14 de Junio de 1817
Fray Servando Teresa de Mier
Volviendo un poco el tiempo atrás,
sorprendemos al bravo capitán español don Francisco Javier Mina que acompañado
del sacerdote mexicano Servando Teresa de Mier parten del puerto de Liverpool,
Inglaterra, con destino a México dispuestos a luchar por la independencia
mexicana y contra la tiranìa del rey español Fernando VII, los acompañan 32
oficiales en su mayoría españoles, y algunos ingleses e italianos.
Despuès de un año
lleno de aventuras, peripecias y dificultades, desembarcan cerca de la
desembocadura del Rìo Bravo y llegan dìas despues al Fuerte Soto La Marina
donde el Padre Mier se queda custodiàndolo mientras Mina se adentra en
territorio mexicano buscando partidas insurgentes.
Fray Servando Teresa de
mier y el mayor Serdàn se dedican a construir algunas fortificaciones y a
disciplinar a los reclutas agregados a las fuerzas de los nuevos insurgentes. Fray Servando tenía noticias de que el
realista Arredondo se dirigía al Fuerte y se estaba preparando para defenderse
de las tropas de èste que sabìa que lo atacaría de un momento a otro.
Tal como lo suponía
el Padre Mier, el Fuerte es asaltado hoy (junio 14) por la noche por las tropas
realistas del comandante Joaquìn Arredondo, fuertes en mil setecientos hombres y
diecinueve cañones y tras una lucha enconada que durò toda la noche, se
rindieron al amanecer los insurgentes al mando del lugarteniente de Mina. Serdàn y el Padre Mier quedan prisioneros de
los realistas que se sorprendieron al ver que únicamente treinta hombres
defendían el Fuerte y que por toda la noche presentaron resistencia.
Los prisioneros
fueron llevados a Veracruz e internados en las famosas tinajas del castillo de
San Juan de Ulùa, con excepción del Padre Mier que por su calidad de fraile fue
llevado, con cadenas en pies y manos, a la fortaleza de San Carlos de Perote,
hasta que las autoridades dispusieron el envìo de prisioneros a los calabozos
de la Inquisiciòn en México, en donde permaneció dos años. Al disolverse el funesto y criminal tribunal
catòlico el 18 de agosto de 1818, fray Servando pasó al poder del virrey
Apodaca, que lo enciò nuevamente a San Juan de Ulùa.
Durante su estancia
en esta prisión, Fray Servando escribió su famoso “Manifiesto Apologètico” en
el que, además de explicar las razones por las cuales el nombre de México debe
llevar una “X”, sustenta la teoría de que nuestro país no debe a España la
religión católica, ya que tenía pruebas de que la fe había sido implantada por
Santo Tomàs en tierras de Anàhuac (Es el nombre gènerico que se le dà al
territorio mexicano prehispànico).
El virrey Apodaca,
tiempo despuès, ordena que Fray Servando fuera embarcado para la isla de Cuba
de donde sería enviado a España; pero el fraile, campeón de fugas, escapò y fue
a dar nuevamente a los Estados Unidos de donde no regresó sino hasta despuès de
la consumaciòn de la independencia, el 15 de julio de 1822, que tomó posesión
de su curul de diputado con una brillante alocuciòn.
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