15 de Septiembre de 1854
Estreno del Himno Nacional de México
Sin la presencia del Presidente
Antonio López de Santa Anna, en el Teatro Nacional de la capital de la
República, La soprano Claudina Fiorentini y el tenor Lorenzo Salvi entonaron
las estrofas del recién estrenado Himno Nacional Mexicano, acompañados por la
orquesta dirigida por el maestro Giovanni Bottessini y el coro de la Compañía
de Opera Italiana.
El poeta potosino
Francisco González Bocanegra, autor de la letra del himno, pronunció un
discurso patriótico. Al día siguiente,
bajo la batuta del maestro Jaime Nunó, compositor de la música del himno, la
soprano Balbina Steffenone y el tenor Lorenzo Salvi lo volvieron a interpretar
en el mismo teatro, con la presencia, ahora sí, del Presidente de la República,
y las autoridades nacionales y de la capital de la República.
Francisco González Bocanegra (1824 – 1861)
Poeta nacido en San Luis Potosí. Hijo
de padre español hubo de vivir en Cádiz debido a la ley de expulsión de los
españoles del 20 de marzo de 1829.
Regresó al país en 1836 y en 1846 se dedicó al comercio en la capital de
la República. Desempeñó algunos cargos públicos y fue socio fundador de la Academia
Liceo Hidalgo en cuya directiva figuró (1849).
El 12 de diciembre de
1853 salió triunfador del certamen convocado por el gobierno del general
Antonio López de Santa Anna para la composición poética y musical del Himno
Nacional Mexicano que se cantó por vez primera el 17 de mayo de 1854 y se
estrenó oficialmente el 15 de septiembre del mismo año en el Teatro Nacional. Murió en la ciudad de México.
Jaime Nunó (1824 – 1908)
Músico y compositor nacido en San
Juan de las Abadesas, Gerona, España.
Estudió composición en Milán, Italia, con el maestro Saveiro Mercadante. En Cuba conoció al general Antonio López de
Santa Anna quien lo nombró director general de Bandas Militares, con el grado
de capitán de infantería de la milicia activa.
En 1854 ganó el
concurso que el propio Santa Anna convocó para componer el Himno Nacional, cuya
letra era del compositor Francisco González Bocanegra. En 1856 Nunó regresó a La Habana, luego
marchó a Estados Unidos donde abrió una academia de música. Volvió dos veces a
México, pero sólo con motivo de los homenajes que se le rindieron. Murió en Nueva York.
Los restos de ambos personajes reposan en la Rotonda de
Personas Ilustres del Panteón Dolores de la ciudad de México.
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