12 de Septiembre de 1812
Anécdota humanitaria
de Nicolás Bravo.
El Generlísimo Morelos, desde
Tehuacán, envió un mensaje al virrey Venegas proponiéndole el canje de los 800
prisioneros españoles que tenía en su poder por la vida de don Leonardo Bravo,
padre de don Nicolás Bravo, que fue aprehendido traidoramente en la hacienda de
San Gabriel, después del sitio de Cuautla.
El virrey Venegas,
sin embargo, desoyendo la propuesta de Morelos por la vida de don Leonardo
Bravo, este fue muerto hoy en la ciudad de México con la pena del “garrote” una
ejecución indigna que sólo se aplicaba a bandidos y criminales, y no a un
enemigo leal, honesto y valiente como don Leonardo y que había caído prisionero
por una miserable y vil traición.
Don Nicolás Bravo, al
saber la muerte de su padre y de la negación del virrey Venegas sobre la
petición que le hizo Morelos sobre el canje de prisioneros, decidió dar
libertad a los prisioneros españoles mostrando una vez mas su humanismo que lo
distinguió siempre durante la lucha por la independencia, contrastando con la
actitud del virrey Venegas que sólo demostró una vez más la ruindad y bajeza de
espíritu del español de la Nueva España.
Morelos propuso el
canje de don Leonardo, por 800 prisioneros españoles, pero no habiendo sido
admitido, se dio garrote al prisionero, el día 13 de septiembre de 1812. Morelos, al comunicar esta noticia a don
Nicolás Bravo, que se hallaba en Medellín, le dio orden de que pasara a
cuchillo a todos los prisioneros que tenía en su poder, y que eran mas de
trescientos; pero este hombre extraordinario, a pesar de la adoración que tenía
por su padre, aunque de pronto preparó la ejecución, luego, cambiando de
parecer, puso a todos los prisioneros en libertad, todos los cuales, con
excepción de cinco, abrazaron la causa independiente.
Este hecho heroico,
que muestra un gran corazón, es tanto más notable cuanto que la guerra asumía un carácter atroz
de inhumanidad y de barbarie.
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