5 de Junio de 1915
Ejecuciòn del villista Pablo Lòpez.
Hoy a las once de la mañana, es
pasado por las armas el general villista Pablo Lòpez. Llega al paredon de la antigua cárcel de
Chihuahua, en muletas, que tira antes de la voz de fuego. Como última gracia pidió un vaso de agua
mineral y el retiro de un estadounidense que estaba entre los asistentes.
Pablo Lòpez tenía 27
años al morir y sus últimas palabras fueron:
“¡Saquen a ese gringo de aquí!
¡Yo no voy a morir enfrente de un perro! Inmediatamente que el gringo
fue retirado, arrojo la muleta lejos de sì (era solamente una ) se irguió como
el valiente que era, e impasible recibió la descarga de la muerte.
El gringo retirado
era Marion Lechter, cónsul estadounidense en Chihuahua, que estaba allí para
certificar de propia vista que el ejecutor de Santa Isabel e invasor de
Columbus, muriese. Finalmente del público salieron gritos dirigidos a los
soldados que lo ejecutaron; ¡Ahora
còmanselo, perros!
Cinco días despuès
culminò la ejecución de siete prisioneros villistas capturados heridos en el
asalto a Columbus. Fueron ahorcados
entre el 8 y 10 del actual en los patios del edificio de la Corte del condado
de Deming, Nuevo México, usando como cadalso un árbol grande frente al edificio. Sus nombres son: Juan y Pablo Sànchez,
Eusebio Renterìa, Taurino Garcìa, Francisco Àlvarez, Josè Rangel y Juan
Castillo. Paz a sus espíritus.
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