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lunes, 16 de enero de 2023

EFEMÉRIDES MEXICANAS // Rafael Urista de Hoyos


16
  de Enero de 1826

El General Mariano Escobedo

Semblanza Biográfica.

Mariano Antonio Guadalupe Escobedo Peña nació el 16 de enero de1826, en la misión de San Pablo de los Labradores, actual municipio de Galeana, en Nuevo León.  Fue el hijo más pequeño de los seis que tuvo el matrimonio formado por don Manuel Escobedo y doña Rita Peña.

  Las actividades del campo, como la agricultura y la arriería, eran las que daban sostén a la familia Escobedo Peña, por lo que Mariano vivió su infancia y juventud en un contexto familiar con una situación económica desahogada.  Recibió sus primeras lecciones con una maestra de su pueblo.  Como todos los niños de su época aprendió a leer, a escribir, las cuatro reglas de la aritmética y el catecismo de Ripalda.

  El hecho de que su familia gozará de comodidades no impidió que sus padres cultivaran en él la responsabilidad de tener un trabajo, por lo que Mariano se dedicó al negocio familiar, especialmente el comercio y la arriería. 

  La invasión angloamericana que sufrió el país en 1846 -1848 se caracterizó, entre otras cosas, por ser un semillero de militares.  Mariano Escobedo fue parte de esa generación que tomó las armas en defensa de nuestro territorio, comenzando así su trayectoria militar. 

  Con apenas 20 años de edad se presentó ante el capitán Francisco Martínez Salazar para incorporarse a la Guardia Nacional que éste mandaba y que se formó en Galeana al recibir la noticia del inicio de la guerra.  Con el empleo de alférez marchó a Monterrey y allí recibió su bautizo de fuego en la batalla que tuvo lugar entre el 21 y el 24 de septiembre de 1846, en donde combatió bajo las órdenes del general Pedro de Ampudia.

  No debió ser fácil para el joven enfrentar a las tropas del experimentado general estadounidense Zachary Taylor; aunque no sería la última vez que tendría que hacerlo.

  Entre los hechos de armas en los que demostró su talento natural para el combate durante la campaña contra el ejército angloamericano, está la captura que hizo en Galeana de 37 yanquis a quienes puso a disposición del gobierno.  Para 1847 se encontró en La Angostura en la que participó en la memorable batalla del 23 de febrero.  En el teatro de la guerra los caminos se cruzan: en esa ocasión, la fuerza en la que marchaba estaba dirigida por el general Antonio López de Santa Anna, a quien saldría a combatir años después.

  El escenario político nacional a mediados del siglo XIX estaba envuelto en constantes pronunciamientos y asonadas, En 1854 el cacique Juan Álvarez, junto a otros militares del sur del país, organizaron un movimiento revolucionario en contra del gobierno de Santa Anna que tuvo importantes repercusiones en el noreste.

  De esta forma se inició una serie de combates en loa que Mariano Escobedo tomó parte.  Ya con las ideas liberales arraigadas en su mente, se incorporó a las fuerzas militares de Santiago Vidaurri.  En ese momento tuvo como compañeros de armas a otros militares que comenzaban a tener renombre en la región, entre los que se encontraban Ignacio Zaragoza y José Silvestre Arramberri.  Todos ellos formaron parte de la Guardia Nacional que tenía al frente al general Juan Zuaza.

  Durante la guerra de Reforma su campo de actividad se extendió al interior del país y en la campaña que emprendieron los liberales estuvo bajo las órdenes del general Santos Degollado.  Por rencillas entre éste y Santiago Vidaurri, se vio en la necesidad de tomar partido entre uno y otro y decidió permanecer con Degollado, por lo que se fracturó la relación con Vidaurri.

  Al iniciar la guerra de invasión francesa en 1862, su antiguo compañero, el general Ignacio Zaragoza, le solicitó que se incorporase el Ejército de Oriente que era bajo su mando, para combatir a las tropas francesas que se encontraban en Veracruz y avanzaban hacía el centro del país.  Mariano, que en ese momento tenía el grado de coronel, acudió al llamado de Zaragoza y tomó nuevamente las armas.

  En todo el año de 1862 se mantuvo activo y se le mencionaba en los partes de guerra, como el de las Cumbres de Acultzingo, y en la batalla del 5 de mayo, donde se encontraba en las filas de la brigada de San Luis al mando del general Santiago Tapia.

  El año de 1863 fue muy importante en su trayectoria debido a su desempeño en el sitio de Puebla.  Entre marzo y mayo ascendió a general de brigada.  Para 1864, en el noreste, los refuerzos del cuerpo expedicionario francés se ponían en marcha tierra adentro por el puerto de Tampico.  Escobedo recibió la noticia en Tabasco y sintió la necesidad de salir a defender el territorio que comprendía los Estados de Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila.

  El año 1866 fue decisivo para la causa liberal ya que comenzaron los triunfos de la causa republicana de los que Mariano Escobedo no fue ajeno ya que sus triunfos en las batallas de Santa Isabel, Coahuila y Santa Gertrudis, en Tamaulipas, fueron un golpe importante para el emperador Maximiliano de Habsburgo ya que ocasionó la capitulación de las principales plazas imperialistas del noreste, iniciándose así la desocupación militar de esa parte del país por parte de los imperialistas que para entonces ya no contaban con el apoyo de las tropas francesas.

  Por todo lo anterior, en la última etapa de la guerra contra el ejército imperialista, Juárez no dudo en entregarle el mando del ejército de operaciones, que comprendía las fuerzas de los Estados de Querétaro. Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes, además con el que ya tenía como general en jefe del Ejército del Norte y ya con el grado de General de División iniciaba 1867, un año que sería decisivo para la causa liberal.

  Para la batalla final del imperio, Maximiliano de Habsburgo se dirigió a Querétaro acompañado de los generales Tomás Mejía, Miguel Miramón, Ramón Méndez, Severo del Castillo, Leonardo Márquez y Santiago Vidaurri, quienes prepararon la plaza.

  Posteriormente llegó Escobedo con las fuerzas a su mando, las cuales superaban en número y adiestramiento a las del emperador.  Además, cubrió la línea entre Querétaro y San Miguel de Allende, Guanajuato, así como el camino de la ciudad de México a Querétaro.  Se sentía con mucha confianza y sabía que era el momento de acabar con la guerra y el imperio.

  El sitio se inició el 8 de marzo de 1867.  Por casi setenta días la ciudad sufrió no sólo el fuego de artillería, sino también el hambre y la falta de víveres, aunado a los cientos de heridos en las calles, lo cual conformaba una escena terrible.  Sin embargo, los republicanos mantenían el ánimo, especialmente en el cuartel general.  A principios de mayo el general en jefe sabía que era cuestión de días apoderarse de la plaza, lo que sucedió el 15 de mayo a las tres de la mañana.

  Sostener el sitio era ya imposible porque los republicanos atacaban por todos lados y habían llegado hasta el Convento de la Cruz, donde se encontraba el cuartel general de Maximiliano.  Ante la situación, el emperador, junto con algunos de sus oficiales, se traslado al Cerro de las Campanas donde finalmente ocurrió su captura.

  Con la toma de Querétaro había caído el imperio.  El gobierno republicano ordenó que se iniciara un proceso judicial contra los tres principales prisioneros, es decir, el emperador Maximiliano y los generales Tomás Mejía y Miguel Miramón, el cual concluyó con la sentencia de fusilamiento de los tres.  Finalmente, el 19 de julio de 1867 el emperador y sus dos principales generales fueron fusilados en el antes mencionado Cerro de las Campanas.

  Mariano Escobedo, al finalizar el conflicto, solicitó la separación del servicio militar con la intención de dedicarse a su familia y a las actividades campestres. No obstante, fue nombrado jefe de la tercera división del ejército, que tendría como función principal defender las instituciones republicanas.

  Como lo hizo a lo largo de su carrera, se mantuvo fiel a Juárez hasta la muerte de éste en 1872.  Más adelante incursionó en la administración pública cuando, en 1868, fue electo gobernador de San Luis Potosí, puesto en el que fue reelegido en 1872.  Más tarde ocuparía otros cargos: fue senador por los Estados de San Luis Potosí y Querétaro, así como ministro de guerra en el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada; Más tarde ocupó el cargo de presidente de la Suprema Corte de Justicia Militar.

  El general Mariano Antonio Guadalupe Escobedo pasó los últimos años de su vida en una casa que tenía en Tacubaya, en la ciudad de México, donde vivía con su familia; no tenía otras posiciones ni era un potentado adinerado, sólo su modesta casa y el amor de su familia,  Finalmente, la madrugada del 22 de mayo de 1902 dejó de existir el arriero de Galeana que hizo caer a un imperio.

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