución por muchos años,
pues es indudable que por entonces no estaba la capital del virreinato en
condiciones de resistir a un ejército tan considerable aún con pocas
municiones, pues los elementos en hombres y dinero que en ella pudo adquirir el
movimiento, habrían seguramente aplastado toda resistencia.
El jefe realista,
Félix María Calleja, se encuentra con los insurgentes en San Jerónimo Aculco
donde les infringe terrible derrota que los insurgentes pierden todo el
armamento que le quitaron a Torcuato Trujillo en el Monte de Las Cruces.
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