14 de Enero de 1775
Insurgente Pedro Moreno
Crónica Biográfica
Nace el
insurgente Pedro Moreno en la Hacienda de La Daga, cercana a la población de
Lagos, Estado de Jalisco. Sus padres,
ricos hacendados y criollos amantes de la libertad, le enseñaron desde muy
temprana edad cariño a la tierra. La
guerra de independencia halló en él y en la totalidad de los miembros de su
familia ardientes partidarios, que fomentaron rn Lagos y sus alrededores el
sentimiento de insurrección contra sus dominadores,
El 12 de abril de 1814, encontrándose en su
hacienda La Sauceda, y sabiendo que su situación sospechosa era intolerable y
corría el riesgo de ser aprehendido, don Pedro logra armar una buena partida de
labradores y rancheros de las cercanías, y con ella se dirigió a la sierra de
Comanja donde se le juntaron los hermanos Franco que andaban alzados al frente
de una guerrilla, y con ellos inició su lucha contra los dominadores españoles.
Poco tiempo después de su alzamiento, don
Pedro Moreno escogió el cerro del Sombrero para resistir los ataques del
enemigo, y allí construyó las fortificaciones que más tarde darían albergue a
otro libertador: Don Francisco Javier Mina.
El cerro del Sombrero, en donde don Pedro
Moreno construyó las fortificaciones que por espacio de tres largos años le
sirvieron de refugio, está en la sierra de Comanja, que separa hoy a los
Estados de Jalisco y Guanajuato.
El 27 de octubre de 1817 Moreno y Mina fueron
sorprendidos por el realista Orrantia gracias a un traidor que los denunció en
la Hacienda del Venadito donde fueron a descansar después de haber sido
rechazados en su ataque a la ciudad de Guanajuato.
El realista Orrantia desconocía el lugar
donde se hallaban pero un traidor lo puso al tanto (siempre un traidor) y en la
madrugada de este día se presenta en la hacienda donde se traba un combate
rápido y sangriento. Don Pedro, sin más
armas que su espada, se defendió con valor y heroísmo siendo al final alcanzado
por una bala que lo derrumbó. Ya en el
suelo, un oficial español, cobardemente, le cortó la cabeza de un tajo aún vivo,
y en señal de trofeo se la llevó a su jefe Orrantia.
El oficial español que de un tajo desprendió
la cabeza de Don Pedro Moreno, fue gratificado y ascendido por su villana
acción, el general realista Orrantia también fue premiado y felicitado por el
virrey don Juan Ruiz de Apodaca.
Así se premió la “hazaña” provocada por la
acción de un traidor que privaba a los mexicanos de uno de sus grandes héroes,
de un hombre como Don Pedro Moreno que por amor a México perdió su bienestar,
su fortuna, su familia y su propia vida, quedando en la historia como un ejemplo
de abnegación y sacrificio.
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